CAPITULO 6

733 29 5
                                    

Narra ___.

Eran las tres am, igual que los últimos días no podía dormir, Stefan se había ido ya hace cuatro horas, no podía dejar de pensar en la estúpida pesadilla que acababa de tener, esta ves era diferente, era peor que las anteriores. Me levanté de mi cama y me senté en mi ventana para intentar relajarme y poder volver a dormir, funciono.

Cinco horas después me desperté, como era típico de estos últimos días no estaba de humor, siquiera estaba se humor para estar con Stefan. Me quite la pijama, tome una ducha, me vestí y salí de mi casa. Decidí ir caminando a un viejo lugar donde mis padres y yo íbamos de día de campo, tenía ganas de caminar para poder aclarar mi mente. Hoy no tenía ganas de hablar con nadie, y por ese alguien me refiero a Stefan. Tome unos libros que estaban en mi escritorio y salí de mi casa. Había olvidado que para llegar a el lugar al que me dirigía tendría que pasar por la casa de Stefan, cuando llegué a su casa solo seguí caminando. Estaba llegando a el pequeño campo al que solía ir con mis padres cuando una vos familiar me saco de mis pensamientos.

Stefan: hola! ___, estuve intentando marcarte pero no respondías.

Yo: hola, sí bueno, sucede que no estado de un buen humor, me estabas siguiendo?

Stefan: pues, yo creí que necesitabas un poco de compañía, pero si quieres puedo irme.

Yo: no ,siento ser tan antipática pero créeme no quiero causarte molestias.

Stefan: no me molesta, que hacías tu sola aquí?

Yo: pues creo que desperté con ganas de venir aquí - entrando al campo-

Stefan: quieres algo de compañía?

Yo: pues como gustes.

Stefan: ok, te gusta venir seguido aquí?

Yo: pues... Solía venir aquí con mis padres.

Stefan: cuéntame. - tomándome de la mano y entrando al pequeño campo-

Yo: pues tiene un par de años que no vengó aquí.

Stefan: por que?

Yo: pues ascendieron de puesto a mi padre en el trabajo, a si que en los últimos años no volvimos a venir aquí.

Stefan: es un muy lindo lugar.

Yo: sí bueno, que te gustaría hacer?

Stefan: pues tu dime, tu fuiste la que vino aquí.

Yo: pues traje conmigo unos libros.

Stefan: cuales?

Yo: traje tres porque aún no decido cual leeré,matar un ruiseñor, el gran Gatsby y correr o morir.

Stefan: podría leer contigo ahora mismo?

Yo: claro!

Stefan se acostó sobre el césped y yo me recosté junto a el. Tome el libro de el gran Gatsby y lo comencé a leer. Pasaron alrededor de 2 horas cuando Stefan interrumpió mi lectura.

Stefan: te gustaría ir a mi casa?

Yo: que ya te aburrió el libro?

Stefan: matar un ruiseñor!, que estas loca, es fabuloso, pero sinceramente lo he leído cientos de veces.

Yo: entonces porque no tomaste otro?

Stefan: porque también leí el gran Gatsby.

Yo: correr o morir.

Stefan: no me atraen mucho los libros modernos.

Yo: bueno señor Salvatore, sólo porque muero de hambre iré contigo.

Stefan: pues vamos!

Yo: espera amigo, sabes cocinar?

Stefan: pues no soy profesional pero...

Yo: decidido tu cocinarás hoy. -interrumpiendolo-

Stefan: segura?, porque podríamos simplemente comprar algo por ahí.

Yo: no, esta bien, pero si gustas yo podría ayudarte.

Stefan: esta bien, vamos.

Me levanté de donde me encontraba y comencé a seguir a Stefan, en el camino no paramos de hablar. Cuando llegamos a su casa me invito a pasar, su casa era muy grande, pero por alguna rara razón no había mucha luz dentro de la casa.

Yo: te gusta mucho leer? - parándome frente a un inmenso librero-

Stefan: si, bueno, hay uno que otro por ahí que no he tenido el tiempo para leerlo

Yo: genial!, y que cocinaras?

Stefan: que te gustaría?

Yo: no lo se, sorprendeme!

Stefan: bueno podrías empezar ayudándome a preparar una salsa. -señalándome los tomates al otro extremo de la cocina-

Yo: muy bien,estos malditos cuchillos no tienen filo!- intentando cortar el tomate-

Stefan: toma esto. -dándome un afilador-

Yo: gracias, no cocinas muy seguido verdad?

Stefan: pues la verdad es que no, como lo sabes?

Yo: los cuchillos.

Estaba intentando sacarle filo a los inservibles cuchillos de Stefan y por accidente se me resbalo de la mano el afilador provocando un corte pequeño pero profundo en mi mano, de momento no me dolió pero Stefan me volteo a ver de una forma espeluznante.

Stefan: yo... Yo, creo que tienes que irte - soltando lo que hacía y volteándose-

Yo: debes estar de broma.

Stefan: no es broma, es por tu bien.

Yo: sabes eres lindo pero aveces te comportas como un idiota- tomando una servilleta de tela.

Stefan: Porfavor, vete!

Yo: como sea, adiós. -tomando el bolso de mis cosas-

No podía creer que Stefan se comportara así, salí de su casa casi corriendo y con los ojos cristalizados, entiendo que hay personas que le dan náuseas la sangre pero esto era otro nivel de locura, lo peor de todo era que ya estaba oscureciendo y no tenía mi auto, no podía caminar en esta situación, llame a un taxi y este me llevo a mi casa, me curé la cortada de mi mano,me senté en la sala para ver la televisión

Y poder olvidarme de lo que acababa de pasar, me sentía mal, aveces yo podía se demasiado torpe, que en realidad era en muchas ocasiones, pero esto sobrepasaba las tonterías que había hecho, no lo podía creer, una chica de dieciséis años cortandose con un estúpido cuchillo, eso era estupidez total, pero lo peor de todo es que Stefan me halla echado de su casa cuando necesitaba su ayuda. Cuando me canse de estar en la sala subí a mi cuarto para dormir, mañana intentaría arreglar las cosas con Stefan, por lo menos lo intentaría.

SAY SOMETHING (Stefan Salvatore y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora