You Are Still Here / [HunHan]

You Are Still Here

Como ya es costumbre cada noche desde que Sehun se casó, él se encuentra sentado en una de las sillas del comedor disfrutando de su platillo favorito, pasta. Frente a él se encuentra el hombre que robó su corazón desde la primera vez que lo vio, aquella persona que le da sentido a su existir. Sí, ese es Luhan, su adorado esposo.

Ellos se conocieron por casualidad una tarde de otoño en el centro de trabajo de Luhan, el chico trabajaba en una pequeña pero acogedora florería, la cual Sehun descubrió gracias a su mejor amigo Chanyeol, quien visitaba constantemente el lugar para comprar uno que otro ramo de flores como obsequio para su lindo novio, Baekhyun.

Desde el momento en el que los ojos de Sehun se cruzaron con los de Luhan, él supo que aquel muchacho era la persona indicada, aquel con el que deseaba formar una familia y pasar el resto de sus días.

Pronto, Sehun se convirtió en un cliente habitual de la florería, sus visitas haciéndose cada vez más constantes. Acudía al lugar con un sólo objetivo en mente, contemplar al maravilloso hombre que trabajaba ahí. Y aquello fue lo único que hizo durante los primeros meses, pues en ningún momento tuvo las agallas para acercarse al chico e intentar socializar con él. Tenía tanto miedo de hacer algún movimiento en falso y darle a Luhan una mala impresión de sí mismo. Sin embargo, él sabía que no podía seguir comportándose como un espía acosador del muchacho, es por ello que en una de sus tantas visitas, Sehun se armó de valor y decidió invitar al joven de cabellos dorados a tomar un helado. Y pese a su desubicada invitación en un día extremadamente lluvioso, un tímido Luhan de mejillas sonrosadas no tardó mucho en aceptar su propuesta.

El hombre de cabellos negros sonríe al pensar en su etapa de citas junto a Luhan, fueron tantas aquellas salidas que en el día menos pensado, ambos terminaron uniendo sus vidas en sagrado matrimonio. Todo sucedió increíblemente rápido, pero Sehun no se arrepiente de absolutamente nada, él sabe que casarse con Luhan fue la mejor decisión que pudo haber tomado en su corta vida.

—¿Te gusta lo que preparé? —le pregunta al chico del otro lado de la mesa. Él le regala una amplia sonrisa y Sehun se toma aquello como una afirmación— Aunque creo que esta vez le agregué mucha sal —comenta apenado. Enrolla algunos espaguetis con la ayuda de los palitos en su mano derecha y posteriormente se los lleva a la boca para degustar de su sabor—. ¿Ya tienes sueño? —hace una nueva pregunta. Pero en lugar de responder, Luhan sólo vuelve a sonreír como suele hacerlo desde hace dos años atrás.

Desde aquel fatídico día en el que su amado esposo le fue arrebatado de su lado, han pasado ya dos años, pero Sehun aún recuerda aquel accidente como si se tratara de ayer.

Era una hermosa mañana, Luhan había salido temprano de casa y había tomado un taxi para dirigirse al trabajo. Usualmente se transportaba hasta el lugar con ayuda de Sehun, pero ese día decidió hacerlo por su cuenta, pues la noche anterior su esposo se había desvelado resolviendo algunos problemas en su empresa. Cuando el hombre llegó a casa, le regaló a Luhan un beso en la frente como saludo y luego sólo se desplomó sobre la cama. El de cabellos dorados entendió de inmediato que su esposo estaba agotado, es debido a ello que prefirió dejarlo descansar y dirigirse al trabajo por sus propios medios.

El viaje de Luhan hacia su centro de trabajo había marchado bien, hasta que un vehículo en descontrol se cruzó en su camino. Pronto, el chofer que lo acompañaba intentó esquivarlo realizando algunas maniobras que resultaron exitosas, mas ese fugaz triunfo se esfumó de sus manos cuando la acción que realizó, los dirigía hacia un poste de luz que impactaría directamente contra el conductor. No obstante, la rápida reacción del hombre lo llevó a hacer una nueva maniobra que lo ayudó a evitar el impacto. Desafortunadamente, el conductor no fue lo suficientemente hábil para conseguir que el copiloto corriera con la misma suerte.