PRÓLOGO

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Issei Todoroki pensó que su vida era tranquila, e incluso un poco aburrida por la rutina. Por lo que su tía Fuyumi convenció a su padre de mandarlo a un campamento mixto de verano a Estados Unidos. Ya saben, para disfrutar la adolescencia. Con 14 años jamás se vio involucrado en una pelea, una real donde puños y gritos existen en forma de moratones.

Hasta que lo conoció a él en dicho campamento, por su culpa fueron castigados él y sus amigos mientras qué este tomó la culpa de sus amigos para que no los castigaran aún si el chico no tuvo gran participación. Algo estúpido pues no entiende el porqué de hacerlo. Es una molestia.

Yussei Midoriya. Un chico japonés de aspecto rebelde por el acomodo de su rojo cabello y actitud intimidatoria haciendo contraste sus habilidades físicas e intelectuales.

Se vieron atrapados en la misma cabaña de castigo debido al incidente, una pelea entre chicos. Al estar ahí el equipo contrario les hicieron una broma de globos con agua y harina al salir. Pasó dos horas quitandosela del pelo. Cuando Yussei salió del baño quedó pasmado

-Estoy alucinando ¿verdad?

-No. Tu cabello... no es rojo

Yussei tenía la misma tonalidad verde de su propio cabello, y los mismos ojos grises tormenta. Mierda.

-¿Qué mierda?-la cara de Yussei era todo un poema. Se hubiese reído si no se viera como él. Literalmente

-Eso digo. Hasta hace un rato tu cabello era rojo

Yussei arrojó la toalla a su cama

-Era temporal. Lo teñí por la fiesta de disfraces. No recuerdo haberte visto ahí.

-Fui de pirata

-Ya

Ambos se sentaron en la cama viendose con miradas calculadoras. Issei creía ver a su doppelgänger. La única diferencia residía en que su contrario llevaba el cabello corto y despeinado, mientras que él por debajo de las orejas. Todo esto es confuso como la mierda. Y lo sobrepasa porque el no maldice. No mucho. El chico se sentó en su cama

-A pesar de que prácticamente somos iguales en apariencia, tus ojos me recuerdan a alguien-inquiere Yussei con su barbilla recargada en su mano

-Lo mismo pienso, tienes el cabello de mi mamá-Issei apunta su cabello

-¿Tu mamá?

-Hay algo complicado ahí. Verás, yo no lo conozco. Solo tengo la mitad de una vieja foto que encontré en el cajón de mi padre un día que buscaba un resaltador para la escuela. Le pregunté quién era. Respondió con una sonrisa melancólica, dijo: es mamá. Comencé a cuestionarlo con preguntas pero me ignoraba así que me dejó conservarla con la condición de que me fuera

-Que curioso. Mi papá también tiene una foto por la mitad. Yo la encontré debajo de su almohada un día que hacía su cama. Se puso triste cuando le pregunté quién era y no me la dejó pero- Yussei sonrió con astucia y mostró su móvil-le tomé una foto cuando el trabajaba

Luego de aquello pasaron un par de horas hablando de todo y nada, contando los problemas en los que Yussei se metía sin que su papá se diera cuenta o como Issei en ocasiones le hacía bromas a su padre con ayuda de sus tíos. Ambos sientieron curiosidad por lo que cada quién mostraría sus fotos. Al final, Issei decidió mostrarle su foto más preciada.

Corrió a la cajonera donde guardaba sus pertenecias; y la fotografía. Le gustaba verla antes de dormir. Dicho papel lo puso contra su pecho.

-Es la única que tengo

Entre los dedos del chico, Yussei alcanza a ver una peculiar caligrafía escrita en dicha fotografía. Una dedicatoria.

-Esa... esa es la letra de mi papá

PLAN G [TODODEKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora