Felicidades por tu adquisición de Libro3000; te lavará la ropa y asesinará a tus enemigos (pilas no incluidas).
Ahora en serio... ¡Gracias por haberlo adquirido!
Es todo un orgullo para mí presentar mi primera novela física. ¡Puf, qué locura! Aún recuerdo cómo me levantaba a las 5 de la madrugada para escribir hora y media todos los días a escondidas en un portátil viejo que había en mi cuarto, justo antes de ir al cole, y después correr a la cama para que mis padres no me encontrasen escribiendo. Sí, era todo un chico malo. Unos se fugan para drogarse y yo me ponía a escribir cuentos y novelas (muy malas) a escondidas.
Sé que normalmente las dedicatorias son algo así... 《Para mi padre porque me dijo que yo no valía para astrofísico》 o 《Para mi novia, que conozco hace dos semanas y es el amor de mi vida》, pero lo cierto es que a la gente a la que quiero procuro dedicarle muchísimas cosas todos los días. Así que en esta ocasión aprovecharé este espacio para reflexionar sobre otras personas que no suelo tener en cuenta, aunque formen parte indispensable de mi vida.
Por eso, quiero aprovechar la ocasión para dar gracias a todos aquellos que me trataron mal. Que me han despreciado, que me han lastimado o que me han traicionado. Especialmente a aquel compañero de clase que se empezó a reír de mí por escribir y dibujar sobre personajes y monstruos inventados en el recreo (¿Quién se ríe de quién, eh?).
Porque, en resumen, yo no sería quien soy ahora de no ser por todas las cosas buenas y malas que me han ocurrido a lo largo de la vida. Por eso, gracias. Porque las espadas no se forjan con un trapito suave y aceites de masajes. Las mejores espadas se forjan en hornos abrasadores, para después ser tratadas a base de terribles martillazos, uno tras otro.
Y mucha gente pierde la esperanza, puede que yo la perdiese en cierto punto del camino también. Pero lo que parecen martillazos sin sentido contra un durísimo yunque, al final terminan enfriando su metal y te conviertes en una temible espada capaz de cortar mármol con solo rozarlo.
Claro que..., si no aguantas los martillazos, te puedes romper. Por suerte, mi aleación ha sido resistente.
Así que gracias. Gracias por todos esos martillazos. Porque me han forjado, me han afilado, me han dado forma y me han convertido en una versión inmejorable de mí mismo.
Ya saben, abracen los malos momentos, porque es de ellos de los que realmente aprenderéis quiénes son.
Espero que lo pases genial leyendo esta novela. A la que le he dedicado mucho tiempo e ilusión para que te rías y se te ponga la piel de gallina. ¡Disfrútala!
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Fugitivos en el tiempo
General Fiction¿Sabes?, estoy harto de esta clase de textos para la contratapa de un libro. ¿Crees que unos pequeños párrafos van a poder resumir todas las cosas que ocurren en este? Si te lo intento explicar, no podrás entender lo que ocurrió en unas cuantas líne...