I - La "Cita"

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¿Dónde diablos se habrá metido?

Era ya la décima vez que el joven miraba desesperado la pantalla de su teléfono móvil.
Ni una llamada perdida, ni un mísero mensaje. Nada.
Y es que esa misma tarde,  Vernon cumplía por fin un año estando junto a su novio, del cual no estaba teniendo ninguna noticia, ni siquiera una mísera señal de vida.

Era consciente de que Woozi era un hombre ocupado. Su pareja es el encargado de crear y componer las canciones de Seventeen, grupo donde tanto Hansol como JiHoon eran miembros. Siempre solía tener cosas que hacer, y quedar con el joven gringo le era algo complicado.
Pero a diferencia de otros días, aquella tarde Woozi le había prometido tenerla libre para poder celebrar juntos su aniversario.

Y eso era lo que más entristecía a Vernon.

En últimas semanas, su novio había estado más ocupado que de costumbre. Le evitaba en las prácticas, se le notaba con la cabeza en otra parte y se encerraba en su sala de composición por horas.

La preocupación del menor iba en aumento a causa de ello. En esas mismas semanas donde Woozi había estado actuando de manera extraña, habían disminuido las muestras de afecto entre ellos dos. Ni abrazos extensos ni gestos lindos, solo algún que otro beso fugaz que se deshacía tan rapido como era creado.
Cada vez que Hansol preguntaba a JiHoon que le sucedía, éste solo decía que estaba bien, que no le pasaba nada y regresaba a sus tareas.
Frío, distante.

¿Y cómo no iba Vernon a sentirse inseguro ante tal situación, cuando sentía que su mundo se estaba desmoronando?

Comenzó a caminar por las calles sin rumbo alguno, deseando que su novio apareciera en cualquier momento frente a él, disculpándose por llegar tarde y tuvieran aquella cita que tanto tiempo había estado planeando y que tantas ganas tenía de que sucediera.

Pero aquello no pasó.

Tras terminar la ronda de búsqueda por las calles cercanas al punto de queda por si acaso su despistado novio se había distraido y se había perdido, decidió regresar a la fuente donde había estado esperando.
Tuvo la necesidad de sentarse al filo de ella a causa de sus, ya cansadas, piernas, que habían estado danto tiempo de pie dando vueltas como idiota.
Tomó nuevamente su celular, soltando el último suspiro de desesperación al, otra vez, ver su pantalla vacía de notificaciones.

¿De verdad se ha olvidado de nuestro aniversario?

Se preguntó al mismo tiempo que el manto de la noche cayó ante los ojos del joven, los cuales al paso de las horas iban enrojeciéndose en un intento fallido de contener las lágrimas de impotencia.

¿Qué demonios le estaba pasando a Woozi? Él no era así. Él siempre cumplía con su palabra, y más si la promesa la había formulado para Vernon.

¿Tal vez estarían pasando por una crisis? No habían tenido ni una sola pelea desde que se hicieron pareja oficialmente. Algún desacuerdo sí había sucedido entre ellos, pero nunca algo tan grave como para hacer al corazón de Vernon temblar de miedo.

¿Quizás... Se habrá aburrido de mi?

Eso explicaría muchas cosas. La falta de cariño en estos ultimos días, el que se hubiera olvidado de su cita, que no hubiera mandado ni un mensaje...

La oscuridad, la cual aterraba a Vernon, ahora le estaba dando más motivos para odiarla, puesto que era la única compañera que tenía en aquellos momentos de debilidad y con el corazón rompiéndosele a cachitos.

¿A lo mejor estaba siendo un exagerado? No era la primera vez que su inseguridad le había metido en problemas al dramatizar situaciones.
Pero... Woozi, a pesar de no ser su primera pareja, si que era el primero del que se había enamorado tan locamente, y era por eso mismo que la mínima idea de perderlo, le hacía querer llorar a mares.

Cansado ya de esperar y no recibir ninguna llamada, se levantó, metió sus manos en los cálidos bolsillos de su chaqueta y comenzó a caminar en dirección a su casa. Aquel día que prometía ser perfecto, estaba siendo un auténtico desastre, y deseaba que se acabara lo antes posible.

Te esperé... Pero ya no puedo más.

Susurraba para él mismo, intentando auto-animarse para no dejar que el llanto estallase en esos momentos que estaba en medio de la calle. No era su intención ahora morir de vergüenza por las miradas que recibiría si montaba un numerito allí.

Sin darse ni cuenta, sus pasos distraídos lo condujeron a un pequeño puente.

"Aquél puente".

Se mordió el labio inferior, conteniendo así un pequeño sollozo que amenazaba con delatar su actual horrible estado de ánimo.

Y es que ese sitio donde se encontraba, fue donde JiHoon le declaró sus sentimientos justo hace un año.
Hansol se acercó al borde, recostando los codos en la barandilla que tenía para que la gente no se cayera y miró al cielo.

"– Tú... Me gustas... Me gustas muchísimo."

La voz de Woozi inundó su mente. Cerró los ojos, tratando de recordar ese hermoso día donde había comenzado a salir con la persona que era la dueña de su corazón.

Sucedió en una tarde de invierno, la cual hacía muchísimo frío.
Los dos jóvenes que, en esos momentos aún no eran nada más que amigos, habían disfrutado de una maravillosa velada juntos.
No fue nada del otro mundo, simplemente cenaron en un restaurante que había abierto hacía poco y tenían los dos muchas ganas de ir a probar la comida.
La pasaron muy bien, riendo, hablando, conociéndose aún más, disfrutando de la compañía del contrario y, por supuesto, enamorandose aún más el uno del otro.

Fue cuando estaban de vuelta a casa de Vernon que el mayor lo sostuvo de la mano, haciendo que se detuvieran en ese mismo puente.
Con las mejillas completamente rojas, el mas bajo le declaró sus sentimientos.

"– No... No puedo dejar de pensar en ti. En tus ojos, en tu sonrisa... Me estoy volviendo loco."

"– ¿Qué... Qué pretendes decirme con todo esto hyung?"

"– ¡Por favor, acepta mis sentimientos y sal conmigo!"

Las hermosas palabras atravesaron el corazón de Vernon como si de flechas con dirección a su pecho se trataran, haciendo que, de igual manera, sus mejillas tomaran aquel color carmín que mostraba que estaba avergonzado.

Sus manos se movieron solas, de manera instintiva, rodeando el cuerpo del mayor y estrechándolo entre sus brazos.

Aquél día, ambos compartieron su primer beso. Uno tímido y algo torpe, pero, sobre todo, cargado de calidez y rebosante del amor mutuo que se procesaban.

Y a Vernon ese recuerdo, encontrándose en aquel mismo puente donde sucedió el momento más feliz de su vida, ahora le estaba entrando nuevamente ganas llorar...

Tu regalo - HoonSol (ThreeShot / +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora