Darkness (FanFiction Ticci Toby)

1. Pesadillas.

Scarlett:

No sé desde qué hora estoy dándome vueltas en la cama. No puedo dormir, tengo insomnio. Ahora son las 02:15.  

Resoplo y paso la mano por mi cabello, desordenándolo. Me siento en la cama enojada y vuelvo a resoplar. Me levanto y abro la puerta de mi habitación, camino hacia el baño y cierro la puerta de éste tras mí. 

Bajo la tapa del inodoro y me siento, con los codos sobre encima de mis piernas y sosteniendo mi cabeza. Me quedo así por unos minutos, intentando que el sueño llegue a mí. 

Escucho unos ruidos raros en el piso de abajo, como si alguien estuviera caminando. Debe ser Mily, estará sonámbula. Me levanto, y cuando pongo mi mano sobre el pomo gris de la puerta, se oye un quejido. No era un quejido como el de Mily. 

— ¡Mierda! —se oye de nuevo. Un escalofrío recorre mi espina dorsal y me asusto. No es la voz de mi papá ni de ninguna persona conocida. Tampoco de mi hermano Ashton, que vive en New Jersey. 

Mi conciencia se debate entre si bajo a ver o si me quedo. Por lo que he aprendido de las películas de terror, si bajo quizá muera. Así que me quedo donde estoy y giro la llave que estaba adherida al cerrojo, bajo el pomo de la puerta. 

Un grito agudo hace eco en toda la casa. Era de Mily. 

Me asusto más de la cuenta y mi vista se nubla a raíz de las lágrimas que se amontonaban en mis ojos. 

Esa persona puede estar matando a Mily. O violándola. 

Siempre te dicen que, mientras más cosas negativas pienses, peor se vuelve todo. No sé qué cosa positiva puedo pensar, un extraño abajo y un grito de Mily.

Pasos apresurados por el pasillo se oyen. Son papá y mamá, supongo. Otro grito agudo. Y otro. Ahora un grito grave.

Mi mano tiembla y me hago ovillo en el piso. Tengo miedo. Me siento impotente, no puedo hacer nada, soy una cobarde e imbécil. Pueden estar matándolos y yo aquí, encerrada en el baño. No sé qué pensar ni de que manera reaccionar.

Los ruidos cesan.

Lo pienso unos segundos y me levanto. Camino hasta el cerrojo y lo giro hacia la derecha, pudiendo así abrir la puerta. Todo está oscuro. No valoro mi vida, al parecer. Mis manos y mi barbilla tiemblan con cada paso que doy.

— ¿M-Mily? —digo, con voz temblorosa. Con todas mis fuerzas deseo que alguna voz de niñita me respona ''Aquí, Scar''. Las lágrimas vuelven a resbalarse por mis mejillas al no recibir una respuesta, sino una risa desde algún punto de la casa. Todo está oscuro.

Otro escalofrío. Esa voz me dice: — No debiste salir del baño, cariño. 

Siento como, pesadamente, mis ojos se abren en un segundo. Doy un grito involuntario, veo el techo azul oscuro a raíz de que la luz está apagada. En segundos la puerta de mi habitación se abre, dejando ver una silueta femenina que corre hacia mí.

— ¡Scarlet! ¿¡Estás bien!? —dice la voz de mi tía Vanessa. Jadeo repetidamente en busca de oxígeno, el pecho me aprieta y estoy sudando, la tela fina de mi camisilla de dormir está pegada a mi torso. 

Ella me abraza y comienzo a llorar en su hombro. Otros pasos apresurados caminan hacia mi habitación. Mi tío Benjamin, enciende la luz de mi cuarto. 

Una vez más, la misma pesadilla. Atormentándome, acrecentando mi terror a la oscuridad.

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