Mi reflejo me devuelve la mirada. Estoy de pie frente al gran espejo de mi cuarto designado, llevando en mí un conjunto de encaje negro que se adhiere como una segunda piel, estilizando mi cuerpo y resaltando mi piel blanca sobre este oscuro color que tan bien conozco.
De repente me siento observada y al desviar la vista de mi cuerpo noto detrás de mí a Pedro. Él es un hombre alto y con músculos bien formados que lleva consigo una dulce sonrisa perfilando sus labios, mis ojos hacen un recorrido desde sus fuertes piernas, las cuales están bien definidas, las mismas que tiene un color blanco pálido delicioso haciéndolo más deseable de ser posible; parece ser hecho con una simetría casi imposible de igualar, se podría comparar con un dios griego, salivo, mis ojos se deslizan hacia su definido abdomen, el cual tiene grandes indicios de haber sido esculpido con un cincel lleno de precisión, sus cuadritos pálidos resaltan y dejan ver la V que se forma en su cadera haciendo a mis ojos enardecer ante su perfección y belleza, al llegar a su hermoso rostro observó que me mira intensamente con esos ojos azabache que tanto me cautivaron.
El relame sus labios en gesto lascivo y camina lentamente acercándose cada vez más a mí, siento mi corazón latir cada vez más rápido, mis latidos están relacionados directamente con su cercanía, para cuando llega a mi lado mi corazón esta desbocado y me petrifico en mi sitio, él se agacha e inhala mi fragancia sobre mi cuello haciendo mis piernas flaquear y cuando deposita un dulce beso sobre la misma superficie me recorre un escalofrió por todo el cuerpo, terminando en mi estómago, el cual se comprime sobre todo en mi parte baja por la sensación abrazadora de deseo que desatan sus simple rose y aliento en mi piel, luego el me susurra al oído con voz cautivadoramente ronca - Que hermoso cuerpo. – después de ello sus manos cobran vida y recorre mi cuerpo efervescente con manos lujuriosas poniéndolas tan diestras y fuertes sobre mis pechos y al apretarlos suelta un suspiro de deseo, yo lo observo con los labios entre abiertos, el me recuesta en su pecho para tener mejor posición sobre mis grandes pétalos de Jazmín, me dejo llevar hacia su torso desnudo y sigo viéndolo a través del cristal que nos refleja y la mirada que dirijo hacia él es de adoración bañada por el deseo que despierta en mí, de repente el me mira con ojos ardientes y oscuros desvelando todas sus emociones que no están inundadas solo por el deseo carnal sino por algo más oscuro y peligroso. Como si escuchara mis pensamientos ante mi frenético miedo hacia su terrible y dolorosa maldad, la misma que me ha sumido en la decadencia, me da una mirada más prolongada y con más significado, y es allí cuando entiendo que ha despertado del lagarto que lo posee cuando desea saciarse con mi cuerpo, el mismo deseo que me devuelve el hombre que un día amé y que ruego regrese para que sea mi salvador y no mi verdugo.
Cuando finalmente veo que mis minutos de festejo han acabado ya que sus ojos me observan de la misma forma que desde unos meses acá, carentes de sentimientos y oscuros por la malevolencia que encierran en sí, una perversidad que no alcancé a vislumbrar a tiempo, me contraigo y mi excitación muere con mis ganas frustradas de un escape de esta vida.
El destino ha barajado para mí, sacando por malaventura la peor partida para recorrer este juego que es la vida. Me separo lentamente de él, porque sé lo que viene y mi gesto decae mostrando mi vulnerabilidad y sintiéndome tan ajena a mi propio yo, su gesto se crispa mostrándose serio e impasible y me suelta los pechos con el desprecio destilando por sus facciones, siento un dolor por su gesto agresivo, pero es más fuerte el de mi corazón, el cual me resulta tortuoso y trato de blindar mi alma para las palabras desdeñosas que sé, pronto llegarán a mí y es cuando escucho que me dice - tu cuerpo es lo único bueno que posees, pero a pesar de tu belleza tu estas podrida por dentro y ese olor que desprendes a ser lastimero y débil es asquerosamente repugnante – asevera apuntando un dedo en mi dirección para enfatizar, sus dolorosas palabras se clavan en mi corazón, sin remedio alguno me abrazo a misma para protegerme de sus hirientes afirmaciones tratando de encontrar consuelo de los daños causado por este hermoso hombre que tiene su alma consumida por la oscura; trato de mostrarme poco afectada, pero mi interior torturado se deshace en un dolor profundo que llevo conmigo.
Sus palabras son como una bofetada la cual consigue sacarme de mi estupefacción y hacerme retroceder un paso, consiguiendo así que él sonría con suficiencia y camine hacia mí para tomar mi barbilla entre sus manos con fuerza descomunal y adicionando a su envenenada aseveración - volveré cuando decida rebajarme nuevamente contigo,- Puta- me suelta haciendo girar mi cabeza hacia un lado fuertemente, bajo mi mirada a mis dedos para evitar una golpiza por verlo sin su permiso y el sale poco después azotando la puerta con demasiada fuerza, tanta, que la misma se devuelve y queda abierta de par en par, yo levantó lentamente la mirada temerosa de encontrarlo esperándome y con paso temeroso camino sobre mis tacones de imitación de 10 centímetros hacia la puerta, cerrándola suavemente, luego regresó sobre mis pasos y me observo nuevamente en el espejo y percibo mi mirada triste, sonrisa apagada y la piel opaca, sin la vitalidad que antes poseía, mi aspecto logra expresar lo marchita que me encuentro por dentro y es donde odio mi ingenuidad y maldigo al "amor" pero más lo odio a él, odio en lo que me ha convertido, ese maldito hombre que una vez amé y dijo amarme y que hoy en día, solo me usa para saciar su lujuria. Me miro de hito a hito y traspaso mi linda figura vislumbrando mi alma rota y cansada de vivir en este infierno que es ahora mi vida; suelto un suspiro y camino a paso cansado hacia mi cama, al llegar me agacho lentamente y estiro mi mano, saco la navaja que conseguí ayer del hombre que me visito para degustar este cuerpo vacío. Conseguí este artilugio del mismo hombre que fue traído por el hombre que un día dijo amarme, y que al engatusarme me trajo a este desierto de almas pérdidas, vendiendo mi cuerpo al mejor postor, salgo de mi ensoñación y extiendo mi mano izquierda poniendo la daga fría sobre mi pálida piel cortando lentamente mi muñeca de forma profunda haciendo que mi cuerpo se estremezca ante el dolor logrando que de mi garganta salga un grito desgarrador y que mis mejillas sean bañadas por lágrimas de dolor y sufrimiento, luego repito la acción con mi otra muñeca. lentamente siento sangre recorrer mis manos , pero también siento como se apacigua mi alma enardecida y rota, poco a poco la sensación de dolor abandona mi cuerpo y me deslizo a los pies de la cama sintiendo el frio traspasar mi piel que aún sigue cubierta por la delgada tela de la ropa interior, la misma que hace poco tiempo fue removida para saciar al cerdo que me trajo a esta vida, estiro mis piernas a lo largo del suelo y dejo mis manos inertes a mis costados viendo como mi cuerpo es envueltos por un halo de sangre. Sonrió recordando a mi familia y nuestros momentos felices, veo con una mueca de pesar como mi vida se desvanece ante mis cansados ojos pero sintiéndome imposibilitada para continuar con esta tortura, poco a poco la oscuridad se adueña de mí, adentrándome a sus profundidades donde un último suspiro me permite liberar mi desgraciada vida de este mundo ponzoñoso y mi verdugo personal, esperando así que cuando llegue y me vea, algo del hombre que amé y al que le creí, sienta pena por adentrarme a un infierno que no merecía, uno que solo conseguí por amarlo, yo sólo espero que el otro infierno al que me enfrentaré sea ardiente para así poder calentar está alma fría y desecha.
Este relató está dedicado a todas las almas que sucumbieron ante el dolor y la desdicha.
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Relatos
Short StoryPequeñas historias que te adentran al dolor u amor de seres únicos y sin igual.... Descripción provisional gracias por su compresión ahora vaya a LEER! ;)