Historia #1 El Destino Del Mundo

Capítulo 1. La mujer misteriosa

¿Porqué esta todo oscuro? No veo nada...
¿Dónde estoy? ¿Estaré soñando? Si, esto debe ser un sueño...  ~en ese momento se escuha una voz de mujer reclamandome.

-Ella: ¿qué, ya no te acuerdas de mi? ¿qué paso con la promesa que me hiciste? ¿Ya la olvidaste?

-Ramses: -¡no me acuerdo de ti! Ayudame a recordar por favor.

Al terminar de hablar puedo notar como aparece enfrente de mi una luz segadora, poco apoco se ve una silueta de una mujer.

Me despierto agitado, sudando como si me diera un ataque de nervios o yo que sé. Al parecer todo fue una pesadilla, que alivio, en ese momento escucho la misma voz que en mi sueño

-Ella: yo no lo creo...

El corazón me empieza a doler como si alguien lo presionara, observo de izquierda a derecha para ver de donde proviene esa voz pero es inutil, de seguro estoy alucinando.
Me preparo para irme al trabajo, una vez listo me voy.

Rumbo al trabajo me encuentro distraido por la voz y más por esa mujer, no se quien sea pero ciento que la  conozco pero no se de donde. Bueno... ya llegué, me bajo del camión dirigiéndome a la entrada principal, escucho la voz otra vez

-Ella: Recuerda, maldita pgogstituta.

Que raro, ¿porque me insulta? ¿Pues que le hice o que?
Tengo que empezar a trabajar para distraerme  y no pensar en 'Ella', tal vez me está afectando convivir mucho con los pacientes del centro psiquiátrico, aunque con lo de hoy... ya no sé ni que pensar.

Los días pasan y sigo teniendo el mismo sueño una y otra vez... poco a poco se hace más clara la imagen de esa mujer (es alta, como de unos 1.70, delgada, cabello largo rubio y con una voz que enamora pero aun así no puedo reconocerla. Pregunto por su nombre pero solo me responde

-Ella: ¡No! ¡Tu debes de saber muy bien quién soy!. Recuerda quién eres y más importante, ¿de donde perteneces?

Durante el día me ciento observado todo el tiempo (en el trabajo, en el departamento hasta en el camión) mi estrés aunmenta cada día más pero no es por 'ella', ni que me observe o me hable, más bien es por no poder recordarla. Cada vez que siento su presencia me da un sentimiento como si me encontrara con un buen amigo o aún mayor, un viejo amor. Se que es raro pero me estoy enamorando de ella cada día, su voz, su presencia cuando me rosa (se siente cuando me toma del brazo, acariciara la cara y me abrazara) suena loco, yo lo sé pero no puedo evitarlo ya que mi corazón se acelera y en ocasiones me duele.

En el trabajo e notado que varios pacientes pueden ver la presencia de esta mujer, la siguen con la mirada e incluso la escuchan, en ocasiones hablan con ella. Minutos antes de mi descanso algunos pacientes me hablan sobre la presencia que me acompaña, es raro pero parece que ellos saben algo que yo no.
Al ser el último en salir a comer me encuentro solo, momento perfecto para hablar con "ella". En mi mente solo decía, ven, tenemos que hablar es importante. Después de unos minutos aparece (con esa luz calida y deslumbrante), ~¿porque mi corazón se estreme cada vez que ciento su presencia?
Lo bueno es que ya la puedo ver con mayor claridad, tiene ojos grandes, muy hermosos y su mirada es tierna y al mismo tiempo tranquila, por último su sonrisa es encantadora.

-Ella: ¿por fin recordaste quién soy? Pero más importante, ¿y la promesa que me hiciste? O al menos sabes ¿a dónde perteneces?

Mientras la veo a los ojos le respondo con una voz triste y apagada; no, aún no sé, por más que quiero recordar... es inútil.
Al decirle, puedo ver como su rostro se entristece, no me gusta verla así ¿pero que puedo hacer? Se aleja poco a poco de mí, triste y enojada.

-Ella: ¡el tiempo se acabó!, ¡es hora de irme y no volver! pensé que me recordarías al igual que la promesa que me hiciste. ¡Me diste tu palabra! ¿después de todo lo que pasamos así terminará? ¡Maldita pgostistuta! ¡Me das hazco! ¡ni si quiera me toques ni mucho menos me vuelvas a hablar!

Al ver que se alejaba, mi cuerpo reaccionó tomandola de la mano fuertemente mienteas ella solo me gritaba

-Ella: ¡te dije que no me tocarás!
Le respondí

-Ramses: ¡Tal vez mi mente no sepa quién eres pero mi corazón sí!