Capítulo 2:

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Eran las 7:38, Marta estaba esperando a que Alba llegase a casa para ir caminando al instituto. Mientras la esperaba, cojió su móvil y entró en Instagram. La primera publicación que le salió era del cantante Shawn Mendes, su artista preferido desde que una amiga le recomendó escuchar una de sus canciones, Stitches. Le dió a me gusta y comentó:
- I love u, Shawn.

Luego, empezó a ver Instastories, primero le salió Selena Gómez, que dedicaba sus stories a todos los fans que asistieron al concierto del domingo pasado. Posteriormente, saltó a la storie de Ángel, un chico guapo y deportista, un poco idiota. Marta se queda un momento mirando el rostro del chico, Le chorraba la baba, y...

*Una llamada interrumpe ese momento*
Marta coge el teléfono.
- ¿Diga, quién es? - preguntó Marta dudosa.
- ¿Marta? ¿No tienes mi número guardado? - dijo Alba.
Marta reconoció su voz al instante.
- Joder, es que me tuve que cambiar la tarjeta SIM y todavía no he guardado ningún número de teléfono, ni el de mis familiares.
- Ah, es verdad. Me lo comentaste. Que se te cayó el móvil al váter y se estropeó la tarjeta. - resaltó Alba.
- Si! Jajaja. Ahora salgo. - dijo Marta.
*Alba cuelga el teléfono*

Normalmente, Alba llegaba un poco tarde, Marta estaba alucinando. Alba siempre lo apuraba y entrábamos en clase segundos antes de que sonase el timbre que indicaba que era la hora de empezar.
Marta se levantó del sofá, cogió un paraguas por si llovía y abrió la puerta:

- ¡Hola Marta! ¿Cómo ha ido el finde? - preguntó Alba con intención de que Marta le contase si se enrojó con alguien  en la fiesta del sábado.
- Si preguntas por la fiesta del sábado, estás equivocada, no me tiré a nadie.
- Joder Marta, últimamente no ligas nada. - dijo Alba.
- Ese es mi problema, no el tuyo. - gritó Marta.
- Solo era interés. Es que el sábado no sé exactamente lo que me pasó. Bebí más de la cuenta y acabé borracha. - explicaba Alba.
- ¿Enserio? - preguntó Marta.
- Si, pero lo peor no fue eso. Al día siguiente, desperté en casa de Lucas, tu ex. - susurró Alba.
- ¡Será cerdo! Si tienes algún problema con él me lo dices, ¿vale?
- Tranquila, fue bueno conmigo. - dijo Alba.
- ¿No me digas que te liaste con él después de despertarte? - Preguntó Marta.
- ¡La verdad es que sí! - exclamó Alba.
- ¡Madre mía! No os va a durar nada la relación.
- Me gusta un poco. - dijo Alba.

Marta se quedó quieta durante unos segundos, y...
- ¡Mierda! ¡Me he dejado el pendrive en casa! - exclamó Marta.
- ¿Qué dices? Si te lo había recordado. - remarcó Alba.
- ¡Si, si! Ahora vuelvo. Ve yendo. - dijo ella.

Marta salió corriendo a casa a por su pendrive. Su casa estaba a medio kilómetro del instituto.
Marta llegó a casa, iba corriendo y deprisa. Vió la furgoneta de Sergio, el electricista del pueblo.

- ¡Hola Sergio! ¿Qué haces tú por aquí? - preguntó Marta.
- Pues tu madre, que me a comentado que el contador se ha estropeado.
- ¿Si? No recuerdo que me lo haya dicho.
- ¡Ay, Marta! Los adolescentes de hoy en día, vais tan estresados que os olvidáis de todo. - dijo Sergio de forma cañonda.
- Puede que me lo haya dicho. Bueno, voy dentro que me he dejado una cosa para clase. ¡Adiós!
- ¡Adiós, Marta! - finalizó Sergio.

Marta entró en su habitación, cogió su pendrive y vió a su madre salir del despacho:
- ¿Qué haces aquí? - preguntó su madre.
- Qué me había dejado el pendrive en casa, bueno me voy que llego tarde a clase. - dijo Marta agobiada.
- ¡Adiós hija! - exclamó Susana.

Marta salió de casa corriendo al instituto, eran las 7:57.

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⏰ Última actualización: Apr 20, 2019 ⏰

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