la tragicomedia de la vida.

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El olor del cigarrillo se sentía en toda la habitación, mi mente daba vueltas y no dejaba de pensar en los buenos tiempos. Mi alma estaba rota tan rota como si fueran cristales.

<<¿Porque dejamos que nos pasara esto>>

Esa pregunta no dejaba de resonar en mi cabeza.

Escucho el tono de mi celular pero no lo veo por ningun lado, busco entre las sábanas y lo encuentro bajo la almohada.

--¿bueno?--

--Ana ¿Dónde estás? Te estoy esperando--

--ya estoy en camino maria-- le respondo mientras me siento de la cama y miro la hora.

<<2:30 pm mierrda>> digo en mi mente.

--bueno ni te apures, solo te llame para decirte que la función comienza a las 3:30 tienes una hora.--

--esta bien chao--

Miró al techo de mi departamento <<no tengo fuerza, para seguir>> pienso.

Me quedo un minuto reflexionando sobre mi vida, y cuando menos me doy cuenta esa sensación sale de mi ser en forma líquida corriendo por mis mejillas. <<Ya basta de tonterías, no puedes cambiar el pasado, levántate y cámbiate>> me digo y de mis pocas fuerzas de mi ser, me levanto y me dirijo al baño, miro mi rostro en el espejo y sonrió al ver mis ojos verdes, como el pasto de verano, y mi cabello bicolor por la pintura que ahora solo queda en las puntas, debo admitir que me encanta ese color azul que hace contraste con el negro de las raíces.

Bajo la ducha no puedo en evitar derramar lágrimas, no se si es por lo cálido del agua que corre por mi cuerpo desnudo que me trae recuerdos duros, o por no tenerlo a mi lado.

Salgo de la ducha y tomo mi pantalón negro, una blusa blanca y una chaqueta de cuero.

Enciendo un cigarrillo y caminó por el bulevar, la música resuena en mis auriculares.

<<Qué linda tarde>> pienso mientras el aire fresco roza mis mejillas y el sol calienta mi piel. Era una sensación poética, si los dioses existieran tendrían que estar ciegos, sordos, y locos por causarnos tanto dolor.

<<Solo somos piezas de este juego>>

--porfin llegas ana-- me dice maría, esa chica es hermosa, su piel oscura y sus cabellos rizados hacen contraste con sus ojos azul celeste. Y su cuerpo atlético y bien desarrollado. <<podría conquistar roma.>> Pienso.

--lo siento, se me fue el tiempo--

--ni te preocupes aún nos queda 20 minutos--

--si esta bien, ¿Compramos algo?--

--ana yo quiero dulces y palomitas--

--vamos pues-- digo <<no pareces de 20 años>> pienso mientras miro a la chica que juraría que tiene 17.

--¿Otra ves lo recordaste Ana?-- me dice maría mientras come una gomita.

--¿Por qué lo dice?--

--porque tus ojos están cristalinos, ¿sabes que es eso? Tristeza--

--como no recordarlo si por el soy todo lo que ves.--

El olor a mantequilla me acariciaba como terciopelo, en lo personal me parece un olor nauseabundo.

La tarde transcurrió normal entre risas y sonrisas, en la noche llovía de camino a casa.

<<Lluvia eso me encanta>> pienso mientras camino a mi departamento, la fría sensación de las lluvias de otoño me acariciaba la piel, las luces de la calle, los autos y los puestos creaban una atmósfera que con la lluvia me llenaban de una magia tan, poética.

--niña estás empapada-- me dice la encargada del edificio, esa señora de unos 40 años tan amable y dulce como un pastel de vainilla.

--hola america, que te puedo decir me encanta la lluvia.--

--toma un baño. Si no te vas a resfriaras---- me dice extendiendo una toalla hacia mi.

--si mamá-- le digo de una manera dulce, y con una sonrisa débil y sin fuerzas, mientras tomo la toalla.

--oye no vale la pena, no llores por el-- me dice mientras subo las escaleras.

<<No vale la pena, lo se pero aun asi lo amo>> a pesar de que no es mi madre yo la veo como tal, me da consejos y su confianza.

Entró a mi apartamento, que está en el último piso y me dirijo al baño.

El contraste de temperatura del agua de la ducha hacen que mis músculos se relajen.

<<Como desearía que estuvieras aquí>>

Salgo de la ducha y me pongo una pijama.

Esta sensación de tristeza, melancolía y dolor ni me deja seguir.

<<Tengo que comer>> me dirijo a la cocina, y encuentro un pastel en la mesa y una nota.

[Hola Ana, te traje este pastel de chocolate y fresa para ti, se que han sido 6 meses duros para ti, si necesitas algo llámame. ATM América]

<<Gracias>> pienso mientras tomo el pastel y lo meto a el refrigerador.

Saco carne, cebollas, ajos tomates y chiles del refrigerador.

<<Hora de hacer arte>> pienso mientras pico todo.

Miró el cuchillo, lo observó durante 1 min <<ya no puedo más>> pienso y corto mi muñeca veo ese líquido rojo correr por mi mano, dejó caer el cuchillo y escuchó golpes en la puerta las gotas de sangre escurren por mis dedos y escucho abrir la puerta, y ahí la veo lejos veo a América entrar corriendo hacia mí, escucho como llama al hospital y me desmallo. Todo esta en negro y un calor enorme me abraza como dos grandes alas que me llevan a la muerte.

<<¿Estaré muerta?>> Pienso  

Siento como mueven mi cuerpo, y escucho a lo lejos las sirenas de la ambulancia, y la lluvia caer en el techo de la misma y no veo nada más, solo oscuridad, y ese calor que envolvía mi ser se transformó en un frío atroz.

***Hola chicos esta es mi pimera historia, ojala les guste por favor compartan este pequeño libro si les gusto, y den estrellitas.***

~coman frutas~

Corazones, lágrimas y sonrisasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora