Leo

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—Ana estás roja– me dice María mientras se sienta en la mesa. Se acerca y toca mi frente —estás hirviendo, ¿Te sientes mal?– me pregunta.
—no de echo me siento perfecta y con mucha energía– respondo —oye por cierto ¿Tu madre no te a llamado para preguntar dónde estás?–
—si de echo le dije, que estaba en tu casa y que querías que me mudara com tigo– me contesto  mientras ponía los platos con hot cakes.
—¿Y que le pareció la idea?–
—me dijo que estaba bien, que solo nos cuidamos– me dijo, mientras sacaba la miel.
—entonces vamos por tu ropa el dia de hoy– le contesto.
—¡¡Ana!!– me grita maría con una cara de terror —tu tenedor está al rojo vivo– me dice y apunta mi mano. Bajo mi mirada y veo el tenedor de metal al rojo vivo, y lo suelto sorprendía, observo mi mano y me doy cuenta de que no tiene ni una quemadura.
—¡¡que  mierrda pasa con migo!!– digo sorprendida.
—no se tu pero eso no lo veo muy normal que digamos– me dice mientras se levanta de la mesa.
Escuchó abrirse la puerta.
—maria alguien entro– le digo en voz baja. —pásame ese cuchillo de ahí– le digo mientras apuntó  la isla de la cocaína.
Me levanto y me pego al lado de la puerta pegada a la pared, esperando a la persona que entró.
—Ana soy yo Gaia– escucho una voz delgada y suave, suelto mi cuchillo al ver entrar a la chica una chica con cabello negro como la noche, ojos verdes, piel moren y cuerpo perfecto.
—¿quien mierdas eres, y cómo me encontraste?– le digo.
—no te acuerdas, ya nos habíamos visto– me dice mientras me mira fijamente. —esa ves que casi mueres– me dice con una sonrisa psicópata.
—lárgate de aquí antes de que algo malo pase– le contestó con miedo
—¿Ana conoces a esta chica tan linda? Oye tu como te llames siéntate a desayunar– dice maria.
—no la conozco. solo soñe con alguien del mismo nombre cuando estaba en el hospital– le contestó –!!y no la invites a desayunar¡¡– le gritó
—era yo en mi forma real– me dice con una sonrisa en la cara. —y si quiero desayunar– le contesta a maria.
Observo bien a la chica y noto que trae shorts de mezclilla corto y unas mallas de red que dejan ver sus tatuajes tribales con símbolos antiguos y una camisa de cuadros roja, con un piercing en el labios
—por cierto no me presente bien, me llamo Gaia o así me conocen soy la protectora de la magia, tengo millones de años. Y te elegí a ti Ana para que seas la guerrera en esta guerra que está por venir– me dice mientras camina por la cocina. Y cierra las ventanas.
—verás,muchas religiones me llaman de una forma, angel demonio, elfo o diosa. Soy la naturaleza soy la vida y la muerte– dice mientras se sienta en la mesa, y nos sentamos María y yo, pone sus manos sobre la mesa las junta y una llama de color blanco sale.
—en el principio todo era oscuridad, y en un punto infinito del espacio una luz surgió, creando así miles de cosas y entre ellas a una sustancia de colores, que después formaron los planetas y esta tierra en la cual esa sustancia era más fuerte. Con el tiempo seres muy especiales capaz de controlar esa sustancia aparecieron y seres que eran incapaces de usarla– en la llama pasaba cada imagen de lo que ella nos contaba.
—los humanos– dice María  muy sorprendida.
—si– contesta Gaia —y a la vez  un montón de seres mágicos, a los que ustedes les dieron nombre, al principio todo era paz, pero un dia un ser humano fue capaz de controlar la magia, sus intenciones eran muy buenas, profesaba amor, lealtad, fidelidad. Él sabía que la sustancia era el dios y se encontraba en todos lados, los valles los ríos y en cada uno de nosotros, y formuló una frase, “todos somos hijos de dios”. A su gobierno no le gustaba esto así que le dieron casa y en el último momento con su último aliento de vida gritó una maldición que restaba: “dentro de 2000 años un ser humano nacerá será el más poderoso y destruirá su egoísmo y liberará la magia, los dragones regresarán, las hadas volarán y su imperio caerá” nadie entendió lo que dijo, hasta años después, un ser humano lleno de rencor y de maldad tomó lo que dijo aquel primer ser humano para tener su beneficio creó una religión y por miedo de que nosotros pudiéramos hacer algo, nos dió caza y nos convirtió en lo que ustedes llaman demonios, y desde entonces miles de conflictos se llevan a cabo, cada año–
—y yo ¿que tengo que ver en todo esto?–
—tienes la sustancia en ti, eres el ser más poderoso, capaz de derrotar al imperio–
—el fuego de dragón está dentro de ti tienes que controlarlo porque sino las llamas devorarán tu ser y no podrás tocar nada más y todo se quemara–
—yo y otros seres te ayudaremos a que aprendas a usar tus poderes mágicos– me dice Gaia —ahora comamos– dice como si fuera lo más normal del mundo.
<<A el le hubiera encantado estas cosas>>
Pienso en mi mente.
—¿oye y como le hago para que mi cuerpo no queme mi tenedor?– le pregunto tratando de parecer lo más normal posible y que no parezca una maldita locura.
—o eso tienes que dejar los sentimientos que sientes por Leo solo asi podras controlar tus emociones y podrás manejar mejor tus poderes– me dice Gaia —conozco tu pasado pero yo se que no quieres que ahora se enteren de eso– así que no diré nada.
—te lo agradezco– le contesto de la forma más calmada posible, y tratando de ocultar mi tristeza y asombro ya que ella conoce lo que hice. <<Por favor no me juzgues>> pienso dentro de mi tratando de tranquilizar mis emociones.
—así que… Leo he… bueno almenos ya se el nombre del chico misterioso–dice María denotando incomodidad.
—bueno María ¿por qué no vamos a tu casa por tu ropa?– le pregunto un poco enfadada.
–claro– me contestó.
—yo las acompaño sirve que asi les enseño unas cosas– dice Gaia
Salimos del apartamento, caminábamos por la calle cuando de pronto escuchamos una explosión detrás de nosotros, volteamos y nos damos cuenta que en nuestro departamento había explotado algo.
—vámonos de aqui ¿tienen algun lugar donde ir?– pregunta Gaia estaba un poco alterada y preocupada.
Yo no puedo dejar de mirar horrorizada como mi departamento una de las pocas cosas que me quedaban, después de que mi madre murió, mi padre me abandonó, y que mi futuro esposo muriera. Ese pequeño departamento era lo único que me quedaba algo que con tanto esfuerzo de Leo y mio pudimos comprar y pagar al 100% y ahora con mi corta edad estaba en ruinas.
—no– le contesto con una voz fría y sombría.
—han sido ellos– dijo Gaia.
—me estas diciendo ¿que esos hijos de puta nos encontraron y plantaron bombas para matarnos?– preguntó María.
—si– contestó Gaia.
Yo sentía una rabia, una impotencia y una ira incontrolable <<acabaré con cada uno de esos hijos de puta>> me dije en mi mente. Mire como mi cuerpo expedia vapor.
—Ana cálmate– me dijo Gaia —relaja tu mente tranquiliza tus emociones. Y vámonos de aqui–
—si Ana vámonos– recalcó María.
—esta bien conteste– me di media vuelta y comencé a caminar rápido.
—ok nos están siguiendo, vamos a casa de maría por sus cosas, y de ahí nos iremos fuera de la ciudad, ahí está mi casa y estaremos seguras– dijo Gaia. Yo solo escuchaba lo que decía.
Tiempo después llegamos a la casa de  maria, tomamos sus cosas y nos fuimos, salimos de la ciudad y nos dirigimos al bosque, entramos entre el bosques de pinos que está a un costado de la ciudad, caminamos 20 minutos y llegamos a una cabaña grande de madera, que estaba junto a un lago, para mi sorpresa tenia señal de wifi y una tecnología que no pensarías encontrar en un bosque, al entrar también nos percatamos de cientos de cosas jarrones con plantas, botellas de cristal con cartas dentro, y una estantería enorme, con cientos de libros.
—bienvenidas a mi hogar– dijo Gaia con una sonrisa en la cara.
Camino por la cabaña, y me siento en un sillón y comenzó a derramar lágrimas y a llorar. Gaia se sienta a lado de mi y pone su mano en mi hombro.
—Ana si quieres llorar y gritar puedes ir al lago– me dice con un tono dulce.
—ese departamento era mi todo, era mi vida, era lo que más me importaba en esta vida. Iva hacer nuestra casa nuestro hogar– digo entre lágrimas —ahora solo me queda este collar y este anillo– sacó el collar que estaba escondido entre mi ropa, una piedra azul oscura casi negra —me lo dio cuando cumplimos un año– y le muestro un anillo que parecía dos serpientes que sostenía una piedra de esmeralda.
—y este es mi anillo de compromiso– digo
—¿Te ibas a casar?– me pregunta María sorprendida  al otro lado de la habitación que estaba donde los libros.
—si hace un año– le contestó.
—Ana ven yo te tengo un regalo– me dice mientras me toma de la mano y me levanta.
—¿a dónde me llevas?– le pregunto mientras limpio mis lagrimas.
—veras supe que eras tu desde que naciste, tu nacimiento fue muy especial, porque naciste muerta, y no eras la elegida yo te elegí, te di aliento de vida, pero pasó algo que no me esperaba un ser más nació–me dice mientras caminamos hacia una costa del lago donde los árboles no estaban un espacio del tamaño de una cancha de fútbol. Veo como de las montañas bien algo volando.
—veras, existieron son reales y muchos más nacieron pero este es especial, controla el rayo, el fuego, el hielo, y la tierra. Es un ejemplar fuerte, supe que era para ti– veo como esa cosa se hace más grande y escucho un rugido, como el hielo rompiendo, como un trueno y como una ola chocando contra la roca.
—es tullo–
—¡¡Un puto dragón!!– grita maría y sale corriendo y se esconde detrás de un árbol.
No puedo evitar mirarlo y ver como se posa delante de nosotros. Y lanza un potente rugido.
Lo observo y no logró evitar acercarme a él. Estoy a una distancia tan cerca, que estiro mi mano para tratar de tocarlo, y él agacha su cabeza y la posa sobre mi palma. Camino alrededor de él miró sus escamas, sus escamas negras con puntos azules que notan que están cargadas con electricidad. <<Es hermoso>> pienso él hace un pequeño sonido como si hubiera leído mi mente.
—¿cómo le vamos a llamar?– me pregunta Gaia.
—Leo– le contestó al instante.
—este dragón será tuyo y no tendrá otra montura, más que tu pero ahora es tiempo de que regrese a las montañas mañana si quieres podrás volar con el–
Leo lanza una llamarada azul brillante, y sale volando, sus alas suena. Como trueno <<el fuego te a tocado>> pasa por mi mente esa frase.
—oye ¿Y María?–le pregunto a Gaia.
—detrás de aquel árbol– señala al bosque y las dos estallamos en carcajada.
—regresemos a casa– me dice Gaia.
Una vez dentro, me acuesto en el sillón.
<<Te necesito Leo no soy tan fuerte y tengo miedo ojala estuvieras aqui>> pienso y una lagrima sale y camina por mis mejilla y me quedo dormida.

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⏰ Última actualización: May 07, 2019 ⏰

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