Diabolus 2

1.3K 107 12
                                    


 

--Entonces ¿Tu esposo no te creyó ?. Que mal por parte de el- dijo el Dr. Foxx, tratando de sonar serio mientras estaba sentado en su escritorio.
--Me tomo como si fuera un chiste, pero usted es un hombre inteligente y sabe que son demasiadas coincidencias que refutar, ya no quiero tener nada que ver con los Golzine-espeto Eiji sentado acariciando su vientre.
--Por supuesto es entendible en tu posición cualquiera pensaría lo mismo.-contesto para calmar a Eiji.
--Usted cree que ¿Yut le puso algo malo en las bebidas?-pregunto temeroso de la respuesta.
--Ja te garantizo que si lo hubiera puesto ya me daría cuenta en tus revisiones pequeño.
--Ya no aceptare algo de ellos- su decisión estaba echa.
--Bueno puedo recetarte unas píldoras para este ultimo trimestre, y tranquilo no les diré nada yo siempre le soy fiel a la confidencialidad entre doctor y paciente, pero bueno mi silencio tiene que recompensar se -se levanto y se acerco recargándose en el escritorio lentamente acercando su mano con la de Eiji, este empezó sentirse incómodo.
--Em no traigo mucho dinero conmigo, pero podría conseguir luego-trato de no sonar nervioso pero no le gustaba lo que pasaba.
--No podemos dejar que una persona embarazada se preocupe tanto, pero tranquilo no quiero dinero sino algo mas placentero si me permites agregar-acaricio su mejilla, mientras le susurraba.
--Doctor tengo que recordarle que soy casado y con un bebe en camino-se levanto de su silla.
--Si tanta devoción le tienes a tu marido por que estas aquí conmigo tratando de convencerme de tus historias locas , y tu marido no te creyó. Eso me dice mucho de la maravillosa relación que conllevas-se expreso con sarcasmo.
--Ese no es su asunto. Yo vine aquí por ayuda y si usted no me brinda eso, me temo que tendré que retirarme-se levanto de su silla. Tomo la cita médica, trato de irse pero el doctor de lo impidió.
--La primera vez que te conocí me paresiste un chiquillo inocente que piensa que el mundo funciona a tu pequeña forma de pensar de color rosa, eso odiaba de ti, pero al mismo tiempo me excitaba-tomo a Eiji de los hombros y lo beso ,obviamente, Eiji puso resistencia.
-A Sulteme o gritaré-se movía para que lo soltara pero el doctor era más fuerte.
--Sr. Okumura usted es muy afortunado. No puedo creer que nuestro destino está en manos de un tonto Doncel japonés - declaró tocando sus mejillas y luego su vientre.
--¿De que hablas?-cuestiono sin entender el japonés.
--Odio los extranjeros-creen que pueden llegar aquí como si este fuera su casa, menos tu gente de ojos rasgados que mataron a mi padre en la guerra-Eiji estaba asustado. Foxx empezaba a sonar fuera de sí-.Me gustaría probar el néctar prohibido de ti-tomo la nuca de Eiji para besarlo. Había puesto ojo en el desde el primer día que lo consulto.
-mgth-trataba de evitar que la lengua entrará en su boca pero el logro invadirlo.

Su mano descendía a su parte posterior tocando sus glúteos.

--Por favor ¡Déjeme ir!-Eiji empezaba a llorar, esto le recordaba la vez que esos delincuentes lo trataron de violar.

Algo que pasó fue sorprendente. La ventana detrás del escritorio se despedazó y el salió disparado contra la pared, lo que provocará que gimiera de dolor.

Eiji se asustó por lo de la ventana pero salió corriendo, aprovechando la oportunidad. Salió del edificio, pero su embarazo no lo dejaba ir tan rápido.

--Joven, no debería correr en ese estado -dijo un policía que patrullaba.
--Lo s-siento-se disculpo y siguió su camino a su casa más calmado.

Llego a su hogar y noto que Sing no había llegado.

--Snif, snif - lloraba después de lo ocurrido en el consultorio.

Sentía que todo el mundo conspiraba contra el, se supone que debería disfrutar su embarazo pero todo este caos no lo dejaba.

Fue al baño, quería quitarse la suciedad de Foxx. Se quitó la ropa abrió el agua para que la tina se llenará, puso su shampoo especial para que las burbujas empezarán a salir. Realmente quería quitarse el estrés que provocó todo esto. Un baño de burbujas le ayudaría, antes de meterse observó su vientre en el espejo y sintió las pataditas de su hijo y sonrió, entro en la tina, y todos sus músculos se relajaron con el agua caliente tomo, una esponja y frotó su cuerpo más en la partes donde su ex doctor lo toco.

Eiji Okumura Baby ( En edicción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora