El de cabellos rojos ajustaba su corset frente al espejo en su camerino. Dos, a tres tocadas, un tirón a derribar la puerta revelando a su representante quién entró a pisotadas.
— ¡Davies, Cosette lleva esperando media hora por ti! te dí 20 minutos, no más. ¿Sabes lo dificíl que es complacer a esa vieja bruja?
— Párale a tu desespero, pedazo de mierda. Dime, amorcito ¿qué otro modelo te hará trabajar con las mejores empresas de moda?
— Charlie, sé que nadie lo hará. pero pon de tu parte, es tu trabajo y sabes lo dificil que es complacer a Cosette Dumont.
El menor refunfuñó terminando de aplicarse labial, pasando sobre su representante en busca de la salida de su camerino. Desde pequeño había sido preparado e inducido al modelaje, lo amaba pero era demasiado estresante para apenas un adolescente de 17 años. cambio de representante más de 4 veces durante el año hasta finalmente encontrar al que sobrevivió el infierno del primer día, Luka Marshall. Charlie debia admitir ser bastante maleducado, pero ¿cómo no serlo? nadie satisfacia sus expectativas. Luka rebuscó llevar más alto a Charlie rogando a Cosette Dumont que dejase participar en la nueva moda de otoño de Dakreef Passion, la mayor compañia de lenceria con alta costura.
La belleza de Charlie Davies era más que maravillosa. Cabello rizado pelirojo, labios abultados y órbes de miel, cintura fina y trasero pequeño, tal cúal príncipe. entrando a la sesión seguido de su representante, levanta su cadera siendo sostenida por una de sus manos, mordiendo su labio inferior y dirigiendo su mirada a los fotógrafos, luciendo aquel resplandeciente corset adaptado a su figura curvilinea junto a esas medias de encaje.
— ¡Siguiente toma, traigan a Cooley!
Luka se acercó trotando a Charlie ofreciéndole una botella de agua. iniciarían la siguiente toma en pareja con quién participaría Dulín Cooley. Uno de los modelos aliados de Dakreef Passion, fue entrenado especialmente por Cosette Dumont. Ya que ella no aceptaba a otros que no hubiesen sido entrenados por ella misma, aunque hizo una excepción con Davies por la insistencia de Marshall. Charlie le da señal de retiro y Luka le da una leve palmada a su cadera para luego salir de la zona. dos horas exactas pasaron hasta tener las fotografías perfectas.
— Estuviste precioso, no esperaba menos del gran Charlie Davies, el mocoso malcriado de Clayton. — espetó Cooley.
— ¿Mocoso le dices al que hace que tengas ese problema en tu entrepierna? no tengo tiempo que perder contigo, imbécil.
— ¡Pero vaya que tienes tiempo de sobra para estar con tu niñero en los camerinos!
Le envió una mirada lasciva a Cooley hasta dirigirse con su representante, quién hablaba amistoso con la directora, Cosette Dumont. Marshall sostenia la mano de la mujer otorgándole halagos mientras la mayor reía y golpeaba el hombro del primero. Charlie llegó hasta la espalda de su representante dejandose caer sobre ella, abrazándole sus hombros.
— Discúlpeme, olvide mi trabajo por un momento al ver demasiada belleza. Le presentó a Charlie como ya conoce. — Vaya que había olvidado su trabajo, ¿belleza, en donde? lo único que veía era una horrible zarza de canas.
— ¡Deja de ser tan modesto! eres todo un caballero. Mucho gusto, Charlie. Eres magnifico, este otoño estará candente gracias a ti, a pesar que me negué a aceptar que trabajaras en Dakreef. No logró confiar en el maldito de tu CEO, es un patán.
— No debe preocuparse, yo también pienso que es un patán. Me alegro mucho que haya dado la oportunidad de trabajar con usted, lamento tener que retirarme, estoy algo cansado y necesito volver a mi apartamento. Luka, ¿me acompañas? — murmuró lo último, tanteando sus caderas entre el torso del mayor.
La mujer asintió mirándole de reojo, dándole dos besos en la mejilla a Marshall para dejarle ir. Charlie estaba ¿celoso? no habría palabra para decifrar lo que había sentido. bien él aceptaba gustar de su representante, pero no era más que un gusto. No lo amaba, simplemento le gustaba la forma en la que soportaba sus berrinches, sus ofensas y demás mientras que otros renunciaban antes de lo previsto. Con Marshall todo tenía valor a su alrededor y se sentía vivo. Él le hizo recordar todo lo que creía olvidado, todo eso que ni Jeff le hacía sentir. No lo amaba, amaba la adrenalina que recorría su cuerpo al pensar que sería descubierto en una jugarreta con su representante.
— ¿Sabes lo horrible que fue verte entre los brazos de Cooley, y además vestido así? — gruñó Luka, cerrando la puerta del camerino detrás.contraminando a Charlie en el tocador, restregando su entrepierna en el trasero del menor. — te deseo tan mal, bebé.
Charlie ronroneo gustoso, llevando su cabello hacia atrás comenzando a danzar sus caderas contra las del mayor.
— Sabes que sólo tú me tienes, Marshall.
Tal ves, si tenía tiempo para estar un poco más con su representante en su camerino.
ESTÁS LEYENDO
Más que un representante.
RandomTal vez las relaciones entre modelos y sus representantes no eran del todo malas.