En estas cosas del amor

Cosas extrañas

Ese día, simplemente ese día supe que era la mujer más hermosa para mí.

La vi, ahí sentada con su vestido rosa y una linda roseta en su mano derecha y pensé "por qué no puedo dejar de mirarla" si simplemente no la conozco.

En ese momento en que voltea a verme y sonríe, pienso en el tiempo en el seguramente he estado mirándola. Mi cerebro no reacciona por la vergüenza y simplemente miro hacia otro lado, tratando de disimular una sensación irreconocible.

De reojo puedo observar que se está levantando de su silla dispuesta a salir del lugar.

Y como el cobarde que soy, me quedo solo sentado mirándola irse pasando aquellas puertas sin más, recordando lo cobarde que soy en estas cosas del amor.

Capítulo 1:

Son las 6:00 de la mañana y mi mente no puede procesar el que tengo que levantarme para ir a la escuela, ya ha pasado casi una semana desde ese estúpido baile , donde además de una decepción de amor pasajero, casi dos horas de borrachera y un día de resaca, no hubo nada más bueno que esta semana sin clases, porque he de decir que estar soñando el mismo sueño durante cinco días es un poco enfermo y tampoco es algo bueno.

Una persona como yo sabe exactamente lo que tiene que hacer día con día, monótono, simple, anticuado en pocas palabras FUTURO. Cuando llevas tanto tiempo haciendo algo para alcanzar un fin, ya tienes todo programado, en mi caso ese fin... se llama universidad. Estando ya en mi último semestre no hay nada más interesante en que pensar. Mis padres han trabajado tanto por esto que si algún día pienso dejarlo presiento que sería la decepción de la familia para toda la vida, y pues siendo hijo único no me queda más que aceptar y seguir la corriente de todo esto.

Mis pensamientos se esfuman cuando oigo la voz de mi madre desde la cocina

-Dylan! ¡Levántate ahora o llegaras tarde!, sabes que la puntualidad es muy importante

-Ya voy mama. Grito levantándome de mi cama.

Creo que he dormido mal porque desde el momento en el que me levanto, siento mi cuello muy tenso, demonios esto solo me puede estar pasando a mí en este día tan importante.

Sin seguir prestándole mucha atención a mi cuello, levanto del suelo un jeans que a decir verdad no sé cuánto lleva ahí. Busco una camiseta limpia en mi armario, cepillos mis dientes y estoy listo para salir.

Al salir de mi habitación, mi madre me detiene.

-Dylan, ¿piensas desayunar algo?

-No, mama no tengo hambre creo que comeré algo en la escuela, pero gracias. 

-Bueno tengo que irme. Me despido dispuesto a salir de la puerta, cuando mi madre se acerca a darme un beso

-Nos vemos hijo cuídate mucho, suerte hoy. Dice y se aleja hacia la cocina

En ese momento salgo disparado por que mi madre tenía razón estaba a punto de llegar tarde y hoy de verdad que sería muy pesado.