Luan Francisco.

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  • Dedicado a Rosanna Aquino
                                    

"Luan Francisco" es el nombre que mi esposo y yo escogimos para nuestro bebe, duramos tanto porque queríamos que significara mucho para ambos y para el bebe también, para que el se sienta feliz de el nombre que lleva por que a diferencia de su padre tendría un nombre muy lindo, a las 24 semanas decidimos definitivamente el nombre y ese mismo día a las 10:30 AM tendríamos una cita con el ginecólogo, podríamos ver qué tanto había cambiado nuestro Luan Francisco al llegar las 10:30 AM se abre la puerta del consultorio y su secretaria nos invita a pasar,

- Uff - dice mi esposo - que larga espera! -
y era cierto fuimos los primeros en llegar aunque seríamos los últimos en ser recibidos. Estamos tan ansiosos de verlo y escuchar su corazón latir tan fuerte como la última vez.
Ya adentro del consultorio y yo sobre la camilla el doctor procede con la sonografía; -- todo marcha bien! excelente diría yo--  dice el doctor y nos invita a escuchar el corazón de Luan F.
- Wow! dice mi esposo -- es todo un campeón --  continua.

Cuando lo escuche no pude evitar ponerme a llorar es tan emocionante llevar una vida dentro de ti, la felicidad es incomparable soy la mujer más feliz del mundo. Luan Francisco en la pantalla con su dedito en la boca y moviéndose.
-- Que ternura! Exclame.

ya se terminaba el chequeo y deberíamos regresar estábamos tan felices al llegar a casa, mi esposo me deja y ya tiene que irse para  volver al trabajo, y yo me quedé en la casa con Dios y mi Luan Francisco.

Pasaron los días y así pasaron cuatro semanas... fue un viernes por la noche, mientras mi esposo y yo veíamos un documental sobre las leonas y sus crías, sentí un fuerte dolor e inmediatamente  llamamos al doctor, nos dijo que era normal pero al ser primeriza no me contuve y a la mañana siguiente sin cita alguna estabamos en su consultorio.

Nuestra próxima cita sería en tres días pero no quise esperar, al entrar al consultorio le explicó al doctor y me dice que es normal aún así le pido una sonografía y el accede. Cuando empieza todo, nos dice que su corazón está bien pero luego su cara cambia, su expresión, su forma de mirar a Luan Francisco en la pantalla no es la misma que la última vez, mi esposo y yo al parecer tenemos las mentes conectadas al mismo tiempo hicimos la pregunta

--¿Que sucede doctor? ¿Está todo bien?

El Doctor  nos pidió silencio con su mano izquierda y prosiguió, yo formuló la misma pregunta y el voltea hacia nosotros con un rostro fúnebre y nos dice;
-- Me temo que tendremos que hacer una intervención quirúrgica lo más pronto posible --  y prosiguió  -- Luan Francisco viene con una enfermedad cardíaca, no podría asegurarles que sobreviva en su vientre durante las próximas 2 semanas, debemos intervenir y ponerlo en tratamiento para seguir
de cerca la enfermedad y ver sus avances --

Esas fueron las palabras del Doctor antes de que yo rompiera en llanto, mi esposo trataba de calmarme, pero, él tampoco podía evitar que salieran lágrimas de sus ojos, después de aquella noticia.

¿como no se dio cuenta antes?
La  preguntaba.
  -- Esto pasa a veces, nos damos cuenta de la enfermedad cuando el embarazo está adelantado --
me respondió.

Al día siguiente yo estaba en la sala de cirugía lista para una cesárea. Y a las 10:35 de la mañana ya estaba en el cuarto 2-02 con deseos de ver a Luan F. Entre sueño, mareo, náuseas y el dolor de saber que mi bebe podría morir, queriendo no recordarlo pero las palabras del Doctor estaban mi cabeza.
Cuando dan las 2:15 PM entra el Doctor junto a una enfermera a mi cuarto y una silla de rueda.
Mi esposo ya tenía los pies gastados entre ir a preguntar por el bebe y volver a mi cuarto, realmente lo entendía, sabía lo preocupado que el estaba.

-- La llevaremos a ver ha Luan Francisco -- dijo el doctor.
Me alegre tanto qué lastimé mi herida, pero no me importo, sólo quería ver y sentir su carita y su piel, su olor y su pelo tan negro, su pelo era como un gorrito, mi esposo decía que tendríamos que recortarlo a las tres semanas cuando naciera recordaba eso y...

Al llegar a una sala nos colocan tras un cristal, Luan F. era el único en esa sala, mi corazón se rompió al ver su pecho abierto y conectado a tantos aparatos, no podía creer que ese fuera mi bebé que estuviera pasando todo eso, mi alma, mi corazón se rompió de imaginar su dolor. Se veía tan débil ante tantas máquinas pero ellas son quienes lo ayudarán a vivir y empecé a llorar en el momento que lo vi, el Doctor nos llamó a una oficina y nos dio la peor noticia.

-- Siento tener que decirles esto, pero, su hijo posiblemente sólo dure 2 semanas de vida, siento darles esta noticia pero la enfermedad va avanzando y por su estado no podemos darle quimioterapia, necesitamos que decidan si lo dejan conectado para seguirlo de cerca, o lo desconectan y se lo llevan a casa a esperar que... en ese momento lo interrumpí y le dije que el se quedaría y que como médico él tendría que hacer todo para salvar a nuestro bebe, mi esposo apoyo mi decisión y así fue, cada día mi esposo y yo nos la pasábamos hablándole tras un cristal, según pasaban los días el empeoraba y mejoraba un poco, cada vez empeorando más así habían pasado tres semanas era grandioso una semana más significaba mucho, el jueves a primera hora de la mañana luego de que el Doctor lo revisó el nos invitó a verlo, ¡Dios qué felicidad! ya podríamos verlo de cerca y sentirlo aunque fuera a través de la incubadora, su piel tan suave y se ve tan indefenso, pasaron 10 minutos y debíamos salir, yo con lágrimas y ese dolor tan fuerte tuve que partir.

-- ¿Qué lo retenía aquí?-- me preguntaba.

Ya había pasado un mes batallando,  era tan fuerte, sobrevivir a aquella enfermedad era toda una batalla para el, entre empeorar y mejorar continuamente él se debatía entre la vida y la muerte, ya nos habían permitido entrar cada día por 10 o 15 minutos, minutos que aprovechamos al máximo, yo para cantarle una canción qué le compuse y mi esposo para recordar le lo importante y amado que era por nosotros, cuando estábamos con él en la mañana mostraba mejoría pero al caer la tarde empeoraba, tal vez, lo que lo mantenía era nuestra presencia el querer estar con nosotros, tan luchador no quería darse por vencido, seguía luchando.

Luan FranciscoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora