Entonces lo vio. Y estaba seguro que él también lo vio. Frente a él, a unos cuantos metros, estaba su ex prometido. No pudo evitar sentir su pulso acelerarse como desquiciado, como si ansiase huir de su pecho. Ji Yong se quedó estoico. Un golpe de nostalgia cayó sobre él, inundándolo de recuerdos donde ambos eran los protagonistas. Y cuando notó que se acercaba con aquella sonrisa que lo había enamorado tanto hacia unos años, sintió que volvía a ser aquel adolescente.—Ji Yong, hola— habló, y esa voz terminó por abrir la caja de memorias.
—Seung Hyun— respondió. Y recordó cada vez que pronunció su nombre entre murmullos, seguido de un te amo sincero.
—Después de tanto tiempo nos volvemos a encontrar— dijo con cierto entusiasmo. Ji Yong asintió.
Y de alguna forma, terminaron sentados sobre la misma banca, conversando como si el tiempo jamás hubiese pasado.
—Recuerdo que en tu casa siempre estaba tu mamá— comentó Ji Yong sin poder controlar su risa. Seung Hyun se le unió.
—Sólo veíamos la tele y nos gustaba platicar de puras tonterías— agregó el mayor entre risas.
Ji Yong tuvo que morderse la lengua para no continuar: 'que el tiempo no pudo borrar', porque hasta el momento seguía recordando con una enorme sonrisa cada ocurrencia que algún día había dicho junto a Seung Hyun. Y después todo terminó, no supo más de él. Incluso su número había cambiado, y Gaho, el perro que le había regalado en sus inicios de novios, falleció después de unas semanas.
—Gracias— dijo de pronto, sin poder mirarle al rostro. Un silencio se formó entre ambos —Por todo, por los días y las noches que me hiciste soñar, por la lista interminable con detalles que no puedo olvidar; incluso por el viaje a la playa en la camioneta que íbamos comprar— entonces lo miró, dedicándole una sonrisa llena de añoranza.
Seung Hyun sólo lo miró, parecía haberse quedado sin expresiones o palabras.
Pero Ji Yong siguió, volviendo a desviar su mirada. —¿Sabes? Un día vi a tu hermana y no me quiso saludar, recuerdo que nunca fui de su agrado— comentó con cierta diversión. —También recuerdo que le encantaban las fiestas, ella era súper popular. Tú y yo éramos los raros, nos gustaba más soñar.
—Y después todo terminó— de pronto habló Seung Hyun. Ji Yong lo observó.
—Y no supe más de ti, hasta tu número cambió.
Se miraron durante unos segundos, como si de aquel modo pudiesen correr al pasado y eliminar todos aquellos errores que habían cometido siendo jóvenes e inexpertos.
—Gaho murió, no fue mi mejor año— Ji Yong rompió el silencio. —Y ahora estoy aquí y digo...
—Gracias— dijeron al unísono, todavía mirándose.
No quedaba nada más que decir, sólo agradecer.