Montones de ideas le venían a la cabeza cuando veía a sus nuevos alumnos de Biología, preguntas, ideas ; todo lo que a su vez se estaban preguntando sus nuevos alumnos en ese momento, aunque sus incógnitas giraban respecto al profesor. La armadura era el punto principal, todos reflejaban en su mirada la pregunta ¿Qué clase de profesor loco me ha tocado ahora? Él detenía su "mirada" en cada uno de sus alumnos y los observaba poco a poco; "mirada" porque su armadura no dejaba ver su intensa mirada. Sí, llevaba armadura, lejos de las armaduras que podamos imaginar de la época medieval, era tosca, rígida, fuerte, pesadisima, estilizada y negra como su historia.
A medida que paseaba la mirada por la clase parecía buscar con la mirada algo, hasta que ¡Bingo! Intentó disimularlo, pero se notó aunque fuese ínfimamente su reacción, había plantado su atención en una joven chica alumna suya, la observarba con gran interés. Muy al contrario de lo que se pudiera pensar, no era la típica chica de historia de amor de la que el protagonista se enamora y hace locuras por ella; ojalá hubiera sido solo eso, pero fue algo mucho mayor y más profundo.
A primera vista, esta historia es todo lo contrario a lo que parece, una de muchas otras.
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El esclavo del tiempo.
RomanceEn un mundo cegado por su propio ego, un hombre oculta su verdadera historia tras una tosca armadura. Poco a poco deja caer ínfimas partes de su verdadero ser a sus alumnos, a los cuales da clase de Biología.