Desde que recibió la noticia que cambiara su vida por completo, Rosa decidió dejar todos sus miedos atrás y arriesgarse un vez por todas a expresar sus sentimientos de la forma que por cobarde no se había atrevido hacerlo.
El cumpleaños de Kiara es el momento perfecto para la ocasión.
La morena llega al lugar donde su mejor amiga Lana la cito. Rosa observa desde su escondite siente que su respiración se detiene al ver a la persona que le robo el corazón con ese vestido hermoso que solo usaba en ocasiones especiales.
Si bien Rosa se enamoro de la forma de ser única de Kiara, su inteligencia, honestidad, desinteresada, ama la forma de expresarse por medio de la escritura; cuando la conoció en persona su belleza la cautivo.
Su amistad no ha sido fácil desde que Rosa confeso sus sentimientos, han tenido altibajos. Pero después de todos ambas llegaron a la conclusión que no volverían hacer nada que comprometa lo que ambas tenían esa conexión que sintieron desde que se conocieron, lo que Kiara consideraba una hermandad.
Kiara se enoja por no ser recibida por su mejor amiga. Al entrar ve una flecha pegada en la pared apuntando a un globo amarrado en el barrote de la escalera desata una nota nómina que estaba amarrada en el globo. Sonríe al leer la primera oración, le recuerda a una novela que leyó hace tiempo.
Toc toc
¿Quien es?
Yo, solo alguien que quiere hacerte reír.
Kiara siente una emoción, no tiene idea que persona ha sido capaz de organizar una sorpresa para ella, pero desea con todas su fuerza que sea la persona que su corazón anhela.
Rosa la mira a distancia esperando el momento preciso para salir al encuentro de su amiga. La observa seguir la flechas guiándole el camino, le parece tierno la forma que la morena se sonroja al leer cada una de sus notas con dedicatoria.
Kiara toma en sus manos un ramo de rosas y el ultimo sobre, ella esta una carta sin remitente.
Cuando sientas que eres poco, que no tienes lo necesario para que esa personas que te importa se fije en ti.
Recuerda que eres mas de lo que él o ella puede tener, que eres tù la que mereces a alguien mejor.
Alguien que sea Capaz de mirar mas allá de unos ojos claros, piel y cuerpo perfecto; de amar cada imperfección en ti.
Que no tenga la necesidad de tocarte para sentir que cada fibra de su cuerpo vibra con solo escucharte.
Esa clase de amor que es capaz de traspasar el alma. Esa clase amor que te ofrecí yo.
Puedes voltear.
Rosa tiene miedo por la reacción de su amiga, se regaña mentalmente cuando las ganas de huir se apodera de ella.
Ya es tarde para hacerlo
La morena respira profundo y con nerviosismo voltea. Su corazón se encoje al ver a su amiga frente a ella.
El temor de ambas se confirman. La mueca en el rosto de Kiara le confirma a Rosa que no era a ella a quien esperaba.
—Se que no soy a quien esperabas— dice Rosa rompiendo el silencio incomodo que se formo entre ambas
—Lo siento— susurra Kiara— Pero...
—No te estoy pidiendo nada— se apresura a decir Rosa antes que su amiga pudiera decir algo que le haga arrepentirse de lo que esta haciendo y esta por hacer —bueno, aun— Kiara la mira confundida— Quiero 24 horas
—¿24 Horas?— cuestiona Kiara. Rosa asiente
—Solo quiero— Rosa realiza una pausa —necesito 24 para mi— rectifica
Kiara se siente entre la espada y la pared, no sabe que respuesta darle. No quiere herirla rechazándola, pero tampoco tiene intención de ilusionarla.
—Esta bien— acepta no muy convencida Kiara. Pero se lo debe, siente que es una forma de compensar todo los desplante que la ha hecho en el pasado, agradecer el siempre estar allí cuando la necesita.
Rosa la mira con brillo de emoción en sus ojos, tenia la certeza que Kiara se negaría.
—¿Cenamos?— cuestiona Rosa señalando la habitación que tiene la puerta abierta y se deja ver una mesa decorada.
—¿Por que haces esto?— cuestiona sombrada la morena
Rosa guarda silencio ante su pregunta, la mira y encoje sus hombros. Ambas saben la respuesta. Rosa la ama. Pero Kiara no entiende como a pesar de todas las veces que la hirió, aun lo haga.