Vino Tinto - Una historia entre mujeres

Parte 1: Alejandra y Laura

Nuestra historia comienza en una ciudad que lleva por nombre Génesis. Ellas eran ignorantes de lo que el destino les tenía preparado, el cuál, bastante inteligente, a ellas las había conectado de una forma en que ellas no se enteraban.

En Ciudad Génesis había un edificio bastante moderno y tecnológico, perteneciente a una empresa de tecnología; en el se encontraba un hombre, de buen porte, educado y amable, su nombre era Daniel. Él era el encargado de cierta área de esa empresa, encargadas de las finanzas de la misma; él tenía bastantes trabajadores en su área.

En esa área había una chica, su nombre es Laura, ella es una oficinista. Ella era bastante tímida, y bastante introvertida, pero también era servicial y trabajadora; pasaba desapercibida para el jefe Daniel, pero no es por que fueran malas personas, sino por la timidez de Laura.

El día 25 de abril a las 9 de la noche en su trabajo, todos habían salido para irse a una reunión entre compañeros, pero Laura aún estaba en su trabajo. Daniel llegó al edificio después de una emergencia en su casa, se encontró con el panorama desolado:

Daniel: ¿Acaso no hay nadie?
Laura: Sólo estoy yo...jefe...
Daniel: Vaya, no recuerdo muy bien quién es usted, ¿cómo se llama?
Laura: Me llamó Laura...
Daniel: Me da mucho gusto que haya alguien que se interese por trabajar
Laura: De verdad necesito el dinero...
Daniel: Mire, vaya a su casa, descanse, le pagaré tres horas extra más. Me terminará el trabajo en su casa con calma y mañana, domingo, me lo entrega a mi casa para explicármelo.
Laura: Muchas gracias señor, le agradezco demasiado...
Daniel: Yo le agradezco a usted por su compromiso.
Laura: Claro, sólo una pregunta, ¿dónde vive?
Daniel: En la Colonia Valles de México, calle Valle Cero, número 3793....
Laura: Muchas gracias, ¡hasta pronto!...

En su coche regresó a su causa Laura, al llegar y tirarse a su cama, al lado de su perro llamado Loki, cayó dormida casi instantáneamente.

Al día siguiente se levantó con toda la actitud para terminar el trabajo y para vivir su vida, ella tenía un presentimiento de que algo bueno pasaría. Entre música, cantos y bailes, ella terminó el trabajo que necesitaba hacer. Se despidió de su perro y se preparó para partir.

Al llegar a la calle en la que vive su patrón, ella se sorprendió de que era una casa muy grande, muy elegante y muy limpia. Estacionó su pequeño coche y se dispuso a tocar al timbre de la puerta, para entregar el trabajo que el jefe necesitaba y explicárselo personalmente.

Cuando Laura tocó el timbre, abrió la puerta una de su sirvienta. Laura vio a una chica fuerte, bella, con rasgos definidos. Naturalmente ella se puso bastante nerviosa...

Sirvienta: ¿Qué desea?
Laura: B-busco a una persona
Sirvienta: ¿A quién desea encontrar?
Laura: Aaaa el señor...señor Daniel...
Sirvienta: ¿Que desea del señor Daniel?
Laura: Soy trabajadora de él, me llamo L-Laura, necesito entregarle y explicarle un trabajo
Sirvienta: Al rato regreso, le hablaré al señor...

Laura se quedó muy nerviosa de hablar con tremenda señorita, después de un rato, la sirvienta regresó y le permitió el paso hacia la oficina personal del señor Daniel. Laura le explicó su trabajo, al jefe le encantó y Laura se fue contenta y sonriente a su casa.

La sirvienta se extrañó de ver a esa nueva muchacha en la casa, e incluso cuando iba a dormir en su cuarto de sirvienta, se preguntaba, ¿quién esa muchacha?