One

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La manera en la que me enamoraste fue la más romántica que se ha visto jamás.

Mi trabajo de medio tiempo era en una cafetería pequeña y pintoresca, mi horario de entrada era a las cuatro de la tarde y tú siempre llegaba a las seis por un café americano, dos sobres de azúcar y uno de crema.

Siempre la misma rutina, los días en los que no te veía era porque ya habías pasado por la mañana y toda la tarde sentía que algo me faltaba, pero nunca te di la mayor importancia, solo un cliente frecuente más

Fue un 21 de marzo, primer día de primavera cuando todo comenzó; todos los días me tocaba abrir la cafetería, los encargados se iban a comer y yo me encargaba de preparar el lugar para el siguiente turno, ese día había algo adherido a la puerta de cristal y supuse que era un aviso por parte de mi jefe, pero no lo era.

'Hola, sé que esto es anticuado, pero no puedo evitarlo. Te veré cuando te vea, bonito'

Al principio reí suavemente, creyendo que era una broma, guardé la nota y continué con mi jornada de trabajo, ese día llegaste a la misma hora de siempre.

Las notas continuaron durante un par de semanas, las siguientes fueron acompañadas de una flor, un chocolate, cualquier detalle pequeño que me llenaba de emoción y de intriga ¿Quién era aquel anónimo? Y sin pensarlo, me ibas enamorando a cada nota.

Exactamente un mes después, el 21 de abril fue que recibí tu última nota

'Pequeño ¿te gustaría conocerme? Creo que es tiempo de darte la cara, te veo más tarde'

Todo mi ser estuvo vibrante durante esa jornada, cada cliente que entraba esperaba que fueses tú, pero no llegabas. Faltaban cinco minutos para que el reloj marcase las seis, yo ya había perdido la esperanza y supuse que alguien había estado jugando conmigo, solo le deseé que hubiese tenido mucha diversión a costa mía.

Fue entonces que el reloj marcó las seis de la tarde y entraste por la puerta, tu rostro cubierto por un ramo hermoso de tulipanes rosas, miré la hora y supuse que eras tú.

Dejaste el ramo de flores en el mostrador y me regalaste una sonrisa ladina, galante y coqueta, así como supuse que serías.

'Me llamo Jungkook' Susurraste suavemente, la cafetería estaba vacía ese día.

Me dijiste que me querías, que era el único para ti, pero luego de un par de semanas, nos dimos cuenta de que la definición de 'Querer' era muy distinta para ambos.

Vivía solo en un apartamento que con algo de suerte lograba pagar al mes, un estudiante de administración con un empleo de medio tiempo no tenía los mejores ingresos, así que cuando me pediste que viviese contigo, no dudé en decir que sí.

Siempre solías llegar bastante tarde pues tu empleo como médico oncocirujano te mantenía bastante ocupado la mayor parte del día, en ocasiones ni siquiera llegabas a dormir, pero siempre me avisabas de ello, luego de unas semanas dejaste de llamar durante tus tiempos libres, cosa que no me extrañó para nada hasta el día en que llegaste con el aroma de alguien más

'¿Cómo te fue?' susurré con un tono cariñoso aquella mañana, la noche anterior no habías llegado a dormir y supuse que una cirugía se había extendido, por lo que no me preocupé demasiado.

'Cansado' tu tono seco e indiferente había comenzado a molestarme hacía unos cuantos días.

Me acerqué para besarte o al menos abrazarte, hacerte saber que te había extrañado como un loco, había caído completa y estúpidamente enamorado de ti, que ingenuo.

'Ahora no, Jimin. Estoy jodidamente cansado' tomaste mis muñecas y me alejaste con suavidad, pero no por ello dolió menos y fue entonces cuando pude oler el perfume de alguien más.

You love me now?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora