BTS °One shots°

3.5

Salir del enorme teatro fue lo más extraño del mundo, había chicas que me veían con cara de asesinas, otras que se me acercaron para preguntarme que había sentido, pero el que más gracia me causó fue mi nuevo amigo que no paro de decirme que me odiaba por tener tanta suerte, que incluso había interrumpido su momento con Jungkook cuando Namjoon se levantó a seguirme el juego.

- ¡Ya te dije que lo siento! - repetí por milésima vez.

- Es que no lo entiendo huevon - decia-. ¿Que clase de pacto diabólico tuviste que hacer para que eso te pasara? El hombre es todo un caballero pero esta vez si se paso.

Una carcajada sale de mi boca, creo que este es el comienzo de una bonita amistad. De hecho, pasamos la tarde juntos, conociéndonos, hablando de nuestro amor compartido por los chicos a prueba de balas, charlamos hasta que se nos cansa la boca de hablar y la noche cae sobre nosotros.

Salimos de la pequeña cafetería en la que nos encontrábamos y caminamos un par de cuadras más hasta el metro, donde tenemos que despedirnos así que intercambiamos números y nos despedimos prometiendo que nos volveremos a ver pronto.

Subo al metro con una sonrisa en mi rostro, estoy totalmente loca, tal vez por eso RM me siguió la corriente, o tal vez fue por que si quiere casarse conmigo. Me rio ante mi propio chiste. El metro se detiene en la estación que me corresponde y bajo rápidamente con dirección a mi departamento, cuando llego me recibe el pequeño cachorro que adopte hace un par de meses.

- Hola mi bebé precioso, ¿me extrañaste?

El pequeño pug me ladra y mueve su enroscada cola como loco.

- Yo también te extrañe.

Su voz hace que deje de acariciar al perro y volteo a verlo, esta en un pantalón holgado negro y una playera blanca lisa dos tallas arriba de la suya.
Se ve jodidamente guapo, más de lo que me permito aceptar, ¿como es que semejante hombre haya aceptado estar con esta loca?

Su sonrisa oprime mi corazón, camino algunos pasos hasta llegar al sofá donde se encuentra y prácticamente me tiro sobre el abrazándolo.

- ¿Por qué llegaste tan tarde? - pregunta mientras acaricia mi cabello, yo solo atinó a esconder mi cara en su cuello.

- No quería que me regañaras - me sincero. El ríe -. Es que creo que me pasé un poquito hoy.

El vuelve a reír y deposita un beso en mi frente mientras busca entrelazar nuestra manos, entonces nota la sortija en mi dedo.

- ¡Ah! Olvide quitarla.

Estoy por deslizarla de mi dedo cuando el me detiene.

- Deberías dejartela, total los chicos ya sabían que tarde o temprano pasaría.

Me quedo muda ante lo que su comentario conlleva. El me mira sonriente, sus hoyuelos más pronunciados que nunca.

- ¿Estas hablando enserio?

Lo miró directamente a los ojos para buscar un rastro de burla o chiste en ellos, pero no lo encuentro.

- Es lo menos que puedes haces después de que me obligaste a pedírtelo frente a doscientas cincuenta personas - responde-. Jin hyung se burlo de mi toda la tarde, sin contar todos los chistes, ah y Suga quiere tocar el piano en la ceremonia.

Me quedo atónita ante tal revelación.

- Namjoon ah dime que no estas bromeando por favor.

Namjoon me da la sonrisa más grande que le he visto en nuestros tres años de noviazgo.

- ¿Donde esta tu bolso? - dice de la nada.

- ¿Eh?

- Tu bolso, dámelo.

Se lo entrego dudosa, sigo en shock por lo anterior, además de confundida por el cambio tan drástico de conversación. Namjoon rebusca entre mis cosas hasta que da con mi copia de Map of the Soul.

- Ábrelo - ordena y yo resignada obedezco.

No se a donde quiere llegar con esto pero rebusco entre la paginas hasta que doy con la que tiene su firma. Me mira esperando que lea lo que dice.

<< No entiendo como es que después de tres largos años sigues sorprendiendome ¡eres increíble! De verdad que eres todo lo que he soñado y permiteme que te lo escriba, se que haces esto para bromear conmigo, pero quiero casarme contigo, no tienes idea de cuanto quiero ser el padre de tus hijos y poder verte caminar al altar, así que sí cariño, tu broma va enserio... Se mi esposa ¿que dices? >>

No falta decir que para cuando termine era un manojo de lágrimas, solo atine a asentir y apretar mis brazos alrededor del amor de mi vida. Él me regalaba su sonrisa brillante.

- Te prometo que mañana iremos a comprarte el anillo que quieras - me propone.

- ¿Estas bromeando? Este anillo es el correcto - le respondo mostrándole la baratija.

El ríe y me vuelve a abrazar. Compartimos caricias y de pronto ya estamos en nuestra habitación celebrando que lo que empezó como una pequeña broma a mi novio, terminó siendo una propuesta de un futuro juntos como esposos.

-.-

Espero que les haya gustado, al final no me ha resultado tan emocionante como esperaba, pero quiero saber su opinión al respecto, y díganme de quien quieren que sea el próximo.
Nos leemos pronto.

LaGalletaOut