~En los Ángeles~
- ¿Quieres casarte conmigo?-dijo Tomas
-Claro que quiero Tommy-respondió Kayslee
[Tomas]
-Si hubiera sabido lo que iba a pasar después de esa pregunta, nunca la hubiera hecho. Después de poner el anillo de compromiso en el dedo de Kayslee, salimos al restaurante en el que estábamos y nos subimos a mi auto, ya era de noche y la carretera estaba sola salvo por una camioneta blindada con vidrios polarizados y un par de ebrios que justo iban caminando sin rumbo alguno.
-Ve más rápido – Kayslee me dijo y su voz temblorosa
-Amor no puedo ir a más de 100- dije
-Tomas, enserio tienes que ir más rápido… - Decía
La camioneta que iba a un lado de nosotros se adelantó y solo se escuchó el rechinido de sus llantas dando una vuelta brusca, voltee hacia el frente y la camioneta estaba volteada con la parte delantera enfrente de nosotros. Pise el freno, puso los seguros de la camioneta y tome la mano de Kayslee
- Vámonos –apenas pudo susurrar eso.
-Agárrate –le dije cuando estaba a punto de arrancar alguien se bajó de la camioneta con un arma tan grande que parecía de película... Era un hombre no más de 30 años, a decir verdad tenia buen físico, lo mire bien y era el ex novio de Kayslee, Alejandro él se empezó acercar a mi auto apuntándonos con su arma. Yo aún sostenía la mano de Kayslee, estaba temblando mucho y yo no me quedaba atrás, también tenía miedo.
- Kayslee, Kayslee, Kayslee –Alejandro empezó hablar tranquilo, pero después cambio su actitud, golpeó el cofre del auto aboyándolo y se paró aun lado de la ventada de Kayslee.- te advertí que dejaras a este imbécil –los vidrios estaban cerrados pero eso no iba a impedir que Alejandro disparara, apunto hacia a cabeza Kayslee…
-¡Tomas, vámonos! –fue lo único que escuchaba decir a Kayslee
Solté su mono y le hice caso, encendí el auto y apreté el acelerador, las llantas hicieron un ruido fuerte y después se escuchó un disparo, voltee hacia atrás y el vidrio trasero estaba quebrado... Alejandro se estaba subiendo a su auto y empezó a perseguirnos-
-¿Por qué no me dijiste que te avía amenazado? – le dije alterado
-No quería preocuparte- decía entre sollozos
Alejandro acelero aún más y nos alcanzó, se puso a un lado de nosotros y con su camioneta nos empezó a empujar, ya trataba de no perder el control pero paso, nos salimos de la carretera y nos estampamos contra un árbol… voltee hacia atrás a pesar de que mi cuello me dolía mucho y vi que acababa de hacer… mire hacia el lado de Kayslee, estaba recargado en el asiento con los ojos cerrados, mi mano nunca soltó la suya, voltee su cabeza para mirarla bien…. Estaba sangrando de la cabeza.
-Kayslee… amor, por favor despierta –Le dije mientras abría poco a poco sus ojos y yo podía ver lo mal que se sentía, no podía abrirlos por completo… me miro directamente…
-Se feliz Tomas… te amo –fueron las ultimas palabras que dijo antes de cerrar sus ojos y dejar de apretar mi mano.
[Elena]
Con 18 años no soy la persona más sana del mundo siempre he tenido problemas del corazón por heredarlo de mi papá, él había muerto por un para cordiaco. Mi mamá murió por la culpa de un conductor ebrio que la avía atropellado, a la que iban a atropellar era a mí pero ella me salvo empujándome lejos de la calle, me golpee muy fuerte la cabeza y a causa de eso he quedado ciega. Ahora vivo con mi tía Roció, hermana de mi mamá en México.
Era de noche y estaba en un hospital con mi tía sentada según ella en un sillón de alado
Creo que hasta aquí llegue tía- le dije, resignándome
-No digas eso Elena, si estas viva es por alguna razón. Todos tenemos una misión en la vida y tú todavía no la cumples.- ella siempre cree que las cosas pasan por algo
-¿Es que de que sirve que estar viva? Siempre estoy enferma, estoy ciega, tú vas a gastar todos tus ahorros para pagar esta operación si es que llega mi trasplante de corazón… tía solo te estoy estorbando- le dije, con frustración
-No digas eso, eres mi sobrina y tus papás me dejaron a cargo de ti y te prometo que voy a trabajar muy duro para poder pagar un buen doctor y te cure los ojos- lo decía con un nudo
Gracias- era lo único que podía decir
-De nada –nos quedamos calladas, mi tía suspiro y sentí como se recargaba en la cama, por estar despierta todo el día y toda la noche cuidándome estaba muy cansada, ya era hora de que descansara así que me quede callada para que pudiera dormir.
Al día siguiente me desperté por el ruido que hiso la puerta del cuarto. Algunas personas se quejaban del sol que entra por su ventana en la mañana y los despierta, yo quisiera que el sol me despertara a mí, pero no pudo verlo…-
- Buenos días Doctor- oí decir a mí tía
-Buenos días, ¿Cómo te sientes Elena?-decía el doctor con su tono calmado
-Creo que peor que ayer –tenía que ser honesta de cómo me sentía-
-Pues creo que te traigo una noticia que te va a poner feliz-dijo con tono de alegría
- ¿Qué noticia?- mi tía tenía esa voz nerviosa, como cuando no le marcaba su amiga de años...
-Ayer recibí una llamada desde L.A diciéndome que ya encontraron a una persona que va a donar su corazón.
-¿enserio?- dije con euforia
- Si podemos trasplantártelo hoy mismo y después si todo sale bien puedes ir a tu casa en unos dos meses y seguir tu vida como una persona normal.
-¿Persona normal? Para mi estar ciega no es algo muy normal que digamos, pero esa era la mejor noticia que me habían dado en mis 18 años. Tal vez sea ciega pero ya no voy a estar preocupándome todo el tiempo que en cualquier momento puedo morir de un paro cardiaco-
-¿Vez Elena? Te dije que todo se arreglaría-dijo con alegría
-Creo que tenías razón, al final de todo y eso del “todo pasa por alguna razón” creo que es verdad-le dije con una sonrisa.
Nada ni nadie podía borrarme la sonrisa que tenía en la cara. El Dr. Nos dijo que en unas horas iba a llegar mi trasplante…”Mi nuevo corazón” y que después me prepararían para la operación, después cerró la puerta detrás de él y sentía como mi tía me abrazaba
-Todo es posible Elena, no lo olvides.- Me decía mi tía
-No, nunca lo hare .
-Es como si tú le fueras a dar a otra persona la persona de seguir viviendo, y al mismo tiempo ella te va a dar la oportunidad a ti de seguir viviendo también –me dio un beso en la mejilla y escuche que tomo la charola donde me avía dado la cena el día anterior y salió del cuarto llevándosela. Yo mientras me quede pensando en eso que dijo mi tía, era medio revuelto pero se podía entender,
tenía razón, una persona había muerto pero su corazón estaba sano y ahora yo lo tendría, una parte de esa persona seria mía, pero ¿Quién sería esa persona?... y ¿Qué le paso?.-
