❛❛𝑳𝒆𝒐 𝑲𝒚𝒉𝒘𝒂𝒏❜❜

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Soy el típico chico imbécil y raro del instituto, que se merece morir, por varias cosas que veremos a continuación de la historia.
Todo empieza, un lunes a las 6:00am.
Me levanto de la cama, con mis pies pesados del cansancio, aunque era raro, por que me pasaba el día durmiendo, básicamente, mis ojos borrosos, con la ropa descolocada y mi cabello desordenado, era símbolo de que quería seguir durmiendo, hasta que escuché un fuerte grito viniendo del salón, todo normal, supongo, mi padre continuaba gritando mientras escuché como si le estuviera pegando a alguien, entonces fue cuando abrí los ojos, fui corriendo abajo y mis ojos se centraban en una cosa, la mejilla roja de mi madre, porqué le pegó? Me pregunté varias veces, será por que mi padre esta loco, cada día al llegar de la escuela me pegaba a mi también, mi madre y yo estabamos cansados, pero teníamos que soportarlo, era un cabrón, solo podíamos verle borracho cada noche, o fumando a las 3:00am pero ni siquiera podíamos dirigirle la palabra, porqué no? Por que no queríamos morir.
Digamos que mi padre era el dueño de una mafia, y podía enviar a su puta mafia a matarnos, a nosotros, a su propia familia, a veces pienso que este hombre no tiene sentimientos, y así es cada mañana.
Él me miró con cara de asco, y lo único que pude oír fue "No sé como pude tener un hijo ciego y estúpido como tú."
La verdad, yo sabía que tenía un ojo mal, pero no era ciego, solo tengo un problema, pero ese hombre tiene problemas hasta en el rabo, no sé como puedo aguantar tanto, pero algún día explotaré.

7:30am -- 8:07am

Al fin desayuné, con un poco de grima por estar sentado en la mesa con ese desgraciado, fui a mi cuarto dirigiéndome al armario, y agarré lo primero que vi, sudadera negra, con pantalones grises y unos zapatos negros con algo puesto de color blanco, buf ni idea.

Bajé de mi cuarto por las escaleras, agarrando mi mochila que estaba en el suelo tirada, y no, no hago los deberes por eso me va como el puto culo.
Agarré las llaves de mi casa, y salí por la puerta, tomé el manillar de la bicicleta y me subí en el sillín, me pusé los auriculares y le di play a la música, comenzando a salir de el patio y dirigiéndome a la carretera con la bicicleta.

8:30am

Unos minutos después vi el instituto cerca entonces respiré profundo y fui rápidamente hacia el, dejé la bicicleta en un árbol encadenandola, y poniendo la mochila en mi espalda, quitándome los auriculares y poniéndome el teléfono en mi bolsillo trasero, pasé mis manos por mi cabello tirandomelo para atrás, me dirigí hacia las taquillas dejando allí algunas cosas mías de las asignaturas que necesitaría después y me dirigí al salón de clases, notando como una mirada estaba pegada en mí, no me sonaba su cara, pero, sabía que era atractivo, era alto, y no parecía asiático ni nada, era más, un extranjero?¿
Bueno, le devolví la mirada y él me dedico una sonrisa, me giré y me fui algo nervioso, y con las mejillas con un tono rojizo.

11:45am

Ya me estaba cansando de "estudiar", estaba con la cabeza apoyada en la mesa y una voz femenina me avisó "Leo, el maestro te esta mirando, disimula".
-Como si me abuela me esta mirando, me importa una mierda, que me echen ya.

Solté un largo suspiro girando mi cabeza hacia la izquierda encontrándome con el chico de las taquillas

-Coño.

Dios mío, ahora que le veo de cerca es bastante bello, tiene un lindo perfil y unos labios que tengo ganas de comer hasta yo.
Parece que tiene unos brazos fuertes y las piernas también.
Mientras me hundía en mis pensamientos el maestro lo llamó, era el chico nuevo, y se supone que en las mesas hay dos parejas pero a mi me pusieron solo ya que tenía problemas de nerviosismo, y tenía ataques...etc.

"Mi nombre es Tristan, soy de Chicago, espero llevarme bien con vosotros."

No quería gritar pero su voz y su acento me mataba literalmente, era como un puto ángel caído del santo cielo, dios hice un puchero cerrando los ojos hasta que escuché mi nombre.

"Sientate al lado de Leo, por favor"

Abrí mi boca por lo sorprendido y nervioso que estaba, dios mío, por favor, algún día de estos me va a matar, vi como el mayor se dirigía al asiento de al lado mío y quedé muerto, es como un pote de belleza y yo una puta escoria.

T× Hola, Leo, serás mi nuevo compañero, no es así?

L× Si es así.

¿Qué cojones estoy diciendo? Me estoy poniendo nervioso.
Y encima seguí tumbado en la mesa mientras miraba al maestro explicando algo que ni entendía, todo para no mirar al pedazo tio bueno que tenía al lado.

× Después de clases podrías enseñarme el instituto?

- Claro

Me volvió a dedicar una bella sonrisa, me mataba este hombre, es que lo veo venir, un día me coje y me mata.
Apretaba mis dientes por los putos nervios, el movió su brazo para ponerlo en mi silla y...
Es que parecía de todo menos amistad, esto me ponía peor, pero es que su carita de bebé me podía, estaba tan atento a la clase y yo mirándole como un puto acosador, pero...
Una mirada de una chica estaba pegada a Tristan, esa chica me caía más mal, tenía unas ganas de matarla en ese momento, hasta que el maestro pegó un grito hacia ella, ya que no estaba centrada.
Y yo dibujé una sonrisa en mis labios mientras ella y yo nos mirábamos, ella con un mirada de odio y yo con una mirada de satisfacción, noté como Johnny se acercaba a mí y yo con cara de imbécil me sonrojé muchísimo.

Aquel chico movió sus labios hablando, y yo miré aquellos pasando mis manos por mis dos ojos. ¡Qué coño! no me había puesto la mierda que tapaba mi ojo...siempre me lo ponía... decidí poner mi mano en mi ojo y así poder taparlo y mirar a la mesa con un sonrojo, estaba apunto de llorar, de no ser por una mano gigante tomándome el mentón y dándome un corto beso en los labios.

Ese sabor me era bastante familiar.

×Te extrañé tanto...

En ese momento estaba confundido, pero un sonido de la alarma del recreo y me levanté rápidamente y me fui al patio, podríamos decir que tenía mi "propio lugar" un extraño escondite, era como un túnel, donde yo comía y tenía cosas allí guardadas, fui a aquel sitio soltando un jadeo de cansancio y cerré mis ojos bebiendo un zumo de melocotón, y sonreí al pensar en Tristan, pero al recordar lo que dijo me puse nervioso...

...



Ya veremos que pasará después.

𝑭𝒍𝒂𝒘𝒍𝒆𝒔𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora