¿Qué podía decir? Era mi voz favorita, la manera en que mi nombre se resvalaba de sus labios antes de proporcionarme un beso, los tarareos que me hacían dormir y me despertaban por las mañanas.
Pero no era solo la voz, eran esos ojos expresivos, la sonrisa cuadrada, sus grandes manos al acariciar mi rostro. Era eso y mucho más, mucho más.
- ¿En que tanto piensas?
Su pregunta me saca de mi ensoñanza y me hace voltear a verlo, esta detrás del sillón en el que me encuentro, recargado en sus codos sobre el respaldo así que me veo obligada a mirar hacia arriba. Le doy una sonrisa que el devuelve de inmediato.
- Pienso en lo guapo que eres mi amor.
Eso lo hace sonreír aún más, hasta el punto en que sus ojos dejan de ser visibles y de un momento a otro está rojo, trata de cubrirlo con sus manos pero su rostro es una obra de arte y me veo en la necesidad de apartarlas para poder verlo a los ojos. En su intento por que no lo vea da un salto y aterriza sobre mi, un pequeño ¡ouch! de mi parte lo sobresalta.
- Lo siento, lo siento.-
Escucho su desespero en la forma en que me abraza y entierra su cara en mi cuello, siempre ha tenido miedo de hacerme daño y se preocupa demasiado cuando cree haberlo causado.
- Tranquilo tae tae.- le calmo.- fue un accidente, estoy bien.
El levanta su rostro de mi cuello y me ve fijamente, como si no creyera lo que acabo de decirle. Levanto mis labios un poco para darle a entender que quiero un beso e inmediatamente se abalanza y sus labios chocan con los mios. "Esto es el paraíso", tae acaricia mi cintura mientra trata de no aplastarme.
- Tae...
Un suspiro sale de mis labios, Tae parece no prestar atención a lo que digo por que sigue muy concentrado en tratar de subir mi blusa.
- ¡Taehyung!
- Mmm...- gruñe como respuesta.
- Hoy no podemos bebé...
El levanta su rostro de nuevo y me ve con una incógnita en el.
- Sabes que tenemos cena en casa de tus padres...
Gruñe de nuevo, esta vez sus labios van a dar a mi cuello y dejan una estela de humedad en el. Otro suspiro deja mi garganta.
- Llamaré para cancelar- es todo lo que dice.
Su mano derecha ahora juega con el botón de mis pantalones, instintivamente levantó mis caderas y a él se le escapa una risita de autosuficiencia, me devuelve a la realidad.
- ¡Taehyung no se vale!-. El solo atina a carcajearse-. Levantate, es hora de irnos.
- No.- dice haciendo berrinche.
Trato de escapar de él pero es más pesado de lo que parece y solo termino evitando que vuelva a besarme, sostengo sus manos para que deje de alterar las terminales nerviosas de mi cintura y piernas y lo veo medio molesta. Tae solo atina a poner su cara de cachorrito.
- Hace mucho que no pasamos tiempo juntos.- dice haciendo pucheros.- dejame cancelarles.
- Ño.- respondo.- tu madre nos va a matar si le volvemos a cancelar, así que arriba príncipe que ya se nos hizo tarde.
Tae vuelve a hacer un mohín y suelta un suspiro pesado, entonces recuesta su rostro en mi pecho y respira hondo.
- ¿Podemos quedarnos así cinco minutos? Te prometo que después me levantaré e iremos a cenar.
Suena bastante cansado de hecho, así que solo asiento y le doy un beso en la frente, mientras mis manos acarician su cabello azul y su espalda, lo escucho suspirar de nuevo y dos minutos después un leve sonido proveniente de sus labios me indica que se ha quedado dormido. Lo contempló, se ve tan tranquilo que me duele la idea de despertarlo. Me estiró lo más que puedo hasta alcanzar la mesita de café frente al sofá, creo que tendremos que cancelar de nuevo.
Sonrío mientras lo sigo viendo, termino de marcar el número de mis suegros y me preparo para una reprimenda, siempre hacemos los mismo asi que ya estamos acostumbrados y si soy sincera, me gusta mucho esta vida.
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