2.

14 1 0
                                    

La fatídica semana que estaba por marcar el resto de mi vida comenzaba.

Si tan solo hubiera pensado las cosas dos veces...


La siguiente semana recibí un par de mensajes más de aquel número desconocido, pero todos eran imágenes, algunas sin sentido como la imagen de un gallo y otras totalmente extrañas como un huevo con sombrero de vaquero, yo seguía siendo tan ilusa que no me pasó por la cabeza quien podría ser.

Y luego el miércoles lo volví a ver, el chico con el que había hablado el viernes anterior. Estaba ahí, parado en el pasillo hablando con sus amigos, su semblante estaba relajado y reía de las tonterías que decían sus amigos, pero cuando sintió mi mirada volteo a verme y lo único que hizo fue levantar su mano para saludarme, no me quedo de otra que devolverle el saluda con una sonrisa tímida.

―Así que... ¿Eros?― Escuche a alguien decirme.

―¿Quién?

―El chico Ana, al que estabas viendo― Dijo divertida una chica con la que a veces hablaba en clases― Es amigo de mi novio, se verían lindos juntos, tú y él.

―Ni siquiera lo conozco― No podía ocultar el rubor que se había formado en mis mejillas gracias a su comentario.

―Pero podrías conocerlo.

Su sonrisa era amable, y por un segundo considere la posibilidad, pero un chico mayor que yo de seguro ya tenía otras pretendientes o incluso una novia.

Durante el resto del día no preste mucha atención a las clases, pero pude darme cuenta que Eros tenía muchas clases cerca de las mías, no se como no lo había visto antes, su risa resonaba en los pasillos cuando pasaba con sus amigos y yo ya había aprendido a reconocer su mirada sobre mi, así que cuando estaba en clase y de repente sentía a alguien observándome sabía que era él y extrañamente no me molestaba.

El día pasó rápido y sin que me diera cuenta ya había acabado la jornada de clases, como siempre me quede hasta tarde en la escuela con un par de amigas vagando por los jardines, hasta que mi madre llegó por mi.

Cuando subí al carro escuché una notificación y con un nudo en el estomago revise rápidamente quien me había escrito.

"No me dejes en visto avocado :("

Mi corazón se paró por una decima de segundo y por fin mi cerebro reacciono y junto las pistas del acertijo, el número desconocido que había estado escribiéndome era Eros.

"Perdón, no sabía que eras tú, pero cómo conseguiste mi número?"

"Tengo contactos ;)"

De seguro consiguió mi número del grupo que teníamos todos los que estábamos en el modelo de naciones unidas. Pero aún así por alguna extraña razón mi corazón estaba más acelerado de lo normal, aún con la música fuerte de los altavoces del carro podía escuchar su latir retumbando en mis oídos.

Descubrí que era bastante amigable y gracioso, me enviaba imágenes tontas cada que podía, hasta que me envió algo diferente. La imagen era una de esas que muestra una pareja con alguien detrás haciendo algo gracioso junto a ellos, de esas que dicen "Mis amigos... Yo" como para mostrar la diferencia entre el que esta soltero y los que no.

"Jaja, así yo siempre, destinado a estar solito, y tú?"

"Estoy igual jaja"

"Pero como?! una chica tan linda como tú... no es posible que no tengas novio o algo :0"

Cuando terminé de leer ese mensaje sentí como toda la sangre subía a mi cabeza, y de no ser por estar sentada mis piernas hubieran flaqueado y sin poder evitarlo, una palabra se repetía una y otra vez en mi cabeza... Linda... me había llamado linda, como si yo fuera una chica a su nivel, o una de las chicas lindas de su clase, y aunque yo sabía bien que no lo era, no pude evitar pensar que tal vez, solo tal vez, era más linda de lo que pensaba.

Y lo dejé en visto de nuevo.

El resto de esa tarde no dijo nada.

Pero el día siguiente en clase me llegaron más mensajes de el, ya no volvió a tocar el tema lo cual me hizo sentir desanimada por alguna razón. Pero a pesar de evitar el tema, ahora ya no solo sentía su mirada entre clases, sino que me saludaba directamente cada que podía.

Mis amigas se burlaban de mis reacciones cada vez que me daba un beso en la mejilla o cada que intentaba abrazarme, los sonrojos que él provocaba en mi no eran normales, y no podía ser que me estuviera enamorando de alguien tan rápido..

Pero lo más extraño de la situación era que cada que mis amigas mencionaban cualquier cosa sobre él, el bello rostro de Caroline adoptaba una mueca de enojo y confusión, y después forzaba una sonrisa para luego voltear a ver la pantalla de su celular.

―Maldito ogro....― una vez la escuché murmurar para ella misma.

Y esa tarde, pasó algo que nunca olvidaré.

Había acompañado a mi madre al supermercado por un par de cosas que hacían falta en la casa, estaba entretenida revisando las decoraciones navideñas que ya habían puesto, y justó cuando levante una taza con orejas de reno para observarla, llegó un mensaje a mi celular.

Era él..

"Oye.... creo que me gustas.
Se que no nos conocemos mucho pero eres la niña más linda que he visto, cada que te veo no puedo evitar emocionarme..
Eres la mejor parte de mi día.
Y desde que te vi por primera vez cuando fuiste a inscribirte para el modelo.... wow, eras la niña más guapa que había visto
Tomé valor para hablarte por mensaje y vaya que quedé impresionado, tu personalidad es aún más hermosa que tu linda carita
No se si tú sientes lo mismo, pero no podía aguantar sin decirte
Es que.. eres mi crush desde hace varios meses sabías?
Me preguntaba si quisieras ir conmigo al evento que organiza la escuela el viernes de la próxima semana?
No tienes que contestar ahora pero.... me encantaría que fuéramos juntos"

El primer gran error que cometí fue admitir que él me gustaba.

El segundo, aceptar su invitación.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 22, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora