Capítulo 7

147 11 1
                                    

Narra María (Unos días atrás)

Al llegar a clase de economía. Entra un profesor extraño. ¿Donde está Jesús?

──Chicos, sentados ya.── La clase hace caso y este sigue hablando. ──Vuestro profesor de economía. Jesús, ahora mismo está en el hospital. Acaba de ser padre y tiene unos días de vacaciones. Yo seré el sustituto.──

Después de eso, no pude escuchar más. Ni siquiera su nombre.

¿Jesús va a ser padre?

¿Acaso está casado?

Me duele mucho el pecho por la noticia, aunque no debería hacerlo, ya que he sido demasiado cruel con él.

Narra María (Minutos atrás)

Ya han pasado varios días y Jesús está de vuelta. Ha pasado la clase demasiado lento, aunque por fin acaba de terminar.

Todos han recogido y yo estoy esperando que se vayan todos y que solo quedemos Jesús y yo.

Cuándo por fin pasa eso, me levanto y me dirigo hacia su mesa.

──Lo siento mucho. Siento haberte amenazado.── Comento al llegar.

──Lo siento yo, realmente no merecías ese seis. Estaba algo extrañado por verte y no fuí capaz de leer tu letra...── Se lamenta él.

──Felicidades por tu hijo.── Digo con todo el dolor del mundo.

──Es hija. Gracias.── Comenta.

──Siento ser así, no te odio, nunca lo he llegado a hacer. Solo dije eso por lastimarte, ya que acababas de decir algo... que me dolió demasiado. Soy una estúpida.── Digo.

──No María, el estúpido he sido yo, no debería haberte robado la virginidad aquel día.──

Comienzo de nuevo a llorar.

──Eso es lo que me duele. Tu te arrepientes y yo no. Yo he estado estos últimos años buscando a alguien como tú de mi edad. Pero nunca lo he encontrado. No hay nadie como tú y lo sé. Me he enamorado de ti. Lo siento muchísimo.── Digo entre sollozos.

──¿Sabes? Mi hija se llama María.── Comenta él quitándome las lágrimas.

──¿Porque...?── Digo sorprendida.

──Por tí, yo también me enamoré de tí y fue demasiado estúpido, ya que eras una niña. No lo pude admitir hasta que me dijiste que me odiabas y saliste corriendo. Allí me dí cuenta que no quería que te fueras. Pero lo tuve que hacer... He estado desde que saliste corriendo buscando alguien que se parezca a tí. Pero no lo he logrado. Odio que nos llevemos diez años. Al final, encontré a Marta, mi esposa. Ella no es como tú, nadie lo es. Pero he aprendido a quererla y a valorarla. Al menos, quería que, si mi hijo era una niña, se llamara como tú.
No vas a encontrar a nadie como yo. Por mucho que busques. Solo, aprende a querer lo que tienes y no extrañes lo que ya no tienes. Eso ya no va a volver.── Comenta.

──Yo no soy capaz de hacer eso... No soy capaz de encontrar a alguien y poder quererlo como a tí...── Digo.

──Eso pensaba yo y fíjate, soy padre. Marta es alguien en quien puedes confiar.──

──Gracias Jesús.──

──No hay de que, María.── Dice y me abraza. Algo que no había hecho desde hace once años.

Narra María (Actualidad)

Quizás lo que hicimos estuvo mal. Pero, solo sé que no me arrepiento de haberlo hecho. Jesús en una gran persona y me sigo apreciando. Ojalá yo también encuentre a alguien y sea capaz de quererle.
Esta es mi historia, la edad me a fastidiado bastante desde siempre, pero mira. Sigo aquí.

Diferentes edadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora