MAS ALLÁ DEL CIELO Y EL MAR

ELLA

En mi vida a veces tan miserable como cuando ella no estaba, pensaba en ser invisible por completo solo para ver como se comportaban los de mi alrededor cuando yo no estuviera. 

Tan necesitado de afecto estaba que pensaba que tus seres queridos te dicen que te aman solo cuando estas muerto. Quería que demostraran cuanto me amaban, me necesitaban y lo importante que era en sus vidas, no lo hacían; a excepción de ella, esa dulce mujer que devoraba mis días en alagos y mimos cada vez que llegaba a casa cansado después de un largo día de trabajo, sí en efecto hablo de Emilia mi esposa. Aunque sabía que yo no lo decía muy a menudo pero les daba a entender que los amaba.

Aún no me he presentando, mi nombre es Bernardo Acosta, dueño de una cadena hotelera, tengo 56 años, una esposa maravillosa que siempre hace lo mejor por nosotros, ella es perfecta, ella es el amor de mi vida y la conozco como la palma de mi mano, por lo tanto se que jamas me traicionaría. Tengo 3 hermosos y exitosos hijos, cada uno con su carácter y diferentes problemas, sin embargo son mi orgullo; mi hijo mayor, Anibal de 26 años, mi hermosa hija, Mikaela de 20 y el mas pequeño, Rafael de 17. 

Emilia siempre ha estado ahí atendiendo a nuestra familia, amándonos incondicionalmente, educando y sacando adelante a nuestros hijos, vaya no me canso de repetir que es perfecta, es la mejor mujer del mundo.

Generalmente es ella quien se encarga de todo lo relacionado con la casa, aunque tenemos tres muchachas que nos ayudan al orden y aseo de la casa, estoy consiente de que es muy grande y con muchas habitaciones, y se que ella a veces puede terminar muy cansada, con ánimos de solo acostarse a dormir al final del día y no solo por eso la admiro si no que a pesar de todo tiene una sonrisa maravillosa en el rostro.

Decía mi padre que no puedes confiar en una mujer por completo aunque sea tu esposa, decía que ellas podían llevar a la quiebra a un hombre, incluso hasta la muerte; pero yo no le creí a mi padre, si él conociera a mi mujer cambiaría su forma de pensar.

A pesar de ella ser tan perfecta, me hacía falta algo y no sabía lo que era, siempre estuve acostumbrado a sus atenciones y muestras de afecto, pero últimamente esta distante y no tiene la misma actitud de antes. Ella sale a menudo, supongo que sale con sus amigas a tomar café o platicarse de como van sus vidas con sus maridos, los hijos, el hogar, etc. Cosas que platican entre mujeres; sin embargo ella está cambiando. La amo y no quiero perderla.