Sueño Húmedo ▪emiliaco▪ ADAPTACIÓN

Unico

Joaquín se quedó mirando el rostro dormido de Emilio mientras esperaba a que este despertara. Le besaba los cachetes, la frente, los labios, el cuello... Oyendo los pequeños gemidos que lanzaba aun dormido.

En un momento decide jugar un poco, sentándose sobre el miembro del mayor y haciendo fricción por encima del bóxer negro que andaba puesto Emilio, viéndolo aun dormido.

Frunció el ceño y dio un par de brinquitos sobre el pene semi erecto de Emilio, jadeando. "Mailo, despiertaaa..." gimió oyendo al mayor gemir también pero aun dormido, Joaco no se daría por vencido tan fácil. Se deshizo del bóxer de ambos y comenzó a masturbar a Emilio, el cual lo tomo por la cintura, pero aún seguía dormido.

"Papi, despierta, tu bebé te necesita" dijo al oído del mayor, pero ni eso lo despertaba. Bufó, pero era terco, así que se metió bajo las sabanas, dejando su rosto a la altura del grande, grueso y gordo miembro del más rizado.

Lo metió de golpe en su boca, ya con experiencia, oyendo la de gemidos y jadeos que salían de la boca de Emilio, pero al separarse notó que este seguía dormido.

"Tú no despiertas, así que tendré que hacerlo todo yo solo" dijo y suspiró, esperando a que eso lo despertara. Tampoco.

Le dio una última lamida al glande del mayor, antes de incorporarse y sostenerse de cuclillas sobre la polla de Emilio, alineándola en su entrada, bajando lentamente hasta tener esa enorme verga dentro entera.

Comenzó a autopenetrarse dando brincos sobre el regazo de Emilio, este incluso lo tenía de la cintura y lo ayudaba a penetrarse, pero seguía con los ojos cerrados, dormido.

Luego de un rato así, Joaquín siente que lo voltean, quedando boca arriba en la cama, con un Emilio muy despierto y sudando encima. "Ahora si te daré como se debe, bebé" sonrió y comenzó a moverse, embistiendo con fuerza el cuerpo del menor.

"Oh, ¡Sí!¡Papi~!" un hilo de sálica caía por la barbilla de Joaco mientras se sostenía de las sabanas sintiendo su cuerpo ser empujado con cada penetración.

"¿Quieres que papi le dé de comer a este culito hambriento?"

"¡Si, papi!... ¡Dame!¡Ah!"

"Entonces, córrete para mí, bebé"

Joaquín se masturbo un poco antes de venirse en medio de ambos, lo cual mando oleadas de placer por todo su cuerpo, pasándose a Emilio, el cual no tardo en tener el orgasmo, dejando su semen en el interior de su novio.

Luego de recuperar el aliento ambos se acostaron de nuevo en la cama, a como Dios los trajo al mundo.

"Estuviste siempre despierto, ¿verdad?" pregunto Joaco, poniendo la cabeza en el pecho del mayor.

"Quería ver hasta donde eras capaz de llegar, pero no aguanté mucho"

Ambos se rieron. Se acobijaron y volvieron a dormirse, abrazados.