WANTEDMAN √jjk

✾•CaP 5

Todo pareció detenerse alrededor de la castaña, hasta le pareció oír aquella voz reconocible en forma lenta y pausada, incomoda por la pose en la que se encontraba decidió bajarse de la isla y toparse cara a cara con Jeon.

- Ah! Estaba intentando agarrar una bolsa de chocolate. - Intentó disimular el como se acomodaba la camisa apoyando las manos en la orilla del mármol dejando un espacio entre su cintura.

Jeon sonrió fascinado y perdido en aquellos bellos ojos de la castaña, se miraba hermosa con esa simple camisa de vestir que le llegaba a los muslo, joder, ¡qué muslos! Quería pasar la lengua por ellos.

- Si gusta puedo ayudarle. - Su voz se alzó mientras se acercaba a la mujer sin retirar su vista, la chica sólo se retorció incomoda en su lugar viendo como el de cabellos negro se acercaba y se posaba a unos centímetros de ella invadiendo su espacio personal, no del todo, pero falta no le hacía.

Jeon estiró su brazo a la lámpara inclinándose un poco más y posando la otra mano en el mármol en medio de la cintura y manos de Blair, no desaprovechó y rozó su mano con las de ella, repitiendo el gesto anterior de la chica encontró su objetivo, lo tomó y lo bajó. Poniéndolo a la altura de su pecho.

- Pará mí es todo un honor bajarle lo que guste. - se encorvo hasta quedar unos tres centímetros más arriba que la cabeza de Blair, volvió a sonreír esta vez dejando a vista sus dientes que picaban por morder su cuello.

A centímetros, la castaña alzó más su cabeza mientras tomaba en sus manos la bolsa de chocolates. - Muchas gracias. - sonrió, y, a pesar del silencio que se presentó después, ninguno de los dos se quería mover, estaban demasiado cómodos en aquella pose apreciándose el uno al otro.

- Y que lo trae por aquí - el tono de voz de la castaña bajo por la cercanía casi en susurro, no era necesario hablar en voz alta, pero no tomo en cuenta que aquel insignificante gesto afectaría gravemente a Jeon, quien apretó el mármol en su mano y decidió acorralarla pasando el brazo contrario en el otro lado de la cintura de Blair.

- Pasaba a ver a su hermano, pero al parecer ya se fue. - susurro también, el aire de por sí se sentía pesado pero era peor con la tensión sexual que ambos saben manejar. Se deseaban, pero curiosamente ninguno daba un paso más allá, Blair quería pasar su mano por aquellos pectorales y hombros, deseaba tocarlo, pero no lo haría, o tal vez sí.

El ruido lento de las agujas del reloj moviéndose con un TIC TAC era lo único que se escuchaba en la sala, no estaban dispuestos a ceder en bajar la vista ni uno ni el otro.

— Espero que no le moleste que me quedé aquí contigo Blair.


BLAIR PARK


   Todos mis sentidos se alborotan haciendo mi corazón explotar, liberando las hormonas comprimidas de mi cuerpo, helándome la yema de mis dedos, llevando una descarga eléctrica por todo mi cuerpo estallando en mi vientre, sintiendo el palpar y la humedad de mi feminidad.

Mis pulsaciones se aceleran al sentir el mentolado aliento de Jeon golpear mi nariz y su respiración se desplaza en la punta de mi oreja.
— ¿Esta de acuerdo con eso?. —
Cuestiono con su voz ronca y grave arrastrándola suave por el aire, apego su cuerpo más al mío haciendo la fricción más intensa.

El nerviosismo gobierna mi cuerpo y el colorado de mis mejillas lo hizo sonreír. Simplemente no me podía calmar con su presencia y mi cuerpo no responde las señales que le envió a mí cerebro. Caí en el fondo de sus orbes oscuros si saber los peligros que esto trae consigo siendo la presa fácil de un lobo u otro animal salvaje.

— Tu silencio lo responde todo ¿verdad?. — Agacho mi mirada viendo los brillantes zapatos negros, tratando de llevar a cabo un plan de ataque ante tal felino frente a mis ojos.

Trato de comportarme como tal chica de veinte años, con un trabajo muy importante y con carácter. Pero no puedo ya que todo se va al alcantarillado al sentir como una de sus manos se apodera de mí cintura y la otra en mí quijada, en donde entierra sus dedos helados suavemente elevándome la cabeza obligándome a volver a verlo a los ojos.
Tenía consigo una gran sonrisa morbosa que me originaba espasmos, mis hormonas explotaron nuevamente al ver como este remojaba sus labios con su lengua de una forma lenta y tortuosa, decidí abrir mis labios viendo muy expectante tal ademán exquisito, provocándome frustración al querer morderle los labios y saber que no podía hacerlo debido a la altura de una cabeza y medía. Es frustrante.

Infló su pecho mordiéndose el labio inferior nuevamente, ese acto hizo mi cuerpo encenderse entrando en un calor agobiante.

No pierdo nada al intentar
¿O sí?.

Y cuando pensé que mi cerebro no acataría las ordenes que le mandaba decidí arriesgarme en un intento descontrolado y ansioso de probar aquellos lujuriosos labios, sonreí imitando su acto sin quitarle los ojos de encima, mordiéndome el labio para provocarlo y darme valor a mi misma por tales palabras— No me molestaría en lo absoluto que lo hiciera, joven Jeon.

Y esas once palabras fueron el detonante de la erupción de un volcán de excitación en nuestros cuerpos.

Acerco su rostro a mi oreja, rosando sus colorados y humectados labios a mi oído susurrando cerca de mi oído con lentitud.

— Me complace escuchar eso, Blair. — Aparto con suavidad los mechones desaliñados y desobedientes que caían por mi cuello dejándolo a su disposición total, acerco su rostro a esté rosando su nariz de arriba abajo.

Su nariz en la piel de mi cuello quemaba haciendo espasmos en mi cuerpo, mis piernas doblegaban en fallar perdiendo el control de ellas al sentir su lengua suave raspando mi cuello dejándolo húmedo con su saliva.

Mis muslos se abrieron al instante en el momento en que él decidió meter su musculosa pierna entre los míos obligando su pase, su mano en mi cintura se afianzó más ya que mis rodillas en cuestión de segundos decidieron fallar y darse por rendidas ante tal hombre.

Inhaló fuerte en mi cuello erizándome la piel y los pequeños vellos de mi nuca. Su mano permanecía enredada en mi cabello, la cual solo se dedico a obligarme hacer mi cabeza hacía atrás jaloneándolo un poco, dejando a su lengua más espacio libre en donde podía pasearse por doquier.

Mi respiración agitada iba al compás de mi pecho en sube y baja al igual que la de él, nuestras respiraciones decidieron coordinarse como sí fuesen máquinas e ir acordé.

Sus dientes mordisquearon la sensible y dilatada piel de mi cuello, donde mi boca decidió soltar un quejido provocándole a que moviese su pelvis, frotándose en mi vientre. Irritado por una fricción que no lo complació del todo decidió tomarme por el trasero alzándome y aprovechando a apretarlo, quedando nuestras intimidades en contacto. Se despego de mi cuello alzando la vista para hacer contacto visual.

— Así esta mejor. — Espeto con voz ronca sonriendo de lado mordiéndose la parte derecha del labio inferior.

En términos de antojar ya antojaron.

Se que han pasado 84 años de mi última actualización pero, a que las sorprendi eh.