Tiradores se hacen llamar los practicantes de esgrima. Cuando los veo batiéndose en duelo me pregunto si no se tratará de la misma persona. Tirador "a" armado con su florete contra tirador "b" armado de valor. Podrían ser cara y cruz de una misma moneda. La moneda que un día una mano invisible lanzó al aire: salió cara. "Touché". Aquella mano invisible la vuelve a lanzar al aire: sale cruz. "Touché". Así en un constante vaivén de idas y venidas: "touché", "touché", "touché". El combate lo gana quien más "tocados" haya realizado. Cuando finaliza no logro averiguar quien ha ganado o ha perdido. Cada "touché" que se recibe es una muestra de valor, tu seña de identidad, un aquí estoy yo, en guardia y sin mirar atrás. Cada "touché" nos lleva poco a poco al final del combate. ¿Se puede ganar y perder a la vez? Yo diría que sí, en cada segundo del combate ganamos y perdemos algo. A veces lo que se pierde es aquello que nos permite avanzar. La palabra esgrima proviene del verbo germánico "skermjan" que significa proteger o reparar. Cara o cruz de la misma moneda lanzada al aire: "touché".