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-Pete.....

-Disculpa ¿Te conozco?

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Me acababa de despertar cuando empezaron a tocar la puerta de mi departamento, sabía bien que hoy sábado por la mañana Pete vendría por sus cosas.
En cuanto escuché la puerta le abrí a mi ex compañero de departamento.

-Pasa...

-Mm, muchas gracias Ae... ¿Dónde están mis cosas?

Avance hacia la sala tomando una gran caja mostrándosela -Aún faltan cosas, es sólo que no sabía que más querías llevarte, en la caja sólo hay cosas de la escuela y algunas cosas que siempre usabas, en el cuarto hay más.. Puedes pasar y tomar lo que gustes.

-Mm, muchas gracias... - parecía que era lo único que sabia decirme.

Camino algo inseguro hacia la habitación, sabía muy bien que para él era extraño estar aquí después de todo Pete no recordaba nada.
En cuanto se adentró en ella me miro algo confundido -¿Compartíamos la habitación?

Como le explicaba que eramos novios, que nos amábamos y salíamos desde la universidad, como decírselo a alguien que ni siquiera recordaba mi nombre hasta que se lo dije. -Mm, algunas cosas eran de ambos pero no me molesta que te la lleves. Al final creó terminaré mudándome también.

-Lamento todo lo que he provocado... Se que vivíamos juntos porque ninguno de los dos podía pagar un departamento como este.

-Esta bien después de todo no puedes vivir con alguien que ni siquiera recuerdas. - quisiera pedirle que se quedará, que no me dejará, besarlo y hacerlo mío como antes, pero era algo que ya no estaba en mis manos.

Miraba todo en la habitación como queriendo recordar que él había vivido ahí. No era muy grande pero era suficiente para los dos; la cama era matrimonial, un armario que compartíamos gigante el cual ahora se encontraba casi vacío, Pete había estado recogiendo sus cosas poco a poco, esta seria la última vez que lo vería. Ya nada quedaba de él, más que el recuerdo del fantasma que una vez hábito aquí.
Junto a la cama había una pequeña mesa y un estante que estaba repletó de cosas de ambos, libros, muñecos, regalos que nos habíamos hecho, fotos, miles y miles de fotos de ambos enmarcadas, las cuales habíamos tomado en viajes que realizábamos en las vacaciones, algunas otras eran de la universidad, o de cosas cotidianas que hacíamos.

El se quedó viendo cada una de esas cosas preguntando por todas. -Fuimos a muchos lugares juntos ¿verdad?

-Mm, odiábamos quedarnos aquí en las vacaciones, así que siempre salíamos a donde queríamos.

Empezó a acariciar cada foto que toma entre sus manos, las miraba detalladamente mientras sonreía, sus ojos brillaban al verlas, anhelaba que él pudiera recordar algo, pero no fue así, en cuestión de segundos dejó todas las fotos, tomó la caja que le había dado y dirigiéndose a la puerta me miro y dijo -Ya no necesitó nada de eso.. De nuevo gracias ya tengo que irme...

Mi corazón se había roto de nuevo, él tenía razón ya no necesitaba cosas estúpidas como esas, él ya tenía una nueva vida, yo y todo aquello que alguna vez formamos sólo era parte del pasado.

Lo acompañe hasta la salida, tenía un nudo en la garganta no podía soportar verlo tan frío, tan distante de mi, pero no podía decir nada. Salió del departamento dándomela espalda, nuevamente me agradeció y sin siquiera mirarme se marchó.

Le había dicho que me mudaría, pero no podía hacerlo, para mi el departamento representaba mucho, incluso no pudiéndolo pagar yo solo, me decidí a no dejarlo, empecé a tomar turnos extras en la empresa donde trabaja solo para ganar un poco más de dinero y no tener que mudarme.

Entre y me preparé el desayuno, se sentía tan vacío sin él, siempre hacíamos todo juntos, así fuera lo más mínimo.
Sentando en la mesa que antes era para dos empecé de nuevo a llorar como un idiota.
La comida se atoraba en mi garganta, mis lágrimas manchaban todo a su pasó, no podía dejar de pensar en todo, si hubiera sido mejor novio nada de esto estaría pasando, si hubiera cuidado mejor de él no tendríamos que estar en esta situación.

Si las cosas hubieran sido al revés estoy seguro de que Pete intentaría por todos los medios hacerme recordar, no es que no quisiera hacerlo, pero cuando lo intenté no lo tomó nada bien, enseguida él me pidió que lo dejará de molestar, el médico pidió lo mismo ya que en el estado en el que se encontraba era muy delicado como para afectarlo aún más, su memoria regresaría cuando tuviera que hacerlo, o probablemente nunca lo haría, era algo que ni él ni nadie podía controlar.

Desde el día del incidente hasta hoy no hago otra cosa más que lamentarme, intentó buscarlo pero no soy capaz de acercarme a Pete cuando lo veo. Se ve tan feliz siempre, como si nada hubiera pasado, como si yo nunca hubiera sido necesario en su vida.

Necesitaba canalizar mi dolor en otra cosa, distraerme hacer cualquier cosa que pudiera motivarme a seguir adelante sin él, nada había funcionado hasta ahora pero aún seguía intentándolo.
Me duche y salí a un parque cercano, era fin de semana obviamente este estaba repletó de personas, sobre todo de familias y de parejas.

Solíamos venir aquí a caminar después del trabajo o en fines de semana calurosos como este, nos sentábamos en una banca cerca del puesto de helados. Podíamos platicar horas ahí mientras jugábamos, oh nos hacíamos mimos, sabía que era mala idea venir aquí porque suelo torturarme con esas viejas costumbres.

Como si nada hubiera cambiado me siento en aquella banca mirando a todas las parejas felices que pasan delante mío, siempre intentó contener las lágrimas pero eventualmente salen a flote cuando no puedo retenerlas por más tiempo.

-Pete.... - mire hacia el lugar que él debería ocupar e intentó imaginar que esta aquí.

-¿Ae?....

•Inolvidable•  Ae & Pete COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora