única parte.

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Enji Todoroki siempre ha sido una persona de muy pocos amigos, y sus malos actos lo llevaron a distanciarse de su familia, incluso de su hijo "favorito". A pesar de tratar de arreglar sus errores, vive una vida algo solitaria y normal. Bastante simple y con la misma rutina.

Despertarse, hacer su higiene personal, ir a su trabajo como héroe, cumplir misiones, patrullar hasta muy tarde, regresar a casa y ver televisión sin ningún motivo mientras cena, repetir.

Quizás no era una rutina sana pero estaba satisfecho con eso, de vez en cuando visitaba a su hija Fuyumi, era la única que realmente lo aceptaba en casa incluso después de haberse casado. Ella siempre fue demasiado buena con el, demasiado.

Natsuo por su parte no aceptaba de ninguna manera a Enji, ni siquiera fue invitado a su boda y se enteró meses después que ya tenia una hija. Se sintió mal por ello.

Touya siguió sus estudios y consiguió un trabajo, no han hablado en muchos años, asi que supone que está bien... Y Shouto.

Todoroki Shouto.

Su hijo preferido se había casado con la hermosa y gentil Ochako Uraraka hace unos meses, fue invitado a la boda y claramente asistió. Se sintió raro ser invitado en persona por el mismísimo Shouto, pero estaba feliz por ello. Mantenían cierta comunicación, quizás algo cortante pero al menos sabía cómo iba la vida de su hijo.

Quizás Shouto es el más cercano a el... O quizás Fuyumi, no lo sabía realmente.

Ahora que explicamos brevemente la vida actual del héroe número uno, el estaba regresando de una jornada larga de trabajo, se sentía un poco irritado debido a la dificultad del villano que estaba arruinando la paz, pero estaba en casa y eso lo hacía feliz, o al menos calmado. Lo primero que hizo fue claramente quitarse su traje de héroe y ponerse una ropa bastante cómoda, pensó en darse un baño pero se sentía demasiado exhausto para ello.

Y fue ahí en donde su teléfono sonó.

Alzó una ceja y saco el teléfono de su bolsillo viendo el nombre de Shouto, oh, su hijo estaba llamándole bastante tarde a decir verdad.

—¿Shouto?—Contestó el telefono.

—Ah... Enji...eh, padre. —Se corrigió brutamente.—Se que es muy tarde pero... ¿Puedo ir a tu casa? Necesito hablar.

La voz de Shouto se escuchaba rara, temblorosa y quizás un poco cortante, era bastante extraño oírlo de esa manera, y no pensó dos veces en aceptar.

—Claro que puedes venir, Shouto. Siempre eres bienvenido.

—Gracias.— Fue lo único que dijo.

Soltó un suspiro pesado cuando colgó la llamada, ciertos truenos comenzaron a oírse dando a entender que una lluvia de aproximaba, esperaba que su hijo llegará rápido o que viniera en un carro. Era demasiado extraño y algo irritante, solo quería descansar por lo que se dirigió a la cocina para poder preparar un café para ambos, hoy quizás iba a ser una noche larga.

[ . . . ]

Después de cierto tiempo el timbre sonó, Enji se levantó rápidamente abriendo la puerta, la escena que se encontró no le agradaba para nada.

Shouto estaba con la mirada baja, completamente mojado por la lluvia, tenía un semblante bastante deprimente; sin pensarlo dos veces se hizo a un lado para que él pasará.

—Vamos, pasa Shouto, vas a resfriarte si sigues en ese estado ve a tom-

Antes de siquiera terminar la frase, Shouto ya se había abalanzado contra el en un abrazo bastante fuerte mientras comenzaba a temblar y no por el frío, si no, por nervios, enojo, rencor, tristeza... Tanta negatividad junta. Incluso podía oír leves sollozos ahogados en su camisa. Nunca le había visto de esa manera, solo cuando era un niño, pero ahora es un adulto...

—¿Shouto...? —Estaba paralizado, realmente que lo estaba. No sabía qué hacer, temía que si lo envolvía en sus brazos iba a asustarse o enojarse pero tampoco quería dejarlo asi, era confuso.

—Ochako me engañó...—Fue lo único que dijo ahogado en sollozos.

Y ahí fue cuando comprendió la situación y sin pensarlo, unió a Shouto en sus grandes brazos, le dió el abrazo más fuerte que pudo. Ante eso, pudo sentir como el chico comenzaba a desahogarse, las lágrimas comenzaban a desbordarse poco a poco hasta donde simplemente lloraba, lloraba desconsolado por lo que sentía.

Su corazón estaba completamente roto y solo Enji lo sabia. Su mano se dirigió hacia los cabellos bicolores del chico y comenzó a acariciarlos lentamente mientras simplemente emitía un "shhh.." calmante para el chico, se supone que las madres consuelan a sus hijos de esta manera, pero Enji lo estaba haciendo con Shouto.

Dió algunas miradas a su alrededor y se separó un poco del chico para dirigirlo hacia el sofá y sentarlo cuidadosamente. No parecía querer soltarle así que batallo un poco en su acción, pero cuando por fin estuvieron sentados, la situación parecía ponerse más cómoda para el chico.

—Shouto... Realmente no sé que decirte. Es bastante...

—No digas nada sobre eso... N-no quiero hablar de eso más.

Solo se limitó a asentir mientras aún acariciaba los cabellos bicolor, Shouto le miró por un instante, estaban tan unidos que apreciar cada detalle de su rostro era inevitable, aquella quemadura en su rostro comenzaba a verse más clara conforme pasaban los años, sus mejillas estaban rojas por el llanto y las lágrimas comenzaban a desvanecerse. Sus labios estaban de un tono rosado y no sabía por qué. Esa escena valía oro, pero no quería enfocarse en ello.

Hace años que no veía a su hijo llorar, y la acción que creyó más aceptable fue darle un beso en la mejilla.

—¿Los demás ya saben de esto...? —Murmuro.

Shouto negó con la cabeza.

—Cuando me enteré... Simplemente quise venir aquí.

Decir que el corazón de Enji no de aceleró es una mentira total. Era bastante egoísta decir que se sentía feliz por ello, pero lo hacía. Simplemente volvió a abrazarle.

—Vamos, será mejor que tomes un baño caliente, vas a enfermarte. Te prestare ropa mía, hoy te quedarás a dormir. —Hablo en un tono bastante cuidadoso para el chico, este solo asintió mientras se separaban poco a poco del abrazo.

Parece que Enji y Shouto tendrán una noche larga llena de consuelos.

Consuelo | EnjiShoto | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora