"¡Corre!" Esa fue la primera palabra que escuché al despertarme. No sabía donde estaba, ni quien era ella. Mi ropa había cambiado. No tenía puesto mi pijama. Todo era distinto. No me dio tiempo a ver aquel lugar con mucho detalle, pues la chica me cogió de la mano y me tiró de ella. Estaba confusa. Yo corría detrás de ella sin saber por qué. Me fijé en su mano, la cual seguía agarrada a la mía. Tenía los dedos delgados y las uñas pintadas de negro. Por su espalda se deslizaba un largo y ondulado cabello oscuro. El movimiento de su pelo era muy real, demasiado para lo que parecía ser un sueño. En ese momento reaccioné, me solté de su mano y dejé de correr. Ella al no sentir mi mano también se paró. Se giró y pude ver su rostro. Si mirada se penetraba en mi, sus ojos negros como el carbón expresaban miedo. En ese momento señaló algo que estaba detrás mía. Yo, instintivamente, me giré. No me esperaba que tal cosa nos estuviera persiguiendo. Un gigantesco monstruo de mandíbulas enormes. Aquel ser se abalanzó sobre mi sin pensarlo dos veces. Sus dientes estaban muy cerca mía, podía sentir su aliento putrefacto, como si hubiera engullido cadáveres. De repente, los ojos de alquella bestia se pusieron en blanco. Calló hacia un lado, dejando al descubierto una flecha clavada en el costado.
La chica se acercó a mi y me ayudó a levantarme.
-¡Vamos! - dijo.
-No - contesté yo con lágrimas en los ojos.
No podía confiar en aquella extraña, ni de nadie de aquel lugar. Necesitaba una explicación.
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Mundo Nuevo
Fantasy...Lalalalala... Empecé esta historia hace muucho tiempo y quiero terminarla, así que tal vez si la subo por aquí la consigo terminar algún día...
