Capítulo 1

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Natalia se metió a la casa de Alba, dejando las llaves y los contenedores de comida para llevar en la encimera de la cocina. Había sido una semana larga y ambas decidieron celebrar que todo había terminado, teniendo un viernes casual de películas en casa de su mejor amiga.

La más alta siempre traía la comida y recientemente la rubia había decidido darle un juego de llaves extra de su casa. Ninguna de la dos pensaba que era raro, pues ambas eran bienvenidas al hogar de la otra abiertamente y se sentía natural.

-He traído algo de cena. iEspero que tengas ganas de comida china! - Natalia le avisó mientras se quitaba y colocaba su chaqueta sobre la silla.

Natalia escuchó los pasos de Alba sonar en las baldosas y pudo oler un atisbo de su dulce perfume antes de girarse y verla completamente. Alba Reche era spectacular, perfecta en su apariencia. Esta noche estaba "casualmente" vestida en unos jeans muy apretados que acentuaban deliciosamente su trasero y una simple camiseta que formaba sus senos.

Natalia tuvo que forzar su mirada hacia otro lado. Imaginar lo que tu mejor amiga tenía bajo toda esa ropa no era muy apropiado.

-Tiene una pinta que te cagas y tengo un vino blanco perfecto para acompañar- Alba sonrió, moviéndose para sacar el vino del gabinete.

Natalia gruño ligeramente para sí misma, mientras Alba se estiraba para alcanzar las copas que estaban en la última repisa del gabinete, causando que la blusa se le levante exponiendo su abdomen.

Enfocando su atención hacia el frigorífico para coger una cerveza, Natalia trató de no pensar en cómo se sentiría tener a Alba apresada entre su cuerpo y la encimera, y como se verían sus mejillas sonrojadas por el sexo.

-Mi madre te ha invitado a cenar mañana domingo- Natalia dijo tratando de liberarse de los pensamientos pecaminosos que estaba teniendo su cerebro.

-Qué bien! Dile que llevaré el postre- Alba sonrió, sentándose con su vino y su contenedor de comida china en el sillón a lado de Natalia. Siempre se sentaban demasiado cerca y ninguna de las dos le daba demasiada importancia.

Alba le sonrió a la chica que estaba sentada a su lado. La chica que había cambiado su vida por completo. Aquí estaba ella sentada en su lujoso y caro sillón, comiendo de un contenedor. Natalia había puesto su mundo de cabeza en más de una forma. Por primera vez Alba sentía que tenía una familia.

Sonriéndole tontamente a la detective, Alba tomó un sorbo de su vino.

-¿Qué vamos a ver esta noche?- Natalia preguntó, casi adivinando cual seria la respuesta, tenia que admitir que aunque no le gustaban particularmente los documentales estaba dispuesta a verlos por Alba.

Además. Alba ha estado hablando de un documental en especial que estuvo toda la semana y no tuvo la oportunidad de verlo por ocuparse del caso.

Alba sonrió satisfecha para sí misma entendiendo que Natalia ya había cedido a ver lo que ella quisiera —Bueno hay un documental de un estudio que están haciendo en el Canal Médico...

Natalia giró los ojos, cogió el mando, encendió la tele, puso el canal y se sentó casi recostándose en el sillón, comiendo tranquilamente de su contenedor como una nutria; hasta que la intro del documental empezó.

"Hoy en el Canal Médico. ¿Te excita ver porno? Diferentes tipos de porno, ¿Cuál crees que puede ser el que te excite más? Aprende sobre tus preferencias sexuales esta noche aquí en el Canal Médico."

Natalia casi se atraganta con su arroz y rollizo de primavera. — No... No, no, no!, lo siento. No vamos a ver un documental sobre porno.

Alba frunció el ceño -¿Por qué?- Su cara gritaba inocencia.

-i¿Por qué?! i¿Es en serio Alba?!- Natalia preguntó completamente asombrada. —iEs porno! O sea, como, vídeos de personas desnudas y follando! No quiero ver a un tío asqueroso tirandose a una tía con tetas grandes.

Alba puso su comida a un lado, y ladeando su cabeza hacia Natalia le dijo

—No hay nada de qué avergonzarse. El porno es legal para cualquiera mayor de 18 años. Tú tienes 20 y yo 21. La industria del porno recolecta cerca de un cuarto de sus ganancias en Miami. No es tan taboo como lo fue cuando nuestras madres estaban creciendo. Además, nunca he dicho que sería entre un chico y una chica.

Natalia se quedó con la boca abierta de par en par - ¿perdona?
-Me refiero a que el porno es aceptable de una forma...
-No, entiendo a lo que te refieres Alba- Natalia soltó suspiro —lo que quería saber es... ¿a qué te refieres con que "no entre una chica y un chico?"

-Exactamente ¿cuál es la clase de porno que te pone ¿ah?- tan pronto como las palabras dejaron sus labios, Natalia se arrepintió de haber hecho la pregunta por varias razones.
-Bueno... No estoy segura. He visto en el pasado por razones investigativas, pero tengo que admitir que esta es mi primera vez viéndolo por razones recreacionales. Y el especial de esta noche es sobre un peculiar tipo de porno lésbico- Alba sonrió, leyendo la descripción de la revista en su mesa.

Natalia se mordió el labio, cerrando brevemente los ojos - ¿De verdad quieres ver
esto?
-Sí, Nat. Creo que será interesante ver las diferentes interacciones sociales y
-Si vamos a ver porno lésbico juntas no puedes ponerte a analizarlo ¿ok?- Natalia interrumpió advirtiéndole.

Alba se rio y asintió. Hablar acerca de eso siempre ponía a Natalia inquieta y para ser sinceros Alba esperaba que Natalia se arrepintiera de haber aceptado de inmediato —vale Nat, trato hecho.

Mientras el programa comenzaba de nuevo, Natalia se acomodó en el sillón. Su comida estaba abandonada a un lado. No tenía ni idea de en lo que se acababa de meter.

Cuando las imágenes pasaron en la pantalla, Natalia estaba en la mitad de decirse a sí misma que esto no iba a afectarle. Que ver porno lésbico con tu mejor amiga, por quien has estado babeando desde la primera vez que la conociste, la amiga que hizo que te cuestionaras tu sexualidad; era completamente normal.

Natalia giró la cabeza para ver a Alba. Mordiéndose el labio, Natalia trataba de descifrar qué pasaba por la mente de Alba, pero no podía. Sus ojos se desviaron hacia abajo, para mirar sus labios y de repente tuvo las ansias de besarla. Dichas ansias no eran algo nuevo, Natalia lidiaba con ellas día a día. Pero, querer besar a tu mejor amiga mientras veían un documental sobre porno... Natalia nunca había pensado que sus vidas podrían volverse aún más raras.

Mientras la morena miraba como se le abrían los ojos a la más bajita a causa de la escena que estaba pasando, Natalia sintió un pulso de adrenalina recorrer a través de ella. Volviendo su mirada a la pantalla había una mujer con los ojos vendados y atada. La palabra "bondage" estaba escrita en toda la pantalla.

Natalia sintió cómo la humedad empezaba a aparecer entre sus piernas... Esta sería una noche demasiado larga.

Lo que ver porno con tu mejor amiga puede hacer (ALBALIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora