Lunes, 6:00 AM y el estúpido despertador no dejaba de sonar. Intente apagarlo aún con los ojos cerrados sin tener éxito, terminé lanzandolo contra la pared pero parecía no tener intenciones de detenerse.
-ugh carajo.- dije finalmente levantándome a apagarlo. Tenía demasiado sueño y no era sorpresa, sabía que no tenía que haberme quedado despierto hasta tarde viendo Riverdale.
Y es que Hoseok no me había dejado tranquilo hasta que le dije que la vería, tengo que admitir que creí que seria una estupidez pero terminó pareciendo realmente interesante, al punto en que no pude despegarme hasta terminar todas las temporadas de Netflix.
Camine por mi habitación un poco adormilado y me dirigí hacia el baño, sin una pizca de ganas. No quería ir a la escuela, creo que la unica persona que va con entusiasmo a clases es Namjoon, mi amigo es un ñoño de primera, lo cual es una ventaja ya que siempre nos ayuda a Hobi y a mi a estudiar cuando se acercan los exámenes.
Tome una ducha rápida, escuchando de fondo mi teléfono sonar por los mensajes que llegaban de mis amigos seguramente.
Salí y me cambie con lo primero que encontré limpio en mi habitación, tome mi celular para revisar los mensajes.
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Mis amigos comparten departamento, yo soy el único que tiene auto así que todos los días paso por ellos para ir a la escuela ya que me ayudan a pagar el combustible. El problema es que siempre se me hace un poco (muy) tarde y a Nam es de las cosas que mas le molestan en el universo.
