Taehyung toca violín, sus padres jamas lo apoyaron con su pasión como violinista, decían que eso era una perdida de tiempo, ellos querían que se uniera a la empresa de la familia. Cada vez que regresaba de sus clases de violín pasaba por esa bella mansión escuchando la meliflua melodía que salía de la misma, deseando acercarse con su violín y acompañar a esa persona uniendo sus talentos.
El creía que era bastante genial que una persona pudiera tocar así el piano, como si no fuera una sola persona la que tocara las teclas por su gran velocidad. Era simplemente magnífico.
Según los demás, la mansión estaba embrujada, puesto a que nunca vieron a alguien salir de allí, ademas de un chico alto y muy guapo, el cual entraba con mucha comida y salía enseguida del lugar. Es imposible el no haber visto antes a el dueño de ese precioso lugar al menos una vez. Nadie sabe quien habita en ese lugar, y por qué en un sitio tan grande.
Su curiosidad fue mas grande que su capacidad de recapacitar en lo que estaba haciendo, ingresó por medio de entre cada uno de los arbustos de ese jardín intentando no ser visto, deseaba acercarse, conocer a esa persona, decirle cuanto la admira. Al llegar a la casa, se asomó por una ventana, las cortinas estaban abiertas, y pudo observar a dos chicos. De rasgos delicados, uno con labios abultados, y piel un poco morena, mientras que el otro era pálido, labios finos y una mirada profunda.
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Dos en uno [Yoonmin, Tae] [COMPLETA]
FanfictionCuando quieren acercarse a tí, te querrán tal y como eres