Prólogo

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Grandes multitudes cubrían las calles de la ciudad principal del reino; Merkez. Sentimientos de tristeza, angustia, lamento; eran algunos que veíamos a simple vista.

Todos marchaban rumbo al templo alzado por la iglesia. Pues en ese sitio, el gran Héroe Biisan, sería velado.

El gran Héroe quien venció a la reencarnación del Rey Demonio Kilded, lamentablemente había muerto también. Hoy, el mundo estaba de luto.

«Nunca pensé que esto era lo que uno experimentaba después de la muerte.»

En lo alto, observando con claridad toda la ciudad, una pequeña flama podía verse rondando los alrededores.

[99:42:34]… [99:42:33]… [99:42:32]… [99:42:31]…

«Sistema. Significado de ese contador hacia atrás.»

Para extraño que pareciera. La pequeña flama que se movía libremente por el aire, era el héroe Biisan.

A quien fuera que hablara, pareció responder.

<Respondiendo… Cuando un individuo muere. Se tiene que analizar completamente su ser para usar su alma en su siguiente reencarnación. Actualmente ha dejado de ser un humano para pasar a ser un intangible. El tiempo de análisis, será mayor a cuánto más poderoso sea el individuo. Siendo el mostrado actualmente.>

La voz femenina que respondió, sonaba metálica y sin mucha emoción.

Biisan no tenía que ser un experto para saber que ya no era un humano.

__________

Nombre: Biisan
Edad: 28
Raza: Intangible

Nivel: 100
Clase: Héroe 
Título: Salvador de Calamidades. +++

Estadísticas:
Fuerza: SSS+ 
Magia: SSS+ 
Resistencia: SSS+
Velocidad: SSS+
__________

En el mundo de Biisan, todo estaba ligado a la Ley de Vida creada por los dioses. Esto prácticamente era equivalente a un sistema parecido al de un videojuego RPG.

Ganar experiencia, subir de nivel y aumentar tus estadísticas. Eso era el pan de cada día para la mayor parte de habitantes.

Al ser un Héroe, Biisan tenía un crecimiento mayor al de otros, aunque eso no le quitó el hecho de que toda su vida se entrenó en el uso de la espada y técnicas de combate.

Era triste para él el saber que murió. Un pequeño consuelo, era que no poseía una familia; esto debido a que desde niño, fue criado por la iglesia. Solo había una cosa que lamentaba profundamente.

«Las chicas deben ser quienes más estén sufriendo…»

Para estos momentos, Biisan en su forma de flama, ya merodeaba las calles. Se dio cuenta que literalmente nadie podía verlo, ni tocarlo. Simplemente pasaba a través de todo.

Aún tenía acceso a sus habilidades. Pero cada que intentaba usarlas, un mensaje de restricción salía.

[No se te permite tal acción]

¿Y qué hizo mi harén cuando morí? Volverse... ¿unas perras?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora