Después de haber comido, fueron al Río Han, disfrutaron del atardecer como cuando Jiwon llego a la vida de HanBin.
El mayor se perdió en el bonito perfil de Jiwon, este sonreía a los cachorros que pasaban junto a ellos.
"Eres lo más hermoso que tengo en mi vida." El mayor habló sin dejar de mirarlo, Jiwon por su parte se sonrojo. "Agradezco tanto haberte encontrado." Y le robo un beso en su mejilla.
Después de aquella confesión, ambos fueron a casa con una aura de amor.
Al llegar a casa el menor fue directo a su recamara mientras que HanBin se quedo en la cocina.
"Binnie" Se escucho en la puerta de la cocina, el mayor volteo, se le hizo agua la boca. "¿Te gustan?"
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HanBin se acerco a él y lo beso como si no hubiera un mañana, de todas las decisiones que Jiwon había tomado, esa había sido la mejor de todas.
El mayor le subió sobre la mesa, abandonando sus labios, bajando por la longitud de su cuello dejando un camino de pequeños besos, Jiwon por su parte, soltaba jadeos y pequeños gemidos.
HanBin sabía que no podía, aún, tocar los botones de su compañero, por lo que, muy indignado, tuvo que abandonar esa zona.
Esa noche ambos se volvieron a unir como uno solo, diciéndose palabras cursis, siendo la obscuridad testigo de ello.
