El Valle de las Sombras

Bienvenida

Soy... Realmente eso no interesa, lo que realmente importa es donde me encuentro actualmente todo está oscuro... ¿He muerto?
No recuerdo nada tan solo un grito, mucho viento, golpes, tristeza, dolor.
—Hola, ¿Hay alguien aquí?— Dije.
Pero... Solo el viento me respondió y lo que parecía la corriente de un río, y decidí caminar hacia él, cada paso que daba mi cuerpo se hacía más pesado y no te una sombra de una persona, tras esa emoción de poder ver a alguien corrí con todas mis fuerzas, corrí como nunca y al llegar caigo a sus pies.
—Te doy la bienvenida al valle de las sombras, que te hizo llegar a este lugar.— Dijo lo que parecía ser un hombre.
—¿Valle de las sombras? No sé cómo he llegado aquí.— He dicho mientras lograba reincorporarme, y al hacerlo quedar delante suya.
—Aquí vienen las almas en pena, las que han muerto sin ningún objetivo logrado, cosas incumplidas una vida desastrosa.— Dijo tras sacarse la capucha de aquella túnica negra que llevaba.
El silencio no tardó en inundar la zona, y pensé lo que dijo, baje mi cabeza y solté unas lágrimas, mi vida fue una basura, no logré mis objetivos, no quiero quedarme aquí.
—¿Como hago para salir de este lugar? ¿Reencarnare?— Dije.
—Para una persona como tú no existe esa opción, para que dar una vida a alguien que desperdicio la suya, que sentido tiene, no hay manera de salir de aquí, bienvenida al valle de las sombras donde no hay principio ni fin.— Este desvaneció y el peso en mi cuerpo desapareció, yo no quiero estar aquí hasta el fin, quiero tener otras vidas... Caminé hasta el río y me encontré a personas, algunas llorando y otras ahogándose, gritos habían en ese lugar parecía el mismo infierno mire todo el paronama y un chico estaba sentado, relajado y sin hacer nada. 
Que estará tramando o por qué se encuentra tan tranquilo, decidí acercarme a el y pregúntale lo siguiente.
—Hola... ¿Por qué tanta tranquilidad?— Dije con curiosidad.
—Por que estamos en la nueva casa.— Dijo y su vos se distorsiona a la de alguien muy familiar a mi.
Todo se desvanece y aparezco en lo que sería una casa normal, miro a mi costado y veo un hombre, bastante apuesto a decir verdad, me quedé un rato viéndolo.
—Ya llegamos a la nueva casa.— Dijo para regalarme una sonrisa.
No comprendía que estaba sucediendo hasta recién en un lugar me encontraba, ¿Habrá sido un sueño? 
Aunque no lo crea puede ser una posibilidad, y de la nada siento como alguien toca mi hombre y tras mirar hacia atrás veo que era...