Pooch. |One-shot|(Soukoku, BSD)

Parte única.

—One-shot en relación con Blue and cooffe.

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Bajó las manos a la mesa, suspirando de manera pesada al hacerlo. No era la primera vez que Chuya cocinaba, pero era la primera vez que intentaba hacer un postre por su cuenta, ya más o menos Atsushi le había enseñado el como, más emplearlo era totalmente diferente. El horno no era su herramienta favorita, así como él no era la persona favorita de ese espantoso aparato.

— ¿Entonces ahora…? —Preguntó para si mismo— ¿Lo sacaba del horno y agregaba algo? —Dudó ladeando la cabeza observando hacía sus pies.

Estaba seguro de que debía agregarle algo, más no recordaba exactamente qué, ¿Haría diferencia?. Quizo suponer que no, más para estar seguro sacó su celular del bolsillo del delantal dispuesto a llamar a Atsushi. O esa era su intención hasta que un grito proveniente del living llamando a su nombre lo interrumpió. Nakahara dejó el celular en la mesada yendo rápidamente hacía donde el llamado.

— ¡Chuya!¡Maldita sea, salvame! —Pidió, o más bien ordenó Osamu, literalmente de sobre el estante que estaba junto a la ventana. Mientras un amigable cachorro ladraba mirando en su dirección.

— ¿Qué demonios estás haciendo ahí? —Preguntó arqueando una ceja, en realidad ya sabía porqué estaba ahí, pero pocas veces tenía la oportunidad de molestarlo.

— ¡¿Qué qué hago yo aquí?!¡¿Qué hace esa bestia en mi casa?! —Exclamó sujetandose como pudo de los bordes del estante.

Chuya suspiró, si Dazai caía de ahí definitivamente iba a lastimarse, pero aún así había algo que no cuadraba, ¿Cómo demonios había hecho Osamu para subir en primer lugar?.

— Dazai… ¿Cómo subiste? —Preguntó serio.

— ¡Mi pregunta primero! —Exclamó en respuesta. Chuya tomó al pequeño cachorro del suelo.

— Dazai, Jinko. —Presentó apuntando al perro.— Jinko, él es de quien te estaba hablando. —Dijo eso último, susurrando en la oreja del animal— Atsushi y Akutagawa salieron de la ciudad, nos pidieron cuidarlo.

— ¡¿Nos?! —Exclamó tambaleando el estante con él.

— ¡Ya baja de una vez, estúpido!¡El perro esta en mis brazos! —Exclamó a lo que Dazai dudandolo un poco se soltó, manteniendose todo el tiempo a una distancia pudrente de Chuya quien cargaba a ese mini-monstruo de pelos blancos.

— ¡No, no, no, definitivamente no! —Dijo cruzando sus brazos frente a su cuerpo— Akutagawa-kun nunca me dejaría una cosa de esas sin preguntarme.

— Él te preguntó. —Declaró y el castaño lo miró.

— No lo hizo.

— Si, lo hizo.

— Lo recordaría.

— Pues que pena porque si te preguntó.

— No, no y no. —Negó nuevamente moviendo la cabeza.— Llama a Akutagawa-kun, te juro que no, de ninguna, no hay forma de que yo haya aceptado algo como eso. Llámalo y verás, ¡Jamás me preguntó, lo recordaría!

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— Si lo hice. —Declaró Akutagwa en la pantalla de la laptop. Dazai palideció.

— ¡Claro que no! —Dijo en su defensa levantando el aparato a la altura de su hombro.— ¡¿Cuándo?¿Cómo?!¡Quiero los detalles!

— Estábamos en la cafetería, le dije que saldría de la ciudad y no tenía con quien dejar a Jinko. Le pregunté si usted podía cuidarlo y dijo que sí.