La Cita Perfecta

Capitulo 1

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La hora de clases había acabado, Lance caminaba por los pasillos hacía la salida aun con la mente ida en lo que debía hacer con su ensayo. Ni siquiera las llaves de su auto, las cuales por cierto estaban en una de sus manos y las tiraba hacia arriba mientras caminaba para terminar cachándolas cuando caían, eran suficiente distracción como para dejar de darle vueltas al asunto.

Entonces, justo al salir por la puerta de entrada/salida, su mirada se topo con el más perfecto automóvil que podía alguien tener en su preparatoria, un BMW último modelo color azul turquesa. Era perfecto, Lance lo miró con amor.

"¿Quieres dar una vuelta, Mcclain?" – La voz que sonó un par de metros a la derecha de Lance dijo aquellas hermosas palabras. Se trataba, por supuesto, de Lotor, el dueño de tan perfecto automóvil y uno de los jóvenes más populares de toda la preparatoria Colisión.

Lance lo miró balbuceando mientras esté se acerco hasta quedarse parado casi tocando su hombro. – "Sí, claro." – Pudo decir por fin, mirando el auto con añoranza.

"¿Sí?" – Volvió a preguntar el chico de cabellos largos que miraba a Lance como si fuera alguien inferior. – "No. No". – Dijo dos veces al tiempo que se alejaba riéndose de la ingenuidad del otro joven, quien por cierto ahora tenía una mirada de derrota porque sí... Había caído como estúpido ante alguien a quien se supone que conocía y en quien realmente no confiaba.

Lance observo a Lotor meterse en su perfecto auto y salir del estacionamiento aun riéndose de él. No fue hasta que ya no estaba allí que el moreno volvió a moverse, yendo directo a su "carcacha" que estaba estacionada justo en el lugar de al lado de donde estuvo el BMW previamente. Y no es que fuera tan viejo... Bueno si lo era, Lance ni siquiera podía recordar el tipo de carro que tenía, pero estaba despintado, era pequeño y ciertamente no era veloz.

Aun así era todo lo que tenía, así que se subió a él, y salió de allí rumbo a su casa, esperando de verdad que nadie hubiera escuchado la vergüenza que acababa de pasar esa tarde.

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Apenas llegó, el adolescente se topo con su padre que lo saludo con alegría.

"Llegaste, que bueno que tengo otra caja aquí" – El hombre estaba en la cocina, pareciendo preparar algo de pasta. Lance se apresuro a acercarse y declinar esa oferta.

"No, creo que voy a comer algo en el trabajo." – Y es que la idea de tener que sentarse allí a comer con su padre era... Poco grata por decirlo de manera amigable.

Lance ya estaba listo para desaparecer escaleras arriba pero la voz de su padre lo detuvo cuando le volvió a hablar.

"No espera, no te vayas." – Su padre lo miro de frente mientras sostenía su plato lleno de pasta en una mano. – "Siento que ya no platicamos."

"¿En serio? Siento que es todo lo que hacemos." – Contraataco Lance de inmediato, la verdad sin el menor remordimiento por herir los sentimientos de su progenitor. Aunque esté no mostró su dolor y siguió hablando, perfectamente acostumbrado a la forma de hablar de su hijo.

"Hoy te reuniste con tu consejero ¿no? ¿Cómo te fue?"

"Estuvo bien. Me dijo que Garrison es competitiva. ¿Lo sabías?"

"Pensé que irías a Voltron." – Su padre parecía realmente desconcertado por ese descubrimiento. – "Los hijos de los profesores solo pagan cuarto y comida." – Y si, el hombre trabajaba para dicha universidad.

"Ya te dije que no te preocupes por el dinero." – Fue la sencilla respuesta de Lance que trataba el asunto como si no fuera algo muy complicado.