- Claro, escúpelo - Dije para esconder mis nervios.
- Irás a la escuela - Dijo mi tía.
Ay no... Tengo muy malos recuerdos de la secundaria.
***Flash Back***
Estaba sentada en el pasillo de la escuela, llorando.
Escuché muchos pasos acercarse.
- ¡JAJAJAJA! la "rarita" está llorando. - Dijo Tony, uno de los peores chicos de la secundaria.
- JAJAJAJA, seguro ya se dio cuenta que su noviecito la engaña con Taylor. - Dijo otro de los chicos.
Taylls era la Miss Silicona del noveno grado.
***Fin del Flash Back***
- ¿¡QUÉ!? - Dije levantándome de la mesa de un golpe. - ¡NO PUEDES OBLIGARME A IR! - Le grité.
- Clara, cálmate. Ya todo está arreglado, hoy empiezas. Ahora siéntate y come tu desayuno.
- ¡¡AGH, TE ODIO!! - Grité frustrada.
No lo puedo creer, mi tía no puede hacer esto.
Me paré frente al espejo y pensé en cómo será mi nueva escuela, espero no sea como la otra.
- Bien, si es la primera vez que me verán, los voy a impactar. - Dije para mis adentros, frente al espejo de mi baño privado. Agarré el estuche de maquillaje e hice magia en mi rostro. Pasé varias veces el delineador en mis ojos, agarré el labial rojo intenso y listo. Pero se me olvida que... ¿Cómo iré a la escuela sin libros?
Justo en ese momento entra mi tía con una mochila negra, con libros y libretas adentro.
- Toma. Por favor, no hagas un escándalo. - Dijo mi tía con cara de preocupación.
La ignoré y busqué con la mirada mi chaqueta favorita. Es una de cuero negro. Me la puse y salí en bicicleta de mi casa. Vi a unos estudiantes y decidí seguirlos.
Por fin llegué a la escuela y debo decir que es muy, pero muy grande. Estoy súper nerviosa.