Algún día de marzo de 2017, el día que te conocí:
Marzo era un mes difícil para mi, lo sigue siendo. Cumpliría años un familiar que ya no estaba.
En ese entonces no había asimilado su muerte, el duelo fue prácticamente nulo porque yo me encontraba a su vez en una situación existencial espantosa.
Primera semana de marzo:
No se cumplía ni un año de su muerte, era el primer cumpleaños que no festejaba con ella, con mi abuela. Una persona incondicional en mi vida que influyó y marcó muchísimo mi crecimiento y adolescencia. Vivíamos en el mismo edificio pero en diferentes apartamentos, entonces la veía siempre.
Casi un año después empece a sentir su ausencia lentamente, o al menos entendí el motivo de su ausencia, se preguntarán: ¿Como es eso posible si casi hace un año no la ves? Negué completamente la idea de que había fallecido, me convencí a mi misma que no la iba a ver por un tiempo, que estaba en un viaje o en alguna actividad que le requería ausentarse un tiempo ilimitado, para luego yo, acostumbrarme a su ausencia y asimilar de a poco que no la iba a ver más y que tenía que estar lista para entender que ya no formaba parte de mi presente, sino de mis recuerdos.
En ese momento creí que fue lo mejor que pude haber hecho. Ahora me doy cuenta que no. Pero es lo que me salió. Y aprendí un montón, ya que trajo consecuencias.
Cabe destacar que lloré desconsoladamente un montón de noches, en el fondo sabía que no iba a volver, sabía la verdad.
Pero si lo aceptaba, sabía que nunca más iba a escuchar su voz, por tanto me iba a olvidar del tono en el cual me hablaba y eso era algo a lo que no me quería enfrentar.
¿Por qué lloraba en las noches? Sigo llorando en las noches, es cuando mi familia duerme y es el único momento en el que me encuentro cómoda para llorar, no puedo llorar adelante de otro, tiene un trasfondo que todavía no entiendo. Pero no me lo permito. Puede que alguna que otra vez no habré aguantado el llanto y lloré en público, pero hago lo imposible para evitarlo. Aprendí a controlar cuando dejarme sentir. En realidad no se si aprendí a controlar cuando dejarme sentir, pero si aprendí a cuando, donde y con quien expresar los sentimientos, principalmente la tristeza.Volviendo a Ese día de marzo; estaba esperando para tener clases y te vi entrar. Me pareciste hermosa. El entorno me dejó de importar, no pensaba en nada, Solo te veía y te admiraba (lo supe un tiempo después que gran parte fue admiración). Para mi fue una eternidad, lo sentí como en cámara lenta, Pero fue en cuestión de segundos que te perdí de vista. Note que Me llevabas un par de años, eras más alta y tenías más carácter que yo, lo podía percibir. Se notaba tu experiencia en vida, y eso es algo que me motiva a querer saber más de vos.
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Vos ,/y mi estado de ánimo.
RomanceAño 2017. Te conocí cuando ya no quería conocer a nadie más, pero sin quererlo llegaste y todavía no te vas. Te quise cuando ya no podía sentir, cuando me daba vergüenza quererte y querer. Te sentí cuando ya no sentía. Me enamoré, aunque no me ena...