Un día como cualquier otro comenzó en aquella ciudad, un grupo de chicos que se habían juntado para dormir luego de una pequeña fiesta por el cumpleaños número dieciséis de un chico de cabellos castaños comenzó a despertarse, uno tras otro.
―¡Vamos chicos! ¡Arriba, arriba! ―
La voz animada de uno de ellos fue lo que terminó de despertarlos.
No, no por su gritos... bueno, sí, pero no era a eso que se referían.
―¡¿Riku?! ― una chica de cabellos pelirrojos se levantó de golpe, mirando atónita como aquel albino levantaba a todos con una sonrisa en el rostro.
―¿Yep? ― fue la única respuesta que recibió, seguido de una risa. ―Sora, vamos, levántate ya.―
En el mismo colchón donde él estaba durmiendo hacía a penas unos minutos, una figura más pequeña se removió, soltando un pequeño quejido antes de sentarse en la cama.
―Ya estoy despierto Riku... no necesitas saltar así. ― a penas y se escuchó una risa, mientras se ponía de pie y comenzaba a ordenar las cosas.
Los demás no podían sino mirar sin entender nada de lo que estaba pasando, viendo como un albino mayor se pegaba al más pequeño como si de un cachorro buscando atención se tratara, y para empeorar las cosas, el chico no parecía notar que había dado una vuelta de ciento ochenta grados a su personalidad habitual.
―Eh... Sora... ― llamo un chico alto de cabellos rojos que a penas y se ponía de pie.
―¿Sí? ― se giró hacia él, terminando de recoger las mantas del suelo.
―¿No te parece raro que tu novio esté... ya sabes... ¡jodidamente cambiado?! ― hizo unos movimientos rápidos y exagerados con los brazos, señalando al otro chico.
―¡Axel! ¡Cuida un poco más tu lenguaje por amor a Nomura! ― frotó suavemente su entrecejo, mirando luego a su pareja que seguía dando saltos en lo que recogía las cosas que faltaban. ―¿De qué hablas? Riku está igual que siempre. ― finalizó, mirando curioso al chico.
Ahora sí, todos estaban con la boca abierta.
―¡¿Nos disculpan un segundo?! ―
Todos salieron casi corriendo hacia el garage de la casa, dejando sola a la pareja quienes solo se miraron con desconcierto, únicamente para luego seguir con sus labores.
―Chicos... ¡¿qué está pasando?! ― Demyx se hallaba alterado, ¿qué acaban de ver?
―Hey... tranquilos... debe haber una explicación...― ni Saix se creía a sí mismo.
―¿Qué pudo pasar? Anoche estaban igual que siempre...― Naminé no sabía si estaba asustada, preocupada, alterada... solo sabía que indiferente no estaba.
―¿Y si es una broma de ellos? ― intentó razonar Xion.
―Para nada. ― sentenció Roxas. ―De Sora tal vez, ¿pero Riku? ¿En serio te lo imaginas saltando de un lado a otro solo para jugar con nosotros? ―
Todos negaron.
―A ver, repasemos.― habló Axel. ―Ventus, ¿qué vimos? ―
―¿Eh? ― el chico do un respingo. ―Pues... Riku parecía una chispa andante, cosa que normalmente caracteriza a Sora...―
―Bien.― miró al otro rubio. ―¿Roxas? ―
―Pues... Sora estaba actuando como un adulto, ese es el papel de Riku.―
―Correcto... ― miró a Naminé.
―Además... no parecen notar que sus personalidad están cambiadas...―
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Hum... ¿Cambio?
FanfictionRiku y Sora amanecieron algo cambiados, cosa que no pasó por desapercibido para sus amigos y compañeros. ¿Cómo no notarlo? ¡Habían cambiado completamente sus personalidades! ______________________________________ Los personajes pertenecen a la sag...