3. Anna

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-Dabi kun, Dabi kun –la voz chillona de una jovencita se escuchaba a lo lejos. El ahora pelinegro se giró en la cama de ese hotel de mala muerte intentando buscar una posición donde se pudiese acallar la molesta voz, sin lograrlo en absoluto.

-Dabi kun, te he traído el desayuno –informó la voz a lo que él solo pudo responder un "muérete" amortiguado por la almohada. La portadora de la voz no se inmutó, colocando tranquilamente la bandeja al lado de la cama y empezando a tararear una canción mientras organizaba "su morada" como le decía ella.

Anna era una jovencita de tan solo 16 años cuando conoció a Dabi, 2 años después de la muerte de Yoko. La chica era de ascendencia japonesa sin embargo, se había criado en Canadá casi toda su vida, por lo que tenía un marcado acento aún cuando intentaba mejorarlo con sus moismos.*

El ex Todoroki se giró en la cama contemplando a la jovencita, ella le sonrió con inocencia, "con amor" dirían muchos, mas el azabache solo pudo pasar saliva, sintiendo la misma e indescriptible sensación de peligro que tenía desde su primer encuentro.

Dabi jamás lo admitiría pero esa niña que gustaba vestir de pomposos vestidos victorianos le daba escalofríos. Esa chiquilla de grandes ojos marrón chocolate y cabello negro había matado a sus padres "accidentalmente" cuando estos le informaron de su boda con un hombre que le triplicaba la edad. "Pero fue un accidente" insistió ella y Touya recuerda haberse preguntado como uno puede apuñalar "accidentalmente" 19 veces, no a una, sino a dos personas.

-Sweetheart, ¿quieres más café? -la pregunta lo regresó un momento al presente, la chica sostenía una tetera a narices de él y tuvo que contenerse de saltar en su sitio ¿en qué momento se había acercado?

-no, lárgate -ladró aún con el vaso a medio camino entre la bandeja y su boca, la chica sonrió y se retiró en un movimiento de paso-salto.

Cuando la puerta se cerró, Dabi casi corrió al baño a arreglarse, no sabía cuánto tiempo tendría antes que la chica decidiese volver a entrar. Suspiró y una vez debajo del chorro de agua caliente se maldijo: no es como que ella tuviese un poder más poderoso que el suyo, ¡siquiera tenía un quirk la muy maldita! Pero aún así estaba atado a ella.

Anna era una delta, una hija de alphas que tenía un segundo género que aún al azabache le costaba creer que existiese. Especialmente porque la chica no poseía ninguna especialidad (cosa que había comprobado Dabi, pues la muchacha se había prestado abiertamente como conejillo de indias), y tampoco era muy lista o fuerte, como se rumoraba. Lo único real era que, aunque lo desease, Dabi no podía eliminarla como haría con cualquier otra amenaza, pues ella tenía la mejor de sus defensas: era su destinada.

El día que la conoció Touya estaba quemando lo que quedaba del dueño de un bar, residente original del departamento donde ahora vivían. <<Deberías echarle lejía, hace que prenda más rápido y no deja huellas reconocibles>> fue lo primero que le dijo. El ojiazul sinceramente pensó que estaba loca, parada ahí, frente a un posible asesino serial con su cara de yonofui y una sombrilla que cubría un sol que ya no había a esas horas de la tarde.

<<lárgate si no quieres que te mate>> le advirtió, ese día se sentía especialmente benevolente, mas la chica solo parpadeó un par de veces y miró la pila de escombros donde se quemaba el cuerpo.

<<Sigo pensando que deberías echarle lejía>> le comentó sin inmutarse. Touya no supo exactamente cómo reaccionar, más cuando ella siguió hablando <<por cierto, soy Anna, y tú eres mi prometido>>

El azabache no quiso preguntar, "un juego tonto de niños" pensó mientras giraba para irse, mas grande fue su sorpresa cuando una fuerza sobrenatural lo tuvo anclado a su lugar, casi como un imán que no le permitiera alejarse de ella. <<Eres mi prometido, te lo dije>> fue la explicación de la chica mientras se colgaba a su brazo y empezaba a caminar cerrando el paraguas, permitiendo al chico moverse nuevamente.

Luego entendería que con "prometido" en realidad quería decir "destinado" y que desde ese momento se vio en la difícil tarea de cuidar de esa chica extremadamente torpe y tonta. El vínculo de destinados era impredecible, no solamente te impedía alejarte demasiado de la persona en cuestión sin sentir un horrible ardor en el pecho, sino que además te dejaba imposibilitado de matarlo, por muy tedioso que fuera. Era como si ese vínculo hiciera que por un momento, el solo pensar en herir a la otra persona resultara sumamente doloroso, claro, eso no evitó que Touya fantaseara al menos un par de veces con hacerlo.

Ahora, dos años después, Touya se daba cuenta que quizás hubiera sido buena idea haberla asesinado antes. La chica era enervante, siempre feliz, siempre intentando "complacer a su querido esposo" aún cuando él le había dejado muy en claro que no la quería y le resultaba molesto. Eso no quitaba, a su vez, que la chica fuese una excelente cocinera y que podía ocuparse de cosas que él realmente prefería no pensar; ese había sido el motivo de conservarla a su lado se decía siempre, junto con los excelentes dotes con el cuchillo que poseía.

No iba a mentir, la chica lo asustaba un poco, y más con su alegría desbordante y sus sobrenombres tontos. Dabi temía que un día ella decidiera matarlo mientras dormía: por eso le prohibía dormir juntos pese a las insistencias de la chica. Tampoco le permitía acompañarlo cuando iba a ver a su madre, no fuese que le hiciera algo "por accidente", motivo por el que prefería aguantándose el dolor físico y mental que le producía tal separación.

"estas jodido" se dijo a si mismo mientras se vestía. Al salir de encontró a la chica nuevamente en su habitación, esta vez canturreando mientras doblaba la ropa limpia. Él por su parte se limitó a tomar su desayuno en silencio sin quitarle la mirada de encima, pero parecía no notar su presencia más allá de para girarse a sonreírle cada tanto. "es muy rara" se recordó mientras terminaba su jugo para luego colocarse las botas.

-voy a salir –le informó, ya que la única vez que no lo hizo encontró todo el edificio y sus alrededores destruido "buscándolo" según le dijo.

-¿A dónde iras? ¿Puedo ir contigo? –preguntó deteniendo su quehacer y acercándose en su peculiar caminado de paso-salto.

-no, iré a ver a un sujeto –dicho esto se colocó su chaqueta y camino a la puerta.

-es por lo de Stain sama ¿verdad? –volvió a preguntar la chica, Dabi se detuvo un momento, a veces olvidaba lo terriblemente buena observadora que era.

-sí, hay un tipo que quiere crear algo así como una sociedad –fue lo último que le dijo antes de cerrar la puerta dejando a la otra con la palabra en la boca.

Un par de días atrás había sido contactado por un sujeto, Tomura si mal no recordaba, que proponía crear una sociedad manteniendo el legado de Stain. A Dabi realmente no le importaba quien fuera el sujeto o que pretendía hacer, pero si podía demostrar al mundo que él estaba dispuesto a seguir los pasos de Stain, lo haría.

Desde el incidente con Yoko se podía considerar un criminal, uno de bajo calibre, pero ya no más: era momento de eliminar a los héroes, era momento de detener a su padre.






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Buenas gente,

Les traigo dos caps a compensación de uno, bueno, no, es un capítulo y un especial, pero hacen función de que puede que esta semana no publique, pero eso solo lo sabré hasta el miércoles.

Mientras espero que hayan disfrutado y como siempre agradezco a mis lindas betas Lizzichan Applepyan

* Moismos: no sé exactamente si la palabra existe, pero la use para referirme al termino japonés "moe" que quiere decir "lindo" y se usa para referirse a cuando una persona habla o hace cosas que se consideran "lindas" en plan infantil. Es como la versión aniñada y/o con diminutivos del habla/actuar japonés.

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