- ES AMOR -

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Era la quinta vez que Tao cambiaba de posición en su cama, en un estado entre la vigilia y el sueño. Todo se estaba complicando. Había hablado con sus padres y no fue tan bueno como él deseaba. Su madre le dijo que se trataba de una cuestión muy importante que no podía ser discutida por teléfono, estaban molestos y Tao trato de explicarles, pero no fue suficiente para ellos tendrían esta conversación cara a cara con su hijo.

Tao se sentó en la cama, frotándose los ojos, decidió que tal vez una taza de leche caliente le haría sentirse mejor y así poder dormir. Eran las 3 de la mañana, sabía dónde estaba la cocina así que bajo por las escaleras, la casa estaba iluminada por algunas luces tenues que le permitían ver, pero caminaba tan rápido como podía (ya saben fantasmas y ese tipo de cosas le asustaban). Empujó la puerta de la cocina...


- ¿No puedes dormir? - La voz ronca le preguntó.

- ¡Ah! - Soltó un pequeño grito mirando al rubio sentado en el desayunador de la cocina.

 - Me asustaste! - Se quejó.

- Lo siento, no era mi intención - Kris dijo disculpándose.

- ¿Qué estás haciendo aquí? - El joven se acercó a él.

- Tenía hambre - para sorpresa de Tao, el rubio estaba comiendo el soufflé que hizo.

- Dijiste que no te gustan las cosas dulces? -

- Bueno, decidí darle una oportunidad y está perfecto, me gusta... – el mayor continuó comiendo el postre mientras Tao sonrió complacido con el cumplido de Kris.

Tras un momento de silencio, Tao recordó porque estaba en la cocina, tomó la leche de la nevera y la calentó en la estufa con una raja de canela y miel (sólo una cucharadita).

- ¿Por qué simplemente no calientas la leche en el microondas? -

- No me gusta, el sabor de la canela es mejor cuando se hierve la leche en el fuego - Un olor agradable llenó la cocina, Tao apago la estufa.

- ¿Quieres probar un poco? La leche caliente te ayudará a dormir y va bien con el soufflé de chocolate- le sonrió a Kris tan dulcemente que tomo al otro por sorpresa, el joven llenó dos tazas con la leche y dejo que se enfriara un poco.

Tao coloco la leche frente a Kris y este tomó un sorbo.

- Esta rica...me haces cambiar de opinión sobre las cosas dulces- Kris dijo con una sonrisa y Tao se ruborizo inmediatamente ocultando su rostro tras la taza.

El rubio tenía una pequeña mancha de chocolate en la cara, Tao pensó que era lindo pero que debía decirle.

- Hmm Kris, tienes chocolate ahí - señaló con el dedo y dio un paso más cerca del mayor.

- ¿Dónde? ¿Se ha ido? - Dijo tratando de limpiarla con su mano, sin éxito. Tao sonrió mientras tomaba una servilleta aproximándose.

- No...aquí! - Tao sonrió mientras limpia al otro como si fuera un niño pequeño. No se dio cuenta que estaba de pie entre las piernas de Kris y tan cerca de él, peligrosamente cerca.

El mayor detuvo la mano de Tao.

- Lo siento – dijo al darse cuenta de que acaba de invadir el espacio personal del rubio. Kris le miraba tan intensamente con los ojos oscuros y de pronto lo beso.

En ese momento el plan de Kris se fue por el desagüe. Él no podía continuar pretendiendo que el menor no le gustaba o no se preocupa por él, se estaba enamorando por primera vez contra todas sus creencias, nunca pensó que era posible, pero ahora no sabía qué pensar, apenas lo conocía, pero lo que sentía era tan fuerte.

EN NOMBRE DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora