Por ahí andan diciendo que te escucharon decir que ya me olvidaste, que solo bastaron unos cuantos tragos de mezcal para que de tu vida me pudieras sacar.
También me dijeron que repetiste mil veces mi nombre y me culpas que yo fui la que decidió abandonarte.
¡Ahora yo te pregunto!
¿¿Como se pierde lo que nunca se tuvo??
¿Como se acaba lo que nunca empezó?
Ponte la mano en el corazón, contesta esas preguntas y dime quien tiene la razón.
Ahí te dejo mi retratito... chiquitito ingrato, para que te pierdas en mis ojitos y ojalá nunca te encuentres.