ears┆✦ JinMin/MinJin.

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Sus dedos pequeños y regordetes, enfundados por diversos anillos, nuevamente rodearon el vaso desechable que hace ya nada le había entregado una de las empleadas de la cafetería, reconfortando sus manos heladas.

Amaba el caramel macchiato, tanto, que le estaba costando un gran esfuerzo no beberseló todo; además de que se quemaría la lengua, no tendría más aquella cómoda fuente de calor.

Era un viernes a la tarde, muy a pesar de que la enorme ventana a su izquierda —que le daba la sensación de estar en una pecera— y la oscuridad de las calles que se dejaban ver a través del vidrio afirmasen lo contrario. Estaban en invierno después de todo, por lo que era normal que "anocheciese" más temprano... Además de que el frío aumentase, claro.

La universidad les había tomado desprevenidos. Para cuando querían darse cuenta, la época tan temida por los estudiantes había llegado; los profesores, sin importar si impartían diferentes materias, o no compartían cátedra, parecían mantener un acuerdo tácito y silencioso de torturarles, enviando trabajos, tareas y prontas fechas de examen casi y al mismo tiempo.

Tomando eso en cuenta, no debería haber resultado una sorpresa de que el poco tiempo libre que poseían para relajarse y divertirse, se redujese considerablemente a... Sí, cero.

Siendo entre estas actividades, las salidas que tanto él como SeokJin solían elaborar para poder verse.

Pero como menciono, era un viernes, y sin querer ceder al peso que exigían sus responsabilidades acordaron reunirse en aquella hogareña cafetería todas las semanas en el mencionado día —si se les hacia posible— para poder tener, por lo menos, un ratito con el otro... Aún si no pudiesen hablar cómodamente.

¿Y por qué eso? Pues... Naturalmente si bien habían elaborado esa costumbre para ir en contra de esa regla invisible e inexistente que dictaba que todo universitario tenia nulo tiempo para participar en actividades sociales, sus correspondientes deberes no podían ni iban a desaparecer por arte de magia. Así que, por lo regular, una vez se encontraban y se hacían lugar en esa mesa de asientos esponjosos, en una de las esquinas del local, no pasaba mucho para que cada uno sacase los libros, hojas y respectivos útiles para terminar u adelantar las actividades solicitadas para obtener una nota satisfactoria por parte del docente de turno que le este destrozando las horas de sueño.

Contrario a lo que otro creería, esa situación no era algo que le molestase u preocupase. Entendia perfectamente que no podia exigir más que eso dadas laa cirtunstancias y... Bueno, de cierta forma lo encontraba encantador; ya con saber que SeokJin, hasta las orejas de deberes como él, hacia el esfuerzo para hacerse un lugar en su apretada agenda para tener un ratito con él, muy a pesar de que también se encontraba cansadísimo, le hacia sentirse satisfecho. Mucho.

¿Y por qué no? También le generaba un placentero apretón en el estómago; las famosas "maripositas".

Los murmuros inentendibles a su oído provenientes al otro extremo de la mesa le sacaron de sus ensimismados pensamientos, obligandolé a alzar su mirada de forma instintiva.

El joven castaño frente a él se encontraba con toda su atención proyectada sobre la variedad de fotocopias que ocupaban la porción del mueble de madera que le correspondía, exceptuando por el ya olvidado té de manzanilla que exhalaba un tenue vaho por la temperatura que aún mantenía.

De forma distraída, tamborileo sus uñas contra el plástico reciclable que componía el vaso aún entre sus dedos, dando como resultado un sonidito que a sus oídos resultaba relajante y satisfactorio... pero irritante para otros. Y con otros, por obviedad se refería al propio SeokJin, quien jamás de los jamases podía soportar el ruidito por más que lo intentase. Era tan solo cuestión de segundos de estar haciendolo, que el mayor estallaba y le terminaba regañando por ello.