Prologo

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Recuerdo perfectamente aquel momento como si hubiera sido ayer, a pesar de que ya pasaron 5 años desde que ocurrió. Era una noche fría de final de año, la última del año que tendría a mis cortos 11 años de vida según los expertos debido a una batalla campal que se llevaba en mi organismo, una batalla que me consumía lentamente y ya me había resignado a que no había nada que realmente podía hacer por mí mismo para seguir entre los vivos.

Esa noche era navidad. Al ser un niño, disfrutaba bastante de esas fechas; prácticamente lo amaba todo: la nieve, las luces, los regalos, la comida e incluso a las personas. Siempre que estaba en casa veía fascinado un hermoso pino imponerse en nuestra sala de estar y abajo cantidades enormes de regalos. Adoraba encontrarme en medio de mis padres y sentirme como si fuera lo más importante del universo, y de cierta forma lo era; yo, Lionel Strike, era lo más relevante de su universo y ellos lo demostrarían una y otra vez si fuera necesario.

Tristemente ese 24 de diciembre me quitaron todo aquello que amaba: la navidad, mi hogar, mis padres. Te estarás preguntando ¿Por qué? Pues es bastante simple, perdí mi vida por la avaricia humana, el capitalismo salvaje, por esa mano invisible que rige el mundo desde hace centenas de años: el dinero. Realmente no le encuentro sentido a esta ilusión de mundo en el que nos vemos forzados a vivir batallando constantemente para sobrevivir, sin estar conscientes de ello.

En mi caso, para la tragedia que viví no era necesario entender el mundo con el fin de vivir en él, ya que un par de sicarios contratados por alguna empresa que le rinde culto al capitalismo entraron en mi casa aquella noche y asesinaron a sangre fría a todo aquel que se encontraba allí.

La razón por la cual sobreviví esa noche fue mi padre. Él se percató de que los sicarios estaban en la casa y me sacó por la puerta trasera de la casa junto a mi madre y a su investigación. Descalzos mi madre y yo, corrimos por todo el bosque tratando de huir en un intento de salvar nuestras vidas, sin embargo no fue suficiente ya que nos alcanzaron y nos dispararon pero para desgracia de mi madre, fue ella quien recibió todos los tiros al cubrirme con su cuerpo lo mejor que pudo. Parte de su sangre empapaba mi ropa y quedé inconsciente por la impresión que me dió y el shock en el que me encontraba, razón por la cual los asesinos pensaron que había muerto.

La mañana del 25 de diciembre desperté devastado, y en un estado deplorable caminé llorando en dirección a la ciudad donde después de varias horas logré encontrar a la policía, o más bien a un oficial en específico: Wilson Blade me ayudó y fue hasta mi hogar, más sin embargo ya era tarde. Ahora lo único que tengo de mis padres es el viejo reloj de papá.

Escribo esto en el quinto aniversario de la muertede mis padres. Para los demás llevo una vida aparentemente normal, pero siendorealistas mi vida está lejos de ser normal. 

Un Poder MalditoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora