F L U G H A F E N // K O O K M I N // [❄️] (T.S)

하나

Me encontraba yendo al aeropuerto de Estados Unidos, ya que por motivos familiares tenía que volver a Busan, mi ciudad natal. El vuelo es dentro de todo corto, aproximan 13 horas. Con escala en Seúl.

No podía esperar por ver a mi familia, en especial ahora que me enteré que mi hermana, Lisa, va a adoptar, con su pareja de hace ya unos años, un bebé.
A su pareja la conozco bastante, ya que es una ex integrante del grupo femenino Blackpink.
Me acuerdo de que cuando Lisa y las otras chicas estaban todavía en el grupo, siempre las veía abrazadas, es por eso que no me sorprendió cuando me dijo que estaban juntas en una relación amorosa. Hacen una muy linda pareja.

El problema con el tema del avión y el vuelo, es que estaba llegando con el tiempo justo e inclusivemente jugado para hacer el check-in, pasar por migraciones y rayos. De solo pensarlo ya me estaba poniendo ansioso por tanta presión. Luego de unos minutos, que fueron eternos para mi, llegamos al aeropuerto y el taxi me dejó en la puerta.
El señor bajó del taxi para abrir el baúl y ayudarme a sacar mi equipaje para despachar.
- Muchas gracias señor, tenga un buen día.- le agradecí en un inglés al estilo JiMin, hice una reverencia y le entregué el dinero correspondiente.
- Gracias a ti.- me sonrió e hizo de igual manera una reverencia medio tosca al no estar acostumbrado a hacer ese gesto, me causó ternura.

Salí corriendo como loco por todo el aeropuerto para llegar a la zona del check-in. Ya me había pasado una vez, que por no haber calculado bien el tiempo, la gente del check in me cerró en la cara y dijo que no podría tomar el vuelo. No podía volver a pasarme. Es por eso que corría con todas mis fuerzas para llegar por lo menos unos segundos antes que un Jimin cool caminando épicamente. Ahora no me importaba lo demacrado que me veía, ¿para que negarlo?, mi resistencia física es igual al sentido de la orientación de Dora sin Mapa.
A una distancia considerablemente cerca del check in vi que la chica estaba a punto de irse. Al parecer era solo unos años mayor que yo, así que a unos metros de distancia le grité.
- 누나! (Noona que significa hermana mayor no si o si de sangre y solo lo puede decir un hombre) ¡Espere por favor!- luego de tremendo grito vi como no solo ella se daba vuelta, si no que también todos los que estaban en las cafeterías o los bancos del aeropuerto. Ella se dió vuelta con confusión y por inercia por semejante grito, obviamente no entendió nada de lo que dije e inclusivemente pude parecer tranquilamente alguien amenazando con una bomba por el extraño idioma que tengo como idioma materno. Me sentí un poco apenado al haber hablado en coreano en un lugar donde no me entienden ni p2, pero ya había gritado, no podía cancelar mi ruidosa acción.
Luego, di unos pasos y llegué donde se encontraba la chica qué tal como quería estaba esperándome en su lugar para despachar valijas, etc...
Las pesó, todas estaban bien; revisó los pasajes, estaban bien también y despachó mi valija correspondiente.
- Muchísimas gracias por haberme esperado.- dije sin evitar mi emoción y admiración por la acción de la señorita.
Me sonrió e hizo un gesto con la mano restándole importancia a su beneficiosa acción.

La verdad es que por tanto correr, el calor del día, no haber comido hace días para bajar de peso, y no estar bien hidratado me estaba jugando una mala pasada.
Me bajó demasiado la presión y sentí que ahí mismo me iba a desmayar. Pero no tenía tiempo como para estarme desmayando, así que seguí y llegué a migraciones. Fue una larga fila, pero cuando fue mi turno fue bastante rápido.
Todo estaba actualizado, así que no hubo problema alguno.

Fui a la última parte, donde revisan tu bolso de mano y a uno mismo con rayos.
Todo estaba perfecto, no hubo ningún inconveniente. Tenía muchas ganas de ver el freeshop, pero el tiempo no me daba.
El avión salía en 15 minutos más o menos.
De nuevo corrí, sintiendo mi nula estabilidad al máximo. Básicamente, sentía que el piso y todo mi alrededor se movía de forma continua e irregularmente.

Llegué a la puerta de embarque de mi
avión y al estar mi trasero a unos pocos centímetros de la silla para esperar los últimos minutos sentí mi cuerpo en peso muerto, luego de eso no recuerdo nada.